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El "desconcierto" y la "insatisfacción" marcan a Italia, con la crisis europea como telón de fondo

Contacto con Mario Lubetkin, colaborador de En Perspectiva desde Roma.


(emitido a las 8.40 Hs.)

EMILIANO COTELO:
La crisis financiera que viene golpeando con fuerza a Europa en los últimos meses, ha tenido esta semana en Italia un escenario muy movido.

El martes, más de 100 ciudades italianas quedaron paralizadas por una huelga general convocada por los sindicatos que se oponen al plan de austeridad propuesto por el gobierno de Silvio Berlusconi para enfrentar la crisis.

Sin embargo, la medida no evitó que el miércoles el Congreso votara un paquete que incluye una suba de un punto porcentual del IVA (del 20 al 21%), un gravamen del 3% sobre las rentas que superen los 500.000 euros anuales y el adelantamiento, de 2016 a 2014, de una medida que retrasa de forma progresiva la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado, equiparándola a la de los hombres, y pasar así de 60 a 65 años.

Por otro lado, el jueves, el Gobierno italiano aprobó un proyecto legislativo para introducir en la Constitución la llamada "regla de oro" sobre el equilibrio presupuestario, en línea con otros países de la eurozona como Alemania y España.

Este fin de semana, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que con el plan de ajuste, aprobado el miércoles por el Senado, el Gobierno "ha salvado (...) los ahorros de los ciudadanos italianos. Hemos salvado a Italia", enfatizó.

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En los próximos minutos vamos a conversar con Mario Lubetkin, director de la Agencia de Noticias IPS y colaborador de En Perspectiva.

¿Cómo se está viendo este panorama dentro de la propia Italia?

MARIO LUBETKIN:
En primer lugar, no hay mucho optimismo. Por ejemplo, uno de los tantos cambios que se hizo es que el 3% se va a aplicar sobre rentas mayores a 500.000 euros, no a 300.000 euros. Ese es un factor que ha jugado y que también explica por qué la bolsa italiana ha tenido golpes tan fuertes dentro del contexto negativo europeo, incluyendo Estados Unidos y Japón: el Gobierno italiano presentó cuatro propuestas de ajuste en un lapso de 20 días, generando un desconcierto muy grande en relación a cuál iba a ser definitivamente la política a aplicar, las propuestas a realizar y si esto generaba el equilibrio presupuestal, porque este es finalmente el objetivo que le exigen el Banco Central Europeo y la Unión Europea para 2013.

Y en la polémica política local no está claro si estas medidas son suficientes, si van a generar equilibrio. Si es por lo que señalan las fuerzas opositoras, no va a ser así, no va a haber ese equilibrio. Los números todavía no cierran e incluso hace pocas horas la Unión Europea sacó un nuevo documento señalando que Italia quizás se tenga que preparar para un tercer ajuste, porque este segundo ajuste puede no ser suficiente para lograr el equilibrio.

Y el otro elemento es el que mencionabas, el de tocar la carta constitucional para generar el equilibrio presupuesto-déficit como lo hicieron España y otros países. A veces me hace acordar a aquella decisión del expresidente argentino Carlos Menem en 2002, del equilibrio dólar-peso, salvando las diferencias del caso.

Lo cierto es que con lo de Italia vuelve la discusión sobre cuál es la perspectiva, si se va realmente a una recesión en Europa. Ese es un elemento sobre el que América Latina y Uruguay deben reflexionar: cómo un escenario de recesión en Europa puede afectar el consumo europeo y por lo tanto cómo puede impactar en los países del sur, especialmente en el campo de las exportaciones.

EC – ¿Qué encauzamiento puede tener la agitación social en Italia?

ML – El primer ministro Berlusconi sigue contando con mayorías parlamentarias y sigue tratando de blindar sus medidas. Por ejemplo, la aprobación de este paquete fue hecha aplicando el mecanismo de la confianza, o sea obligando a todos los parlamentarios a votar esta ley, si no se determinaba la caída del Gobierno. Esto también se va a plantear en la cámara de diputados y es la base con la cual Berlusconi se está moviendo. Pero es un hecho objetivo que los niveles de desconcierto y de insatisfacción que está viviendo la sociedad italiana, sobre todo las fuerzas sociales, es muy grande. El mismo hecho de que apenas una de las tres centrales sindicales haya declarado ese paro y esa movilización que tú señalabas y lograra una participación superior al 60% demuestra el estado de ánimo de la gente. Hay mucho desconcierto, mucha duda en relación a lo que pueda pasar en los próximos meses.


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