(emitido a las 8.43 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Ayer, en Grecia, después de varios días en los que debió enfrentar una fuerte presión, tanto interna como del resto del continente, el primer ministro, Yorgos Papandreou, alcanzó un acuerdo con el líder del principal partido de la oposición, Antonis Samaras, y con el presidente, Karolos Papoulias, para formar un nuevo Gobierno.

La primera consecuencia será que Papandreu deje de liderar el Ejecutivo griego.

En los últimos días, En Perspectiva hemos estado siguiendo muy de cerca lo que ocurre en Grecia con todas sus retaliaciones en Europa. Pero hoy nos interesa enfocar estos temas desde una óptica más global. ¿Cómo está viendo Europa los hechos de Grecia y sus derivaciones? Y en particular, ¿cómo se observa desde Italia, uno de los países más afectados por la crisis, uno de los países más vulnerables al contagio que la crisis griega pueda provocar fuera de sus fronteras?

Vamos a conversarlo con Mario Lubetkin, director general de la Agencia de noticias IPS y colaborador de En Perspectiva en Roma.

¿Qué implica para el resto de Europa que Papandreu deje de estar al frente del Gobierno de Grecia y que asuma un Gobierno de unidad nacional que, a su vez, va a respaldar –o sea que va a haber un acuerdo de todos los partidos– el rescate pactado con la Unión Europea?

MARIO LUBETKIN:
Si fuera una simple lectura del tema griego, en primer lugar los mercados europeos no han reaccionado positivamente, según lo que estoy viendo en este momento.

Pero además creo que esta crisis que está golpeando tan gravemente a Europa ha sido un verdadero "tsunami político" en los países más afectados. Lo de Grecia, que sin duda es eslabón más débil, no lo podemos desconectar de los cambios políticos que se determinaron en Irlanda cuando explotó la crisis; de la anticipación de las elecciones en España para el 20 de noviembre y el posible triunfo del actual partido opositor, el Partido Popular; o de la posible caída del presidente Silvio Berlusconi en estos días en Italia. Creo que todo esto va de la mano y expresa cuáles son los efectos colaterales de esta severísima crisis que se inició Estados Unidos y que está afectando tan duramente a Europa.

EC - ¿Qué espera Europa que pase con el nuevo Gobierno de coalición en Grecia?

ML – Ahí se cruzan las agendas nacionales. Supuestamente tendría que dar serenidad, pero los supuestos ya estuvieron anteriormente. El supuesto estuvo la semana pasada en Grecia, cuando el Parlamento aprobó la moción de confianza de Papandreu y pocos días después todo se derrumbó nuevamente. O cuando supuestamente se había llegado al acuerdo de los europeos para dar la segunda cuota a Grecia y salvarla del default, y pocos días después la dinámica del proceso lo reabsorbió.

Es una gran interrogante, ya que la situación griega queda, por un lado, con una cierta fuerza porque hay un acuerdo entre los partidos políticos, pero, por otro lado, se demuestra que ha perdido completamente todo tipo de soberanía. De hecho, todos los movimientos políticos que hizo Papandreu para tratar de manejar el escenario interno fueron derrumbados por el mercado y por la política y la acción de la Unión Europea particularmente.

Recordemos cuando Papandreu llamó a un referéndum que ratificara de sus decisiones, que por cierto eran durísimas dentro de Grecia. Se levantó un coro en toda Europa para que este referéndum no se hiciera y Papandreu tuvo que dar marcha atrás, no por presión interna –que no la hubo– sino por presión externa, a algo que tiene que ver con los engranajes democráticos de un país específico.

EC – Hoy se reúnen los ministros de Finanzas de los 17 países de la Zona Euro. Se van a encontrar en Bruselas, van a examinar la crisis griega, pero van a dedicar también un capítulo especial a estudiar la situación de Italia después de que su primer ministro, Silvio Berlusconi, se comprometiera a tomar medidas en el sentido que le reclama la Unión Europea y permitir la supervisión de ese plan por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea. Tú estás en Roma justamente, ¿cómo es la situación allí en un día como el de hoy?

ML – Algunos tildan la situación de dramática, en el sentido de que en las próximas horas sabremos si el presidente del Consejo se va a mantener en el Gobierno o va a presentar renuncia. Aquí hay una discusión semántica acerca de cuál es el rol del FMI en Italia. A nivel europeo y los editoriales de los medios de comunicación se habla de un tutelaje del FMI a la política económica italiana y a las medidas económicas. En tanto, Berlusconi señala que es apenas un pedido de ayuda técnica para tratar de manejar mejor la situación. No es un matiz ya que de hecho se trata –y es fundamentalmente por lo que los partidos de oposición están siendo particularmente duros– de la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que Italia entregará su soberanía económica al FMI. La directora general del FMI, la señora Chsristine Lagarde, señaló ayer que la tarea del Fondo es bajar al realismo a las autoridades italianas y hacer que entiendan lo dramático del problema. Jamás escuché frases de este tipo por parte de un organismo internacional en relación a Italia.

Por lo tanto, aquí hay que esperar dos aspectos. Primero, cuáles serán efectivamente las medidas económicas italianas, algo que aún no se tiene claro más allá de la carta de 15 páginas que Italia mandó a la Unión Europea hace apenas unas semanas con un conjunto genérico de medidas. Y segundo, cómo se va a desarrollar el escenario interno, lo que puede tener dos variantes. Una es lo que pasó en Grecia: la construcción de un Gobierno de salvación nacional. Esto lo apoyan los partidos de centro, una parte de los partidos de izquierda y una parte de los aliados de Berlusconi en la mayoría. Otra es si este proceso determinará las elecciones anticipadas dentro de un corto período.

Digamos que la "solución griega" –para usar un término, porque todavía se tiene que terminar de concretar– es un ejemplo de lo que podría pasar en Italia en los próximos días.

EC – Mañana se vive una jornada política muy importante en Italia, el Congreso pone a votación el documento con las cuentas del Estado de 2010. Con las últimas deserciones que ha habido en el partido de Gobierno la aprobación de ese informe aparece amenazada, pese a que Berlusconi asegura que va a tener las mayorías. ¿Cómo ves este asunto?

ML – En primer lugar, entendamos qué es lo que se vota mañana. Tradicionalmente, esto era una aprobación contable que tardaba diez minutos en el Parlamento. No era un elemento de trascendencia política que determinara el presupuesto del Estado, no estamos hablando de eso, estamos hablando de un ajuste contable. El problema es que a esta altura cualquier medida puede determinar la caída del Gobierno.

Yo no estoy seguro de si va a ser mañana el día que determine que el Gobierno quede en minoría parlamentaria. Técnicamente ya está en minoría. Para tener la mayoría aquí se necesita 316 votos, y al Gobierno –que tenía poco menos de eso en el último período– en los últimos tres días se le han ido al menos tres parlamentarios y hay otros 26 que están evaluando si votan o no las próximas medidas.

En el medio de esto, en los próximos diez días hay un pedido de confianza para aprobar las medidas que tendría que presentar a la Unión Europea. Quizás sea ese momento, más que el de mañana, el que determinará la suerte de Berlusconi.

Pero como todo es de enorme fragilidad, y a cada hora se están conociendo novedades de movimientos internos en el Gobierno o en la oposición, cualquier aspecto puede determinar el cambio de escenario político en Italia.

EC – Para terminar, vayamos a Europa como tal, al Eurogrupo. Porque hoy también está previsto que se reúnan los ministros de los 17 países del euro con una representación del FMI para tratar de avanzar en la concreción de los acuerdos de las últimas cumbres, la del 23 y la del 26 de octubre. Hay que definir cómo se efectúa la quita del 50% de la deuda griega, cómo se potencia el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, cómo se recapitaliza la banca europea después del examen de la Agencia Bancaria Europea. ¿Cómo viene esta otra agenda y qué puede esperarse de una jornada como hoy en este otro plano?

ML – En mi lectura personal, el cambio es que tras una fase anterior, en la cual la banca central europea junto a la Unión Europea manejaban el escenario político, económico y financiero europeo, la novedad es que el "directorio europeo" –como llaman a la alianza entre los alemanes y los franceses– prácticamente le ha dado carta blanca al FMI para que sea quien maneje técnicamente y participe en la capitalización del famoso billón de euros que tienen que garantizar el proceso de estabilidad europea. Ese es un cambio importante, es el cambio por el cual Europa ya no asume sola su capacidad de gestionar el proceso europeo sino que pide un apoyo muy importante al FMI para procesar técnica y en parte financieramente lo que pueda pasar en las próximas semanas. El hecho de que el FMI participe en la reunión de hoy –en la dimensión que participa y por la responsabilidad con la que participa– es un cambio de calidad en este proceso europeo de estos últimos días.

EC – ¿Podrías profundizar un poco en ese cambio de calidad?

ML – El cambio de calidad es que hasta el momento las referencias venían solamente en las indicaciones de la banca central europea, y ahora el eje de la atención pasa por cuáles van a ser las definiciones y las indicaciones del FMI para manejar el escenario...

EC - ...Es curioso eso, porque el FMI en los últimos años venía desacreditado, había tenido un tropezón tras otro. Vaya a cuenta de ese análisis, por ejemplo, los errores que cometió en el examen de la situación y la evolución de las economías de varios países de América Latina. Ahora aparece como rejerarquizado nada menos que por Europa.

ML – Exactamente, ese es el matiz que quería señalar.

EC – Y lo último, el hecho de que Europa termine necesitando dinero chino como parte de este salvataje que se está construyendo, ¿cuánto figura en el debate político y económico?

ML – Todavía no mucho, porque creo que esta es todavía una presión más que nada de los franceses por su presidencia del G20. Ha trascendido pero aún no es debate europeo. La novedad es en relación a los fondos. Recuerden que en la última reunión de los jefes de Gobierno europeo se tomó una serie de medidas, como la quita del 50% de la deuda privada. La deuda pública griega no tuvo el 50% de la quita por lo tanto no es el 50% total, sino sería unos 100.000 millones de los 360.000 millones de la deuda griega. Entonces la novedad es que, de esas garantías que había en ese momento, en apenas una semana y media surgió un nuevo actor para que ayude a financiar lo que supuestamente los europeos iban a financiar por sí solos, con fondos propios, como muestra la solicitud para que el FMI participe en los fondos de rescate.

Por lo tanto, al abrirse esa puerta se abren múltiples puertas. Y naturalmente se abre la puerta china. Los chinos siempre han sido muy sensibles, sobre todo en escenarios de crisis. Cuando la crisis fue más severa en Irlanda, en España y en Grecia las autoridades chinas ofrecieron ayuda directa en compra de bonos a los tres países, como mecanismo de salvataje de los mismos. Con las consecuencias que esto puede tener; pensemos esto en relación a la compra de bonos que tiene China con los EEUU.


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