Con la renuncia de Berlusconi, "se puede abrir una nueva dialéctica política" en Italia
Contacto con Mario Lubetkin, corresponsal de En Perspectiva en Roma.
(emitido a las 8.49 Hs.)
EMILIANO COTELO:
En Italia se produjo ayer domingo la noticia que buena parte del mundo estaba esperando. El primer ministro Silvio Berlusconi finalmente presentó su renuncia.
Ayer mismo el presidente de la República, Giorgio Napolitano, encargó la formación de un nuevo Gobierno a Mario Monti, un economista de 68 años, ex comisario europeo para la competencia.
Al aceptar ese desafío, Monti dijo que el objetivo fundamental de su futuro gabinete será "sanear la situación financiera y retomar el camino del crecimiento".
(Audio Monti)
"Tengo la intención de cumplir con esta tarea con un sentido de responsabilidad y de servicio para el país. En un momento de particular dificultad para Italia, en un cuadro europeo y mundial complicado, el país debe vencer al desafío del riesgo y debe ser una fortaleza, no una debilidad de la Unión Europea, de la cual somos fundadores y de la cual debemos ser protagonistas".
(Fin del audio)
¿Quién es Mario Monti? "Un gentleman. La palabra surge una y otra vez cuando hoy se inquiere en Bruselas sobre Mario Monti, a sus 68 años primer ministro in pectore de Italia. Pero también se le adjetiva como serio, riguroso, exquisito, valiente, cariñoso, inteligente, extraordinario, europeísta, tecnócrata, reservado... diríase que él solo agota todas las palabras de encomio del diccionario, que sigue soltando pétalos: íntegro, ecuánime, justo, profesional (muy), humano (muy), capaz (muy), hombre que escucha, pragmático, discreto...".
Así comienza un artículo firmado por Ricardo Martínez de Rituerto, del diario El País de España, escrito desde Bruselas. "Las fuentes son diversas, personas que trabajaron con él, que lo hicieron junto a él, que chocaron con él o que lo observaron desde fuera a lo largo de los 10 años que sirvió en la Comisión Europea como comisario de Mercado Interior, en un primer mandato, y de Competencia, luego, lanzado en ocasiones con celo talibán a empeños de los que no siempre salió triunfante por más que lo que haya quedado en la memoria sean triunfos como los logrados en la liberalización de los duty free de los aeropuertos, el veto al tándem de General Electric con Honeywell o la multa descomunal a Microsoft por abuso de posición dominante.
Incluso Jack Welch -uno de los mayores gestores empresariales del siglo XX, y a quien Monti echó por tierra en 2001 la adquisición de Honeywell por su General Electric, entonces la mayor operación industrial de la historia- le recuerda en sus memorias como "amable, inteligente, aunque formal en exceso". Cuenta el americano cómo notó en su primera reunión que había una cierta sintonía personal entre ambos y, según la costumbre de Estados Unidos, le ofreció rápidamente el tuteo. Señor Monti, llámeme Jack, por favor, le tentó el tiburón. Le llamaré Jack cuando el asunto esté resuelto, respondió el comisario. Formal en exceso, quizá, pero siempre sabe cuál es su sitio, explica alguien que trabajó con él durante años.
Así que Italia y la Unión Europea deben prepararse para un cambio radical en Roma. Abandonan el escenario las bufonadas, las horrísonas salidas de tono, las chabacanerías innúmeras, policías y ladrones para dejar paso al rigor, la sensatez, el conocimiento, los valores y el porte aristocrático. No en vano en Bruselas también hay quien llama a Monti el Cardenal".
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Para conocer cuáles han sido las primeras reacciones y qué se puede esperar para los próximos meses, vamos a conversar en los próximos minutos con nuestro corresponsal en Roma, Mario Lubetkin, director general de la agencia IPS.
La dimisión de Berlusconi se produce luego de que el Parlamento aprobara las medidas con las que se espera salir de la crisis que enfrenta Italia. Esta crisis, ¿puede adjudicársele directamente a la gestión de Berlusconi? ¿El fue el responsable del estado en el que termina quedando el país?
MARIO LUBETKIN:
Eso es parte del debate que hay aquí. Numerosos editorialistas destacan el mal manejo del Gobierno en relación a la gestión de la crisis, más que a la responsabilidad del origen, que no parte de Europa sino de Estados Unidos. Se considera inadmisible que el escenario económico italiano sea comparable con el escenario económico griego. Son economías sustancialmente distintas, estamos hablando de un país que tiene el 3% de la economía europea en el caso griego y estamos hablando de la tercera economía del euro, en el caso italiano.
La crítica que se le hacía a Berlusconi era el mal manejo de la gestión, que en vez de tratar de ir saliendo de la situación la fue enredando, fue manteniendo promesas genéricas y no tomó ninguna definición fundamental como para permitir alejar a Italia de la crisis en la cual está metida, y está metida en forma grave.
EC Berlusconi ya ha anunciado que continuará en política, probablemente incluso desde el Parlamento. ¿Cómo puede jugar esa presencia suya en la etapa que viene? ¿Seguirá siendo un hombre fuerte en la política italiana?
ML Solo la vida va a poder dar esa respuesta. La sensación que hay es de que el momento más importante de la vida política de Berlusconi terminó el sábado a las 21.15 cuando presentó la renuncia al presidente Napolitano.
Ayer hizo una especie de falsa cadena de televisión en la cual dijo lo que tú estás señalando. Pero no tuvo mayor impacto. En las primeras horas de hoy todo sigue en los términos y en los planes que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, colocó. El centro de la vida política no es Berlusconi sino el nuevo primer ministro Mario Monti.
Las afirmaciones de Berlusconi son lógicas, por lo que aconteció el sábado entre las 19.00 y las 21.00, cuando miles de personas salieron a la calle a festejar "el fin de un imperio", como gritaban en la calle. Gritaron consignas en el momento en que salía de su casa particular en el centro de Roma y cuando se dirigía a la Presidencia de la República para entregar su carta. Eso evidentemente lo afectó. Está claro que en su mensaje de ayer le respondía a los manifestantes cuando decía "No es el fin de mi vida política, yo seguiré haciendo política desde el Parlamento". Eso es lo que están señalando varios de sus colaboradores particulares.
De hecho, parte de esto va a ser así. Porque para que este Gobierno de transición, de salvación nacional o el término que se quiera usar se mantenga va a tener que contar con los votos del grupo político hasta ahora mayoritario de Berlusconi. Está claro que si ese grupo político se declara en contra el Gobierno de Mario Monti no va a durar y se va a ir a elecciones anticipadas inmediatamente.
EC La Liga Norte ya dijo que no apoya.
ML Eso es parte de los nuevos escenarios políticos que se pueden dar a partir de ahora, si la ruptura de la Liga Norte con el grupo de Berlusconi va a significar una ruptura definitiva de la alianza de derecha o si va a ser solamente en términos coyunturales. Otra pregunta que nace es si el grupo de Berlusconi se va a mantener unido o si se va a fracturar en diferentes grupos y una parte de ellos va a ir al centro político que hoy está expresado en el tercer polo. Ahora se puede abrir una dialéctica política nueva en función de un punto fundamental, que Berlusconi perdió el poder que tenía hasta el día sábado.
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