"Italia vive una tregua, porque un paso equivocado puede llevar al derrumbe de la economía"
Contacto con Mario Lubetkin, colaborador de En Perspectiva desde Roma.
(emitido a las 8.47 Hs.)
EMILIANO COTELO:
¿Cómo están las cosas en Italia después de la renuncia de Silvio Berlusconi y su sustitución por Mario Monti como nuevo jefe de Gobierno?
La noticia más reciente a propósito de Italia es un desmentido del Fondo Monetario Internacional (FMI). El FMI negó rotundamente esta mañana las informaciones que publicó el periódico italiano La Stampa y que decían que Italia estaría negociando con ese organismo un plan de financiación para superar las tensiones que sufre en los mercados de deuda. Según fuentes oficiales del FMI, no hay discusiones con las autoridades italianas acerca de un programa de financiación del fondo. El Gobierno de Roma, ahora con Monti al frente, ya está bajo supervisión del FMI para garantizar que cumple con las reformas y recortes comprometidos con el objetivo de recuperar la sostenibilidad de sus finanzas públicas.
Según la noticia que había publicado La Stampa, el crédito que se estaba negociando con el FMI alcanzaría los 600.000 millones de euros y sus condiciones pasarían por un tipo de interés de entre 4% y 5%, o sea, por debajo de lo que le cuesta actualmente a Italia acudir a los mercados tradicionales a emitir deuda.
Esa cifra le permitiría al país que afronta serios vencimientos y que tiene un volumen de deuda equivalente a 120% de su Producto Bruto Interno contar con 18 meses de alivio sin necesidad de depender del mercado.
Ese lastre semejante deuda y las débiles perspectivas de crecimiento que presenta la economía italiana, así como la demora en poner en marcha las reformas para recuperar la sostenibilidad fiscal, son los factores del "acoso" que sufre Italia, cuyos números a esta altura ya se encuentran en las puertas de la zona de riesgo, que para Grecia, Irlanda y Portugal acabó suponiendo su rescate.
Mario Lubetkin, nuestro colaborador en Roma, está en línea en este momento.
¿Cómo observaste este trascendido y este desmentido? ¿Qué está queriendo decir?
MARIO LUBETKIN:
Entra dentro de lo que habíamos hablado hace quince días. El FMI va a tener un papel importante, no solamente en Italia sino en todo el proceso europeo, para buscar una salida de la crisis en la cual está metida toda Europa, sobre todo algunos países como Italia.
Si bien está ese desmentido de un funcionario ocurrido en el día de hoy, esto demuestra que hay un proceso de negociación detrás. En estos días se habló mucho de cuál puede ser el papel del FMI y de la banca central europea y todavía no aparece claro. En primer lugar, porque todavía no se sabe cuáles van a ser las medidas que va a tomar el actual Gobierno presidido por Mario Monti en relación a la crisis económica. Eso se va a saber recién en los próximos quince o veinte días, antes de fin de año. Por lo tanto, no más allá del 15 de diciembre se tiene que saber, primero, cuáles van a ser las medidas y, segundo, quiénes van a ser los financiadotes de las medidas. Un dato que ha surgido hoy es que ya está previsto que 2012 sea un año absolutamente recesivo para Italia.
EC - ¿Y cómo está analizándose este primer período, muy breve aún, de jefatura del Gobierno a cargo de Mario Monti, este exfuncionario jerárquico de la Unión Europea que logró el consenso de prácticamente todo el arco político italiano, a excepción de la Liga Norte? Te lo pregunto teniendo en cuenta que la semana pasada fue recibido por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy en esa cumbre que tuvo lugar en Estrasburgo, Francia. Allí, Sarkozy y Merkel expresaron plena confianza en Monti y en su Gobierno, manifestaron su apoyo a Italia, pero aseguraron ser conscientes de que la caída de Italia llevaría inevitablemente al final del euro, provocando un "estancamiento del proceso de integración europea de consecuencias imprevisibles". Fue un planteo un poco dramático, ¿no?
ML - Italia es la tercera economía del euro, por lo tanto no hay fondos de reserva que puedan sostener un derrumbe de este tipo para todo el escenario de los países que están relacionados con la moneda del euro.
Esa cumbre hay que mirarla desde dos puntos de vista. Por un lado, a diferencia del pasado, cuando Alemania y Francia no respaldaban la política económica del expresidente Berlusconi, ahora quieren dar una señal muy clara de que con la nueva gestión están dispuestos a dar un respaldo muy importante. Pero el segundo aspecto es también la intención de construir un eje de las tres principales economías del euro. Si bien Italia es más débil que Francia y Alemania, sin duda para el contexto europeo juega un rol absolutamente esencial. Por lo tanto, no solamente fue una recepción que le hicieron a Italia la presidente del Gobierno alemán y el presidente francés, sino que buscaron en cierta forma incorporar a Italia no en el directorio de estos dos países pero sí en el esfuerzo de comandar esta situación de crisis en Europa. Particularmente por el respeto que se le tiene al actual jefe de Gobierno italiano en su perfil económico y financiero.
EC - Sí, el propio Monti anunció que va a llevar contribuciones a estos debates que está realizando Europa a propósito de las reformas que tiene que encarar, en particular en la zona euro. Eso puede haber sorprendido un poco, teniendo en cuenta la debilidad de la situación italiana. Pero, al mismo tiempo, hay que entender que Italia está en una nueva era, que pasó la era Berlusconi y que el estilo de conducción de Monti y sus credenciales en esta materia son otras, ¿no?
ML - Exacto. Pero aparte hay un juego de intereses cruzados. Si tú seguiste la conferencia de prensa final de los tres jefes de Gobierno -Alemania, Francia e Italia- primero hay un conjunto de contradicciones, que se están transformando en contradicciones centrales europeas, que si no se resuelven va a determinar una fortísima parálisis europea. En primer lugar, si se va a crear o no los eurobonos europeos sobre los cuales Alemania está absolutamente en contra para buscar otros mecanismos de financiación ante la situación europea. Segundo, cuál va a ser el rol del Banco Central Europeo en una gestión por encima de las capacidades de las gestiones nacionales. Alemania también está absolutamente en contra de esto y la mayoría de los países del euro está absolutamente a favor, pero naturalmente Alemania pesa mucho por la capacidad de financiación que está teniendo de todo el contexto europeo. Mario Monti puede jugar un rol en todo ese debate. Si tú mirabas la conferencia de prensa, el presidente francés lo estaba empujando en esa dirección, o sea, en cuáles finalmente van a ser las medidas más allá de la coyuntura de los próximos dos años para sostener a mediano o largo plazo la política y la moneda del euro. Desde ese punto de vista, Italia, más allá de la fragilidad que tiene, es un actor muy importante, histórico, en Europa. Naturalmente, el expresidente Berlusconi por su propia política había reducido todo margen de participación, lo que es absolutamente diferente con Mario Monti. Tú lo señalaste anteriormente, aquí se está respirando otro clima político, otro clima de confianza. De todos modos, los peligros son extraordinarios y no está dicho que Mario Monti logre pasar esta primera fase y completar los dos años de gobierno que le quedarían hasta 2013.
EC - ¿Cómo es el clima ahora dentro de Italia? ¿Qué ambiente político hay en estos primeros días de gestión de Monti?
ML - Hay un clima de confianza y de expectativa. Diría más de expectativa que de confianza, porque las medidas todavía no se saben, se van a saber ahora, antes del 15 de diciembre. El presidente Monti habló de austeridad pero también de mecanismos de igualdad y de equidad. Hay que ver cuál va a ser la ecuación que él logre con las medidas para aplicar estos conceptos.
Pero él tiene un problema muy importante y es que el parlamento no cambió, no hubo elecciones anticipadas. La mayoría de los parlamentarios corresponde al grupo de Berlusconi, porque todavía no se ha generado ningún mecanismo de división importante dentro del grupo parlamentario del expresidente. Por lo tanto, si Mario Monti no logra mantener el acuerdo de fuerzas contrapuestas y contradictorias como sería el exGobierno más la oposición para que sostengan sus medidas, no va a tener mucho margen para poder gestionar el país.
Por ahora hay una especie de conciencia y de tregua entre los diferentes actores políticos, porque se sabe que un paso equivocado puede llevar al derrumbe de la economía italiana.
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