(emitido a las 8.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Ayer en Río de Janeiro un grupo de militantes del Comité Popular del Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 se movilizó para repudiar el proyecto de privatización del legendario estadio Maracaná.

El comité protesta porque la reforma del estadio para el Mundial se está realizando con fondos públicos y al mismo tiempo el gobernador de Río, Sergio Cabral, impulsa la privatización de Maracaná para después del Mundial.

En octubre había trascendido que el empresario Eike Batista, el más rico de Brasil, tenía interés en comprar este estadio, que en realidad se llama "Jornalista Mario Filho".

Mientras tanto, desde agosto del año pasado no hay fútbol en Maracaná. Lo que hay allí son obreros que corren de un lado a otro empeñados en terminar en tiempo y forma el proyecto de modernización.

Juan Andrés, estuviste recorriendo estas instalaciones.

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Sí, podríamos decir que es un esqueleto, uno apenas puede identificar que se trató de un estadio, que se trató del Maracaná, porque es muy poco lo que se puede ver allí.

EC – Ubiquemos los antecedentes del Maracaná.

JAE – Fue creado en 1950. Allí se disputó la final del Mundial de ese año y todos los brasileños lo recuerdan. En esta ocasión, para el Mundial 2014 se van a jugar siete partidos incluyendo la final. Por eso la refacción de este estadio tiene un gusto muy especial para los brasileños.

Está ubicado en el barrio Maracaná, que le dio el nombre popular, aunque –como tú decías en la presentación– formalmente tiene el nombre de un periodista, Mario Filho.

EC - ¿Sigue pintado de celeste por afuera?

JAE – Ahora no se le puede ver el color celeste, pero es todo un tema. Cuando se jugaba la final, en la previa, se decía que el Maracaná iba a quedar pintado por afuera con los colores del campeón del mundo. Y efectivamente pasó a tener celeste y blanco. Pero, ¿fue por Uruguay? Algunos dicen que es por los colores de la municipalidad de Río de Janeiro, que son esos mismos.

EC – En todo caso fue una feliz coincidencia.

JAE – Una feliz coincidencia, no hubo ninguna contradicción.

EC - ¿Qué pudiste observar cuando entraste al estadio?

JAE – Se pueden ver pilotes. Primero ubiquémonos: hasta ahora el Maracaná tenía dos grandes anillos. No tiene división de tribunas, no hay Olímpica, Ámsterdam, Colombes, sino que son dos grandes anillos, separados el nivel uno y el nivel dos. El primer anillo, el de más abajo, no existe, no hay nada, se ven solamente pilotes, no hay absolutamente nada abajo. Y lo que antiguamente era el segundo anillo prácticamente está todo. En una parte no se ve; directamente hay un segmento del Maracaná que tiene solamente los pilotes.

No está el techo. El Maracaná tenía un techo. No era importante en cuanto a dimensiones pero sí le daba una característica muy especial. Ese techo fue removido la semana pasada porque allí se va a instalar un muy moderno techo que le va a dar una nueva característica y un confort a los espectadores.

En total hay que pensar que hay 2.000 personas trabajando.

EC - ¿La cancha?

JAE – La cancha no existe.

EC - ¿Qué hay en su lugar?

JAE – Tierra, hormigón premoldeado, camiones, retroexcavadoras. O sea: el campo de juego no existe.

EC - ¿Y a qué apunta el proyecto Maracaná 2014?

JAE – Apunta primero a que se reduce su capacidad. De los 200.000 que estuvieron en la final del año 50 se fue bajando la capacidad. Ahora se reduce nuevamente y va a quedar en 76.500 espectadores cuando anteriormente tenía en su última remodelación una capacidad para 100.000.

Los dos anillos se van a integrar, no va a haber división de tribunas, o sea que va a ser un gran anillo que va a rodear la cancha. Se acorta la distancia. El espectador, el que está más abajo, tendrá 12 metros de distancia entre su asiento, que va a ser muy cómodo, muy confortable; va a ser una especie de Moviecenter o de Hoyts. Imagínense ese tipo de asientos para el estadio. Doce metros entre el que está en la primera fila y el campo de juego.

Se van a construir cuatro rampas de acceso más. Hoy ya tienen dos. Eso va a permitir que, por ejemplo, el público pueda retirarse en ocho minutos de acuerdo a lo que se calcula.

Pero la innovación más importante viene por el lado del techo, va a ser una lona tensionada, policarbonatada, va a ser un distintivo, va a cubrir a todo el público. Pero además se va a regular en función del momento del partido: si es de noche, si es de día, si hay humedad. Es decir, va a tener ciertas características para que, por ejemplo, pase la luz en determinada proporción en función de esos datos.


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EC – ¿Algún detalle más que te haya quedado en el tintero sobre el proyecto de Maracaná?

JAE – Sí, la inversión: 770 millones de reales, eso es lo que se calcula para esta remodelación para estos siete partidos, aunque después continuará siendo estadio para otros eventos deportivos. Pero lo interesante es que la inversión se ha incrementado en términos de costos en 200 millones, producto de las demoras que tuvo originalmente. Esto va a quedar pronto para febrero del 2013. Han tenido que aumentar. Seguramente va a aparecer por allí alguna discusión entorno a los costos pero eso es harina de otro costal.

EC – Es harina ya conocida en los preparativos de estos eventos deportivos; campeonatos mundiales, juegos olímpicos... dónde no ocurre esto de que los números se disparan bastante más allá de lo programado y lo aceptado.

JAE – Sí, en este caso es clarísimo, pero Río tendrá la final de la copa del mundo 2014, eso es seguro.

EC – ¿Y qué impacto se estima tendrá el Mundial 2014 en la economía de Brasil?

JAE – Yo les dije que 300, 400 millones de dólares es el costo de la remodelación del estadio Maracaná, pero de acuerdo a cálculos que ha llevado adelante el banco Itaú 20.600 millones es lo que se calcula de inversión global de todo Brasil. Aquí se incluye seguridad, hoteles. No estamos hablando de inversión solamente pública; hablamos de inversión pública y privada. Se van a crear por efecto de este Mundial 250.000 nuevos puestos de trabajo, 3 millones de turistas se calcula que van a estar asistiendo a Brasil durante el Mundial, que van a gastar 3.000 millones de dólares.

En definitiva esto va a tener un impacto obviamente en el Producto Bruto, Itaú estima que el PBI va a crecer 2,4% en siete años, pero imagínense ustedes esto es bastante menos que el crecimiento del crédito hipotecario que se estima tendrá Brasil y mucho menos todavía el impacto que tendrá la explotación de Petrobrás del petróleo que tiene en lo que se denomina Presal. O sea el Mundial va a tener un impacto mucho menor a eso otro que está movilizando a Brasil que va a ser seguramente un antes y un después.

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EC - ¿Podemos explicar un poco mejor qué es ese 2,4% de crecimiento del PBI al que aludías?

JAE – El 2,4% es el PBI que se va a ampliar es el incremento del PBI a lo largo de siete años. Es decir: esto tendrá impacto en 2013 o 2014. Se dice que a partir de ahora, y durante los próximos siete años, el PBI de Brasil va a crecer un 2,4%, explicado por el efecto del Mundial 2014. Después habrá otros efectos por supuesto, pero lo del Mundial 2014 durante siete años va a explicar un crecimiento del PBI del 2,4%.

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