Internacionales

Arafat cede para evitar la disolución del gobierno

Comentario de Mauricio Rabuffetti

(Emitido a las 08.40)

EMILIANO COTELO:
Hace exactamente una semana hablamos En Perspectiva de la renuncia del primer ministro palestino, Ahmed Qureia. Hoy tenemos que decirles que Qureia finalmente se queda en el gobierno palestino liderado por Yasser Arafat. ¿Cómo se dio este cambio, qué ocurrió para que el primer ministro palestino tomara la decisión de retirar su renuncia? Arafat finalmente cedió en una de las cuestiones más polémicas de la interna palestina: el control de las fuerzas de seguridad.

Vamos a detenernos en las consecuencias que esta decisión de Yasser Arafat tiene tanto hacia dentro del gobierno palestino, como hacia fuera, es decir en su relación con el gobierno israelí que encabeza Ariel Sharon.

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El diálogo es con Mauricio Rabuffetti. La renuncia de Ahmed Qureia estuvo sobre la mesa de Arafat durante diez días, día más, día menos. ¿Cómo se llega entonces a esta solución que permite la continuación de Qureia al frente del Ejecutivo palestino?

MAURICIO RABUFFETTI:
Qureia presentó renuncia dos sábados, el 17, a raíz de una serie de episodios de violencia, enfrentamientos y secuestros de funcionarios del gobierno palestino en la franja de Gaza acusados de corrupción. Presentó renuncia porque desde su puesto, a pesar de ser el jefe de gobierno, no podía tomar decisiones que le permitieran conjurar, contener una crisis de ese tipo. Y no podía hacerlo porque, precisamente, el control de las fuerzas de seguridad, como señalamos varias veces aquí, estaba cien por ciento en manos de Arafat. Entonces esta crisis que puso al borde de la disolución al gabinete palestino se solucionó de la única forma posible si el objetivo era, como demostró Arafat, que Qureia siguiera como primer ministro: que Arafat renunciara a parte del control que ejercía sobre las fuerzas de seguridad. Esta decisión de Arafat es la que explica que Qureia haya aceptado continuar en su cargo.

EC - Sí, pero el miércoles pasado señalábamos que Arafat había resuelto modificar la estructura de los cuerpos de seguridad palestinos. Y sin embargo Qureia no retiraba su renuncia.

MR - Claro: ahora hubo una decisión mucho más trascendente por parte de Arafat que la que tú estás mencionando, que era esencialmente una gran reorganización de las fuerzas de seguridad.

EC - A eso voy. ¿Qué es en esta resolución lo que hizo que ayer viéramos a Arafat y Qureia tomados de las manos y saludándose efusivamente?

MR - Siguiendo con el razonamiento que planteábamos recién, Qureia no pudo controlar la crisis de seguridad que estalló hace diez días en los territorios, especialmente en la Franja de Gaza, porque no tenía poder de mando sobre las fuerzas de seguridad palestinas, sobre ninguna de las nueve ramas de las fuerzas de seguridad existentes hasta la semana pasada. Ahora Qureia va a quedar con el control de la seguridad dentro de los territorios. Vale decir que esto no es más que la aplicación de leyes que estaban vigentes y aprobadas. La seguridad exterior, según esas mismas disposiciones legales y según se desprende de la decisión anunciada por Arafat, va a seguir en manos del líder palestino.

EC - Este último punto es muy importante porque quizá permite hacer una distinción entre las consecuencias de este cambio hacia dentro y hacia fuera, algo que planteábamos en la introducción de este espacio. ¿Podemos detenernos en este punto específico?

MR - Sí. Hacia dentro creo que podemos resumir lo que veníamos señalando recién diciendo que lógicamente se fortalece la posición del primer ministro. Se fortalece el primer ministro, que va a tener control sobre las fuerzas de seguridad y por lo tanto otra capacidad de reacción. Esto es de suma importancia, no sólo porque dota de una mayor autonomía a la figura del primer ministro palestino, sino también, y a corto plazo diría que sobre todo es importante, en la perspectiva de un eventual retiro de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza y de algunos asentamientos judíos de Cisjordania.

EC - La cuestión de la seguridad de los territorios es una de las preocupaciones fundamentales si esa retirada unilateral finalmente llega a ocurrir.

MR - Sin duda. En ese sentido un primer ministro palestino con control de este aspecto ofrece a priori una perspectiva de mayor estabilidad. Digo a priori porque habrá que ver cómo se materializa en los hechos este cambio en la estructura de mando de las fuerzas de seguridad palestinas. Además, un detalle adicional sobre este punto, la escena de ayer que tú describías recién, en la que Arafat llamó a Qureia "hermano", fue un claro intento de mostrar unidad en el gobierno palestino que había dado una imagen de fisura. Ayer las cadenas internacionales de televisión mostraron a Arafat en el lugar habitual en el que habla a la prensa en el patio exterior de la Mukata, su cuartel general de Ramala, en un rinconcito en el que hay algunas pancartas con reivindicaciones palestinas pero, a diferencia de ocasiones anteriores, la imagen que se vio fue la del líder palestino y su primer ministro secundados por integrantes del Parlamento. Todo un símbolo que habrá que ver en las próximas horas si surte el efecto deseado y se conjuran por completo los enfrentamientos internos en los territorios.

EC - ¿Y qué pasa hacia fuera, en la relación de la Autoridad Palestina con Israel?

MR - Varias veces hemos explicado que uno de los pedidos de reforma más importantes que se le han hecho a la Autoridad Palestina, no sólo por parte de Israel sino también por parte de la comunidad internacional en general y especialmente del Cuarteto para Medio Oriente, es decir Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y las Naciones Unidas, que propusieron la Hoja de Ruta para la paz en Medio Oriente, es precisamente una reforma de los servicios de seguridad. Es uno de los elementos clave para reactivar las negociaciones de paz. Israel esperaba negociar primero con Abu Mazen, o Mahmoud Abbas, el anterior primer ministro palestino...

EC - ...y que renunció justamente porque no consiguió que Arafat cediera el control de los servicios de seguridad, algo que era condición previa para sentarse a hablar con el gobierno de Sharon.

MR - Exactamente. Ahora Qureia obtiene una concesión de Arafat que representa un avance sustancial en este sentido, al menos en los papeles, y que no quiere decir que vayan a reiniciarse mañana conversaciones porque hay muchísimos factores adicionales que juegan aquí. Simplemente digo que es un paso en la dirección que tanto la comunidad internacional como Israel exigían para que se entablase un diálogo de paz.

EC - Por supuesto vamos a seguir este tema porque, como decías, es importante ver de qué forma se materializan estos cambios anunciados y qué efectos tienen.

MR - Seguro que sí. Además Medio Oriente es uno de los temas que más hemos abordado en este espacio, así que seguiremos atentos a él.

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Edición: Jorge García Ramón