Internacionales

Irán realiza pruebas con misiles de largo alcance

Contacto con Susana Mangana, doctora en Estudios Árabes e Islámicos por la Universidad Autónoma de Madrid, colaboradora de En Perspectiva.


(emitido a las 7.38 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Irán probó ayer con éxito dos misiles de largo alcance en un ejercicio naval realizado cerca del estrecho de Ormuz, un corredor que conecta el Golfo de Omán con el Golfo Pérsico, permitiendo la salida al océano Índico, y por el que atraviesa el 20% del petróleo que se comercializa en el mundo con unos 12 a 15 barcos petroleros por día.

"Probamos con éxito misiles de largo alcance mar-tierra y tierra-tierra, llamados Qader (que significa 'capaz') y Nur (que significa 'Luz')", dijo ayer el vicecomandante naval Mahmoud Mousaví a la televisión estatal.

El primero de los proyectiles tiene un alcance aproximado a los 200 kilómetros, según la información publicada por la agencia semi-oficial Fars. Esta distancia es similar a la que existe entre Irán y Bahréin, donde se encuentra la Quinta Flota estadounidense.

Diez días antes, el Gobierno de Teherán había amenazado con la posibilidad de cerrar el estrecho de Ormuz, aunque ahora dijo que esa no era su intención y que solo estaba realizando ejercicios de simulación de tal bloqueo.

"No hay orden de cerrar el Estrecho de Ormuz. Pero estamos preparados para varios escenarios", dijo a la televisión estatal el jefe naval Habibollah Sayyari.

Estas novedades se producen horas después de que el 31 de diciembre el Gobierno de Estados Unidos anunciase nuevas sanciones para las instituciones financieras que comercien con el Gobierno de Mahmud Ahmadineyad.

Para entender más a propósito de esta situación, que ha generado nerviosismo y tensión en distintos países del mundo por estas horas, nos ponemos en contacto con Susana Mangana, integrante de las tertulias de En Perspectiva y especialista en asuntos árabes que por estos días está en Sudáfrica.

Contanos, en primer lugar, qué importancia tiene este último anuncio hecho por Irán sobre sus maniobras militares y los misiles. ¿A quién se dirige este anuncio y qué es lo que se busca?

SUSANA MANGANA:
Realmente yo creo que es una pulseada más en el régimen de Irán, en el cual hay discrepancias internas muy importantes entre los Ayatollah, es decir entre el sistema clerical y los políticos civiles, el presidente y la guardia republicana, que es su máximo apoyo.

Además, me parece que hay que entenderlo en el contexto de rispidez en las relaciones de Irán con la comunidad internacional y, más concretamente, con los socios internacionales de Estados Unidos, me refiero a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

También hay que tener en cuenta que los enemigos de Irán son sobre todo primero que nada enemigos internos, hay ciudadanos con pasaporte, con nacionalidad iraní, que no desean continuar con el régimen de los Ayatollah con la revolución islámica tal y como está establecida sino que además tiene también vecinos molestos u hostiles, como por ejemplo las monarquías árabes y sobre todo su vecino principal, Arabia Saudí.

Yo creo que este anuncio viene a ser una vez más una llamada de atención, de advertencia. No tanto para Israel, como normalmente se suele pensar en la prensa europea, sino sobre todo para poner nerviosos, inquietos, a los árabes. Además, la relación de poder ha cambiado en los últimos 15, 20 años, mientras que antes Catar y Emiratos Árabes Unidos no representaban una fuerza importante en el Golfo Pérsico. Hoy tienen voz y voto. Hoy tienen una pujanza económica que les permite apostar a una diplomacia renovada y creo que Irán está aprovechando también el momento de crisis que vive y que atraviesa el mundo árabe por la llamada "primavera árabe" y por tanto la falta de liderazgo árabe-musulmán.

EC – ¿Cuál es la razón para que Irán esté intentando desde hace décadas, porque esto viene incluso desde la época del Sha Reza Pahlevi, el desarrollo de un programa nuclear propio y el mejoramiento de su equipamiento armamentístico? ¿Son ansias de hegemonía en la región del Golfo Pérsico?

SM – Exactamente, es como tú lo has dicho. Es un ansia de controlar, de dirigir. No hay que olvidar que el régimen de Irán es un régimen muy orgulloso de su pasado y de su legado histórico. Eran una civilización poderosa. Son el imperio sasánida persa, desde los partos, de los aqueménidas. Controlaban muchísimos territorios incluida Armenia, o territorios que hoy son, por ejemplo, Afganistán. Con lo cual ellos todavía tienen ese orgullo, esa diferencia.

Es uno de los pocos países de la región de Oriente Medio que no fueron colonia de algún país europeo como Gran Bretaña, Francia, Holanda, o incluso de Estados Unidos. Si bien la relación con Estados Unidos realmente se torció y mucho a partir de la revolución de [...] en 1979, el sentimiento hostil hacia Estados Unidos surge después de 1979, con lo cual es muy reciente.

Por eso yo creo que hay que tener en cuenta que lo que busca Irán con el desarrollo de su programa nuclear es advertir a sus adversarios y a sus enemigos de que ellos también pueden tener armas nucleares o algún tipo de bomba como para protegerse y evitar así una acción mayor como alguna ocupación de su territorio porque también se han dado cuenta de que países que no tenían armas nucleares como Irak o Afganistán fueron invadidos por coaliciones lideradas por Estados Unidos.

Primero que nada son ansias de hegemonía, sobre todo de control de la zona emergente del Golfo Pérsico, porque hablar de Oriente Medio es un contexto geográfico demasiado vago y amplio, y hoy tendríamos que hablar del Golfo Pérsico, que, como digo, es una zona emergente en lo económico. No hay que olvidar que Arabia Saudí, Irán e Irak tienen las mayores reservas de petróleo del mundo, solamente Arabia Saudí tiene 22% de las reservas mundiales de petróleo, e Irán tiene 11,5% de esas reservas mundiales.

Ahí tenemos que hablar de la rivalidad histórica entre el régimen suní de Arabia Saudí, de una monarquía, y una república teocrática, pero una república al fin. Aquí volvemos a ver cómo la religión y la política en Oriente Medio se entremezclan de una manera perversa. Es por eso que los árabes musulmanes tanto de Qatar, de Emiratos Árabes Unidos, como Arabia Saudí, pero incluso de Yemen, temen la injerencia en su soberanía, en sus asuntos internos, de una revolución chií que les amenaza, ¿por qué? Porque ellos también tienen núcleos y focos de ciudadanos chiíes que les gustaría tener una revolución al estilo de la revolución de 1979.

EC – Por lo que has dicho, porque lo has mencionado ya en un par de ocasiones a lo largo de esta charla, los países amenazados por la actitud del Gobierno de Irán son unos cuantos más que Israel, en quien se tiende a pensar en primera instancia.

SM – Sin lugar a dudas. Yo creo que esto no es solo un análisis que yo hago sino que allí en Uruguay también cada vez que vienen visitantes profesores universitarios de Israel, no quizá tanto representantes del Gobierno actual de Benjamin Netanyahu, confiesan ellos también que entienden que Irán es una amenaza existencial para Israel. Si bien el presidente Ahmadineyad es un hombre beligerante, con una actitud de ir al choque, de desafiar a la comunidad internacional, de negar el holocausto o ponerlo por lo menos en cuestión, yo creo que la causa palestina es una vez más usurpada por los iraníes, porque saben que así ganan simpatías entre los árabes musulmanes. Ellos también quieren liderar a la comunidad musulmana y le están disputando ese rol a Arabia Saudí toda vez que Egipto y que Irak están fuera de combate por las propias crisis internas que viven.

Pero a mí me parece que hacemos mal cuando los analistas ponemos el foco en la relación ríspida entre Israel e Irán, porque ambos países saben que no pueden llegar hasta el extremo de lanzarse misiles, porque si Irán inicia una acción contra Israel sabe que es suicida, y los Ayatollah son clérigos pero no son bobos, y lo que no quieren es terminar con su poderío, con su mandato. Por lo cual yo creo que se van a contener y ahí tenemos a Estados Unidos, tenemos a Gran Bretaña que también ejercen de freno. Y por supuesto no olvidemos también el rol de Rusia y de China, que son dos aliados a nivel de comunidad internacional muy fuertes para Irán ahora que ha perdido también apoyos en la escena árabe, porque recordemos que su valedor o su país árabe al que podía recurrir para tener apoyos entre el grueso de las naciones árabes era Siria. Y hoy Siria no está para ese tipo de baile sino que tiene sus propios problemas internos y está sumido en un caos absoluto.

EC – Dos puntualizaciones con respecto a lo que marcaste recién. Primero, en dos palabras, ¿por qué existe la rivalidad entre Irán y Arabia Saudita, siendo que los dos son musulmanes, los dos son rigurosos en la aplicación de la ley islámica, los dos son conservadores en su forma de entender la relación entre Islam, religión y política?

SM – La rivalidad viene porque unos son suníes y otros son chiíes, en el mundo musulmán tenemos que hablar de 1.300 millones de musulmanes, 85% son suníes seguidores de la tradición del profeta mientras que el 15% restante son chiíes. En Irán se aglutina una gran cantidad de ciudadanos que son chiíes, el 98% de los ciudadanos de Irán son prácticamente chiíes, mientras que en Arabia Saudita ellos son suníes y por lo tanto sienten que la revolución islámica de Jomeini que no instaura una monarquía, un califato, sino que habla de una república que amenaza la propia existencia de esta monarquía y de la dinastía de la casa Saud. Entonces ellos sienten que Irán es un rival, porque además tiene esas ansias de hegemonía, de expansión de su territorio, de control y liderazgo del Golfo Pérsico.

EC – Y lo otro, en cuanto a aliados tú mencionabas que hoy los apoyos de Irán están concentrados en Rusia y en China.

SM – Son prácticamente en Rusia y China para frenar las sanciones económicas que le desea y quiere imponer Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, es decir el mundo occidental desarrollado. Después tendríamos que hablar de apoyos menores, apoyos logísticos, tácticos, de estrategia si se quiere, de grupos como Hezbollah, que también son chiíes en el Líbano pero que es un grupo minoritario a nivel de fuerza, de poderío, también Hamas a pesar de que son suníes, pero Hamas tiene su propia contienda con el estado de Israel, con lo cual tenemos que hablar también de la necesidad de Irán de mirar hacia otras regiones y de buscar apoyos.

Es por eso también que hay que entender la alianza estratégica entre el presidente Chávez, de Venezuela, o Noriega, o por ejemplo Evo Morales de Bolivia, con el régimen de los Ayatollah. No es tanto porque haya afinidad de pensamiento en cuanto al modelo político a implementar en cada uno de estos países, sino porque es una alianza coyuntural necesaria, a sus ojos, porque están combatiendo al imperialismo norteamericano.

Es esa la razón casi única del interés que tiene Irán en penetrar, no ya tan sigilosamente, puesto que tiene una actividad diplomática, pero también de divulgación de lo que es el Islam y de dar a conocer la religión del Islam a través de charlas, de apertura de centros islámicos o centros de lectura del Corán, enseñanza del persa.

Hay un interés de Irán de ganar adeptos en la comunidad internacional que sirvan de sostén porque sabe que está amenazado por esa comunidad internacional.

EC – Mirando a lo interno, ¿cuántos años han pasado de la revolución de Jomeini? ¿30, 33 años? ¿Qué pasa con la población iraní, todos los ciudadanos desean continuar viviendo bajo el rigor del régimen de los Ayatollah?

SM – No, evidentemente que no y es por eso que en la última elección en 2009, donde fue reelecto el presidente Ahmadineyad, hubo muchísima represalia, muchas protestas ciudadanas, el movimiento verde que se llamó con incluso torturas, detenciones, y muchos casos no aclarados todavía y algunas muertes también por la violencia inusitada de esta guardia republicana y de la policía en las calles de Teherán y en otras ciudades importantes.

Pero los ciudadanos iraníes, sobre todo los más jóvenes, tienen ansias de libertad, quieren reformas, no necesariamente es que quieran sacrificar su religión. En occidente tenemos que aprender a comprender que los musulmanes quieren casar modernidad con su religión. No quieren despojarse de sus rituales, de sus tradiciones, de sus costumbres. Pero ello no significa que sean ineptos o que no puedan aplicar un tipo de democracia similar a la que tenemos en occidente. Lo que pasa es que el régimen de los Ayatollah no cede, y ahora se da una situación interna muy difícil, en la cual el presidente Ahmadineyad está muy enfrentado a la cúpula clerical, sobre todo al representante máximo, que es el Ayatollah Jamenei, un cargo vitalicio. O sea que hasta que se muera este señor va a seguir siendo símbolo de Alá, símbolo de Dios que es lo que significa Ayatollah y es el referente máximo de los ideales de esa revolución. Por tanto, Jamenei ha dicho que quisiera incluso deshacerse del cargo de presidente, porque sabe que ahí tiene un cuasi enemigo.

Me parece que 33 años después, la revolución no es que esté muerta, pero los ciudadanos de a pie están exigiendo cambios, porque también se ven muy perjudicados a la hora de viajar al exterior por las barreras, los impedimentos, las trabas que hay hacia ciudadanos con pasaporte iraní. Pero además hay inflación, porque la economía no es pareja para todos los ciudadanos y hay muchos que sufren de desempleo, un país riquísimo en petróleo pero que también tiene que importar energía.

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