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El programa nuclear de Irán fue afectado por las sanciones económicas de la UE pero "todavía no se ve escasez en las calles"

Contacto con el politólogo Luciano Záccara, doctor en estudios árabes e islámicos por la Universidad Autónoma de Madrid.


(emitido a las 8.44 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Europa se paró firme ayer y aumentó fuertemente la tensión con Irán.

La Unión Europea (UE) impuso el lunes un embargo de petróleo gradual para Irán y congeló los activos del Banco Central de ese país con la intención de que el gobierno de Mahmud Ahmadinejad vuelva a las negociaciones sobre su programa nuclear.

La medida pretende presionar a Irán para que responda a la última oferta de negociaciones que se remonta a octubre pasado, cuando en nombre del Grupo de los 5 más 1, integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, escribió una carta a Irán para reanudar las conversaciones.

Entrevistada por la cadena árabe Al Yazira, Ashton señaló que "el propósito de esto es muy simple y sencillo: presionar al régimen lo más que podamos para que entiendan que somos absolutamente serios en cuanto a la necesidad de tener estas conversaciones y de que entiendan que continuaremos encontrando maneras de aplicar presiones políticas y económicas para que se sienten en la mesa de negociación".

¿Qué repercusiones puede generar esta medida? ¿Cómo puede reaccionar el propio Gobierno de Ahmadinejad a esta presión que ejerce ahora Europa? ¿Qué se puede esperar para las próximas semanas? Vamos a analizar este tema con el politólogo argentino Luciano Záccara, doctor en estudios árabes e islámicos por la Universidad Autónoma de Madrid, profesor en el curso Democratización y Reforma en Turquía e Irán, y máster en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos, que está en Dubai a esta hora.

Para comenzar, repasemos cuál fue la decisión que tomó ayer la UE. De acuerdo a lo informado, se prohíbe de forma inmediata la firma de nuevos convenios petroleros entre Europa e Irán. A su vez, se van a respetar los convenios ya existentes pero no más allá del 1º de julio. Además, se aumentan las sanciones financieras a Teherán congelando activos del Banco Central y se aprobaron restricciones a la compra de oro y metales preciosos procedentes de Irán.

¿Qué consecuencias podría tener para la región que Irán esté sancionado de esta manera?

LUCIANO ZÁCCARA:
En primer lugar el principal afectado va a ser Irán, por supuesto. Todo este tipo de restricciones que está sufriendo están afectando –si bien hasta ahora no se notaba tanto– la economía del país, sobre todo el comercio exterior. Pero también va a afectar, en primer lugar, a los países importadores de petróleo y, en segundo lugar, a los intermediarios. Hay que tener en cuenta que la mayoría del comercio iraní sale de sus fronteras principalmente a través de Dubai, a través de Turquía. Por otra parte, también hay países involucrados en estas sanciones que pueden verse afectados, que son los consumidores de petróleo como India, China y los países europeos que importan cerca del 15% del petróleo iraní. Por lo tanto, esta medida que tiene como objetivo afectar principalmente al régimen de Irán y forzarlo a que tome una decisión, o que se siente en la mesa de negociaciones, nuevamente tiene consecuencias económicas bastante graves en definitiva para la economía mundial.

JAE – Porque de hecho ya existen sanciones. A tal punto que el Washington Post en los últimos días había publicado un informe que señalaba una creciente desesperación de Irán, haciendo referencia por ejemplo a un fuerte crecimiento del valor de los precios de los alimentos, producto del bloqueo que ya existe. Ahora lo que ocurre es que este se amplía. ¿Pero cuál es la información que tú manejas con respecto al estado de situación? ¿Hasta ahora Irán se ha visto afectado por el bloqueo que está vigente?

LZ – Sí, poco a poco se va notando, no se nota tanto en las calles. Yo estuve hace un mes en Irán y se ven ciertas cosas. Evidentemente la inflación, pero la inflación es algo que ya es casi endémica en Irán, hace bastante que viene sufriendo el incremento de los precios, la subida del dólar, la subida del euro. Es verdad que los alimentos están cada vez más caros pero también es cierto que el Gobierno desde hace varios años está quitando subsidios a algunos productos como la gasolina, las cuentas de teléfono, gas, electricidad, etcétera. El aumento de precios y la reducción de la calidad de los productos de importación sobre todo de alimentos, verduras, frutas, etcétera, es algo que se viene sintiendo desde hace un tiempo. En parte es producto de las sanciones y en parte es producto de un mal manejo económico que ha hecho que el campo dejara de ser importante.

Pero sí hay algunas señales de que se están notando esos efectos de las sanciones. Lo que pasa es que hay una gran cantidad de dinero en efectivo que se sigue manejando porque no se pueden hacer transacciones internacionales.

Y se siguen viendo cosas muy raras, como que cada vez hay más coches importados, y cada vez más caros, porque cuesta mucho más importarlos a través de Dubai, casi el doble del precio normal. La construcción está creciendo increíblemente, cada vez hay más edificios, más lujosos y mucho más caros que antes. Al mismo tiempo, la población joven tiene cada vez más dificultades para poder acceder a una vivienda.

Pero lo que normalmente se dice es que como no se puede invertir en el extranjero por la falta de transacciones comerciales lo que hace la gente que tiene dinero es invertir en la construcción en el propio país.

JAE – O sea que seguramente ese es un efecto indirecto del bloqueo que ya está vigente y que han impuesto algunos países. Pero me pregunto por ejemplo con respecto...

LZ - ...Sí, lo que pasa es que todavía no se nota en el día a día, la gente todavía no es consciente de que lo que está pasando pueda llegar a ser efecto directo de las sanciones. Se culpa en parte a una mala gestión económica del Gobierno, que en parte es verdad. Y el Gobierno dice que las sanciones no tienen ningún efecto en el país, pero lo cierto es que el programa nuclear y el programa misilístico sí están siendo afectados, que las importaciones de gasolina en un principio fueron afectadas, aunque después se trató de subsanar la cantidad de gasolina a través de otros importadores y de la reconversión de nuevas refinerías. Pero por ahora no se ve escasez, no se ve que no haya dinero en las calles, no se ve que la gente esté sufriendo, por lo menos grandes problemas, por el tema de las sanciones.

JAE – Esta nota que yo mencionaba del Washington Post advierte que Ahmadinejad está perdiendo poder dentro de Irán, ¿cuál es tu visión al respecto de esto?

LZ – Si bien ha adquirido una cuota de poder importante, hace bastantes meses –si no se puede decir que ya desde las elecciones del 2009– que Ahmadinejad ya ha perdido el respaldo absoluto que tenía de parte de la elite militar y la cúpula clerical iraní. Y sobre todo teniendo en cuenta que Ahmadinejad termina su mandato el año que viene y nadie da un centavo por su futuro político, prácticamente está acabado. No puede presentarse a un tercer mandato presidencial y hasta ahora no ha sido capaz de nombrar a un sucesor para el cargo de presidente. Por lo tanto nadie da mucho por su futuro político. Y lo que se decía hace un tiempo atrás, que el líder había perdido el poder, parece que no es así; o que nunca ha sido así o que lo ha recuperado y que vuelve a estar en el centro de la escena política como decisor final y absoluto de todo lo que pasa en Irán.

JAE – Y a todo esto, ¿cómo sigue corriendo el programa nuclear?

LZ – Con los problemas ocasionados por las sanciones. Por lo menos la gente con la que he hablado en Irán me lo ha dejado bastante claro, ha habido un efecto de las sanciones sobre el programa nuclear, porque evidentemente todos esos materiales están mucho más controlados que la importación de petróleo. El petróleo se puede contrabandear o se puede escapar a través de la frontera en camiones cisterna. Pero los materiales nucleares están mucho más controlados.

El programa nuclear se ha visto afectado y se ha visto bastante reducido, por lo tanto los éxitos que se habían planteado en un principio en Irán son bastante dudosos. De hecho, la central nuclear de Bushehr todavía no ha empezado a funcionar pese a que tendría que haber estado funcionando hace ya casi un par de años.

El virus informático Sputnitz y los asesinatos de científicos, etcétera, también afectan el desarrollo del programa. Todo eso es parte de una especie de guerra secreta que se libra con Irán para buscar, por medios no legales internacionalmente, frenar el programa nuclear. Y eso evidentemente ha hecho que el programa nuclear se retrase bastante más de lo esperado.

Otra cosa es el estado de las fuerzas militares en Irán, que están mucho más poderosas que hace bastante tiempo atrás, más allá de que puedan llegar a tener un desempeño brillante en una eventual guerra que esperemos que no suceda.

JAE – Irán dice que su programa nuclear tiene fines pacíficos, pero por otra parte no quiere negociar su programa nuclear, ¿cómo puede entenderse esto?

LZ – Lo que siempre ha dicho Irán y lo que la mayoría de la elite política reconoce es que el país tiene un derecho inalienable a desarrollar su programa nuclear con fines pacíficos. Y lo que sostienen desde el principio de la revolución es que Irán no necesita, ni quiere, ni busca una bomba nuclear. Eso lo repite todo el mundo en Irán, desde el líder espiritual hasta el último iraní con el que he podido hablar. Nadie entiende por qué hay sanciones con respecto a Irán cuando ha mantenido una relación constante con la Agencia Internacional de Energía Nuclear y cuando hasta ahora no se ha encontrado –más allá de los últimos dos informes que plantean más dudas– nada que demuestre que hay un programa nuclear secreto. Por lo tanto, desde el punto de vista iraní ellos no tienen problemas para negociar, según se dice, pero sí ven totalmente inadecuadas, inapropiadas e injustas las sanciones, porque se está sancionando algo que Irán dice que nunca tuvo y que los informes demuestran que no tiene.

Por lo tanto, la visión desde el interior de Irán es que las sanciones no tienen ningún sentido de existir y que la negociación tiene que basarse en lo que está pasando actualmente, que es que Irán tiene un programa nuclear con supervisión internacional, que no se ha encontrado hasta ahora nada que demuestre que tiene un programa nuclear militar y que evidentemente Irán no va a destruir lo que ha hecho hasta ahora. Incluso muchos diplomáticos internacionales ya lo reconocen, hay que aprender a negociar con un Irán que ya tiene lo que tiene. No se le puede pedir a Irán que destruya todo lo que ha construido hasta ahora, no se le puede pedir que tire por la borda los años y el dinero que ha gastado en desarrollar una tecnología nuclear supervisada por la Agencia Internacional de Energía Nuclear. Lo que se le tiene que pedir es que dé las garantías de que no tiene otros fines más allá de los civiles.

JAE – ¿Cómo te imaginas tú los próximos meses en ese escenario?

LZ – Ahora lo veo mucho más complicado que hace unos meses atrás porque veo que las posiciones son muy difíciles de negociar. Yo ayer decía en otra radio que el problema no es que las posiciones de Estados Unidos (EEUU) e Irán sean difíciles de conciliar, el problema es que las posiciones de Israel e Irán son difíciles de conciliar. El que no puede aceptar la existencia de un Irán nuclear es Israel, porque evidentemente se siente mucho más amenazado. EEUU sí podría llegar a negociar una especie de status quo y la existencia de un Irán nuclear bajo supervisión, e incluso con colaboración, europea e internacional. Pero evidentemente esto no es aceptado por Israel.

EEUU y Europa están tratando de frenar lo más posible cualquier discurso, cualquier intento o cualquier actitud o acción unilateral por parte de Israel, que pudiera involucrar a Irán y a EEUU en una guerra que creo en este momento ninguno de los dos quiere.

La verdad es que soy bastante más pesimista que hace un tiempo atrás, porque veo que las posturas son muy difíciles de conciliar, principalmente entre Irán e Israel.

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