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Matan a sus tres hijas afganas por salir con chicos de su edad

Matan a sus tres hijas afganas por salir con chicos de su edad

En Canadá, tres miembros de una familia de inmigrantes afganos fueron encontrados culpables de asesinato en primer grado por ahogar a sus tres hijas y a la primera mujer del padre. Se trataría de "crímenes de honor".

Mohammad Shafia, de 58 años, y su esposa Tooba Mohammad Yahya, fueron condenados, junto con su hijo, Hamed de 21 años, por ahogar a sus tres hijas y la primera mujer de Shafia, de acuerdo a The Associated Press.

Según los informes, los cadáveres escondidos en el coche de la familia, fueron empujados a un canal cerca de Kingston, Ontario, para que la muerte parezca un accidente.

Los cuerpos de las hermanas de Zainab, 19, 17 Sahar, y Geeti, 13, así como la primera esposa de Shafia, Rona Amir Mohammad, de 52 años, fueron encontrados en el coche sumergido el 30 de junio de 2009.

Escuchas telefónicas que se presentaron durante el juicio a Shafia se escucha al hombre llamar a sus hijas "sucias" y "putas". Durante una grabación, se escucha a Shafia diciendo que ora para que el diablo defeque sobre las tumbas de sus hijas.

El motivo del asesinato de las tres hermanas, según el juez,  es haber "traicionado" a la familia por llevar un estilo de vida occidental, "salir con chicos", "utilizar ropa atrevida" o, en el caso de la esposa de Shafia, "querer divorciarse".

"Es difícil concebir un crimen más despreciable", ha argumentado el Tribunal de Ontario, donde se han juzgado los hechos.

Los funcionarios escolares, maestros y otros testigos declararon durante el juicio que las chicas tenían miedo de su padre y temían por sus vidas.

"La razón detrás de estos asesinatos a sangre fría, asesinatos vergonzosos fue que las cuatro víctimas completamente inocentes ofendieron su concepto completamente torcido de honor", afirmó el juez Robert Maranger.

La familia acusada considera, no en vano, que la sentencia es injusta: "No somos criminales, no somos asesinos", dijeron durante el juicio. La esposa de Shafia sollozando dijo: "Yo no soy un asesino, y yo soy una madre, una madre."

Shafia y su familia se mudaron a Canadá en 2007.