(Emitido a las 08.28)

EMILIANO COTELO:
Cincuenta mil son ya los muertos, y un millón 200 mil los desplazados y refugiados en la provincia de Darfur, en Sudán. Estas cifras son las que maneja hasta el momento la ONU para referirse a lo que sin ninguna duda se ha convertido en una de las peores catástrofes humanitarias de nuestros días. La razón para esto es un conflicto interno que opone a fuerzas leales al gobierno sudanés con grupos rebeldes desde principios del año pasado.

Más de un año y medio después esas son las cifras de una crisis que ahora concita la atención de la comunidad internacional que finalmente ha resuelto tomar cartas en el asunto.

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Vamos a analizar las diferentes aristas de esta situación en diálogo con el periodista Mauricio Rabuffetti. Yo algo adelantaba recién las razones de esta crisis humanitaria, pero me gustaría que profundices un poco más en esto, y sobre todo en cuál es la situación que se vive hoy en Sudán, de acuerdo a la información que llega a través de los medios internacionales de prensa.

MR - Antes que nada, propondría a los oyentes que todavía están en sus casas a esta hora que, si tienen un Atlas a mano, lo saquen y lo abran en algún mapa de África, porque la geografía tiene mucho que ver en cualquier explicación que busquemos a esta terrible crisis humanitaria que se vive hoy en Sudán.

EC - Tengo un mapa a mano, sobre mi mesa.

MR - Sudán es uno de esos países con fronteras en líneas rectas, completamente artificiales, más producto de acuerdos de reparto entre colonizadores que de una evolución política natural, si se puede decir así. Esto hizo y hace que coexistan entre esas fronteras pueblos que sostienen diferendos históricos. Y esto que ocurre en Darfur es el reflejo y una muestra apenas de esta situación de viejo enfrentamiento entre la población árabe musulmana de Sudán, que está circunstancialmente en el gobierno, y la población negra de Sudán, que pertenece a otros cultos y está alejada de las esferas de poder. Lo que ocurre es un choque entre milicias armadas locales de Darfur integradas por población negra, que se levantaron en armas contra el gobierno musulmán a comienzos del año 2003, y fuerzas oficiales que tienen además el apoyo de milicias paramilitares conocidas con el nombre de janajwid. La BBC de Londres tiene un excelente dossier sobre este tema y lo explica muy bien, incluso la guerra civil en Sudán se produce por esta razón: población árabe contra los agricultores negros del sur del país.

EC - Detengámonos en las denuncias que se formulan por parte de Naciones Unidas y organizaciones humanitarias, precisamente sobre la acción de estas milicias y de las fuerzas oficiales. Denuncias que señalan prácticamente un genocidio de la población negra de Darfur.

MR - Sí. Se habla de asesinatos, de violaciones sistemáticas como mecanismo para infundir terror en la población local, de bloqueos a la muy escasa ayuda humanitaria que es enviada al país. Todo esto ha llevado en un año y medio a las cifras que tú dabas al comienzo de fuentes oficiales de la ONU: unos 50.000 muertos y un millón 200 mil refugiados o desplazados, con todos los problemas que esto implica para quienes logran escapar de la violencia: epidemias, desnutrición y, en el mejor de los casos, perderlo todo.

EC - La semana pasada, el viernes, las Naciones Unidas emitieron una resolución que compromete al gobierno de Sudán.

MR - Sí, un año y medio después de que estalló esta crisis hay una resolución de la ONU, aprobada por el Consejo de Seguridad por 13 votos a favor y dos abstenciones, a instancias y propuesta por Estados Unidos y apoyada por la Unión Europea que apunta a detener esta situación de violencia en Darfur y, sobre todo y esencialmente, lo más urgente, lo más dramático, que es permitir el ingreso de ayuda humanitaria.

EC - ¿Cuáles son las líneas principales de esta resolución?

MR - En primer lugar exige al gobierno de Sudán que desarme en 30 días a las milicias paramilitares que cometen atrocidades contra la población civil en Darfur y que los responsables de estos crímenes sean juzgados después de una investigación independiente. Por supuesto, también pide que se facilite el acceso de ayuda humanitaria a esa región. En ambos casos se trata de compromisos a los que ya había accedido el gobierno de Sudán cuando el secretario general de la ONU visitara el país a comienzos del mes pasado. La resolución emitida el viernes por la ONU también pide que cesen las ventas de armas a fuerzas oficiales sudanesas o particulares que actúen en la zona de conflicto, y además respalda el envío a Darfur de una misión de observadores protegida por fuerzas de la Unión Africana.

EC - En principio la reacción del gobierno de Sudán es acatar la resolución.

MR - Hubo reacciones contradictorias. Primero hubo reacciones contrarias de parte de altos funcionarios del gobierno, pero luego quedó claro que van a acatar la resolución de la ONU que, por cierto, prevé sanciones si no se cumple, sanciones económicas para el país, incluso sanciones que podrían marginar a Sudán de ciertos foros políticos multilaterales.

EC - El asunto es que ahora las autoridades de Sudán cumplan esas promesas.

MR - Sí; habrá que ver si lo hacen. De todos modos hay un detalle que vale la pena tener en cuenta: la semana pasada el gobierno de Sudán puso en libertad a unos 50 líderes islámicos de oposición que estaban encarcelados, como una estrategia de cohesión ante un eventual ingreso de fuerzas extranjeras al país. Después de esa decisión, sobre todo después de la resolución de la ONU, las cosas se pusieron más difíciles para el gobierno y, aunque a regañadientes, dijeron que van a cumplir.

EC - ¿Eso implica que existe la posibilidad de ingreso de fuerzas extranjeras a Sudán para controlar la situación?

MR - Por existir, siempre existe esa posibilidad. Recordemos el caso muy reciente de Haití. Claro: implicaría una nueva resolución de la ONU autorizando una medida de ese estilo, es decir que no sería para mañana. No debería ocurrir si el gobierno cumple con su promesa de respetar la resolución actual. De todos modos, algunos países, como Gran Bretaña y Australia, ya manifestaron disposición para enviar tropas a Sudán. También Francia movilizó a algunos de sus efectivos en la zona fronteriza con Chad, según informan algunas agencias de noticias, pero esencialmente con fines humanitarios.

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Edición: Jorge García Ramón