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Bolivia rechaza críticas de EE.UU. a su lucha antidroga

El Gobierno y el Congreso de Bolivia rechazaron este jueves el informe de Estados Unidos que calificó la lucha contra el narcotráfico en este país de "fracaso demostrable", y criticaron que los norteamericanos no hayan bajado su consumo de estupefacientes.


El ministro de Gobierno, Carlos Romero, descalificó el informe antinarcóticos estadounidense, presentado el miércoles, y dijo que Bolivia ha tenido resultados "concretos y objetivos" en ese campo.

"Cuando el informe habla de un fracaso y no demuestra con indicadores cualitativos y cuantitativos, entonces está incurriendo simplemente en un discurso político", dijo Romero en declaraciones al diario La Razón.

La presidenta del Senado, la oficialista Gbriela Montaño, afirmó a periodistas que Bolivia no admitirá injerencia de Washington en sus decisiones soberanas sobre cómo enfrentar al narcotráfico.

Montaño agregó que Bolivia no acepta calificaciones de nadie, "menos de un país que no ha logrado disminuir el consumo de drogas ni un solo gramo, sino que más bien lo ha aumentado", según declaraciones que cita la agencia estatal ABI.

El Gobierno de La Paz asegura que decomisó en 2011 más de 33 toneladas de cocaína y destruyó 10.500 hectáreas de hoja de coca, base para fabricar esa droga, y en lo que va de 2012 otras 5,7 toneladas del estupefaciente.

El informe anual de Estados Unidos sobre narcotráfico indica que Bolivia, Venezuela y Birmania son los países del mundo donde existe un "fracaso demostrable" en el cumplimiento de sus obligaciones en la lucha antidrogas.

En el caso de Bolivia, el informe achaca los escasos progresos a la expulsión en 2008 del Departamento Estadounidense Antidroga (DEA), por decisión del presidente Evo Morales, aunque reconoce avances en la erradicación de plantaciones de coca en 2011, cuando se eliminaron más de 10.000 hectáreas.

Morales viajará este fin de semana a Viena para asistir a una reunión de la ONU en la que defenderá el masticado de la hoja de coca, práctica minoritaria en Bolivia, ante el veto que impone sobre esa droga la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961.

Tras asumir la presidencia en 2006, el mandatario boliviano se mantuvo como líder de sindicatos de cultivadores de la materia prima para producir cocaína, que siguen siendo uno de sus bastiones políticos.

La ONU afirma que Bolivia es el tercer productor mundial de hoja de coca y cocaína, así como el principal proveedor de esas drogas para Brasil, Argentina, Chile y los demás países del Cono Sur.

Fuente : EFE