Monseñor Luis del Castillo: la llegada del Papa a Cuba será una invitación a la reconciliación
El Papa Benedicto XVI visitará Cuba el próximo lunes en un contexto de especulaciones acerca del impacto religioso, social y político que podría tener la visita de la máxima autoridad de la Iglesia Católica a la isla. En Santiago de Cuba, donde el Papa dará un discurso, se encuentra un uruguayo, monseñor Luis del Castillo, quien está al frente de la parroquia San Luis Obispo, donde vive desde hace un año y medio cuando culminó su actividad como obispo en Melo. En conversación con En Perspectiva, del Castillo opinó que la Iglesia Católica se ha convertido en un interlocutor "visible de la sociedad civil" para dialogar sobre los "temas políticamente muy delicados" que existen en ese país. En referencia a la visita de Benedicto XVI, afirmó que lo que esperaría del mensaje del Papa es "una invitación" al camino de "la reconciliación interna entre los cubanos que están en la isla y la reconciliación entre los cubanos de la isla y los cubanos de la diáspora".
(emitido a las 8.51 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El Papa Benedicto XVI comienza hoy una visita a México y Cuba que marcará su segundo encuentro con los latinoamericanos desde que inició su pontificado en 2005. El primero había sido en el 2007 cuando estuvo en Brasil.
En particular, en Cuba las semanas previas han estado cargadas de expectativas y especulaciones sobre el impacto religioso, social y hasta político que puede tener la presencia del Papa. Incluso hubo algunos incidentes como la ocupación de una parroquia de La Habana por un grupo de opositores, un tipo de movilización que la iglesia rechazó, a partir de lo cual solicitó a las autoridades que desalojaran el templo de manera pacífica. Ese es todo un tema. La peculiar relación que la Iglesia Católica mantiene con el Gobierno de Raúl Castro, luego de varias décadas de problemas, roces y enfrentamientos con la revolución cubana.
Cuando el lunes pise suelo cubano, lo hará en la ciudad de Santiago de Cuba. Y allí, esperando a Benedicto XVI, estará un sacerdote uruguayo, monseñor Luis del Castillo, que se encuentra al frente de la parroquia San Luis Obispo de esa localidad, donde vive desde hace un año y medio cuando culminó la actividad en Uruguay como obispo de Melo.
Parece una buena oportunidad para conversar con él, para analizar que hará Benedicto XVI en Cuba, cuál es el ambiente entre la población, qué resultados puede dejar esta gira.
Allí son seis y cincuenta y tres minutos. ¿Habitualmente ya está en actividad a esa hora?
LUIS DEL CASTILLO:
Sí, hay dos horas de diferencia, pero las cosas comienzan bastante temprano por acá. Ya la gente empieza a movilizarse para los lugares de trabajo y los muchachos para la escuela.
EC Usted se encuentra en Cuba desde setiembre de 2010 y en realidad es la segunda vez que ejerce funciones en ese país. La primera había sido más breve, de seis meses, en 1998. ¿Por qué después de haberse retirado como obispo en Uruguay, ha elegido volver a ejercer como párroco y además en Cuba?
LDC El obispo religioso, en mi caso jesuita, suele volver a la congregación, y para los jesuitas de América Latina hay tres prioridades geográficas: la amazonia brasileña, Haití y Cuba. Como ya había estado en Cuba y las necesidades aquí son claras, me ofrecí para volver a Cuba.
EC ¿Cuáles son esas necesidades?
LDC Para la iglesia católica una proporción de sacerdotes y religiosos y religiosas bastante menor que la nuestra en Uruguay, que es de las menores de América. En Cuba, la mitad de los sacerdotes vienen del extranjero, fundamentalmente de España, Colombia, de México, hay argentinos y un uruguayo.
EC Monseñor del Castillo, según la información que estuve recopilando, los católicos cubanos son alrededor del 10% de la población, poco más de un millón de personas. Primero me gustaría saber si usted confirma ese dato, y sobre todo quería preguntarle qué particularidades tiene la comunidad católica en ese país.
LDC En relación a la visita del Papa es importante señalar que la relación con la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad, el santuario de la virgen está muy cerca de Santiago de Cuba, a unos 20 kilómetros. La relación de la población va mucho más allá de la colectividad o de la comunidad católica. Hay ciudadanos sin fe, sin práctica religiosa, cubanos que pertenecen a los distintos grupos de religión afrocubana. Todos tienen una relación muy especial con esta imagen que se encontró flotando cerca de la costa hace 400 años.
Es algo que para nosotros es difícil de imaginar, como si la relación con la Virgen de los 33 abarcara la totalidad de la población uruguaya. La respuesta, la convocatoria, acudir tanto al santuario aquí en Santiago, como a lo largo del año pasado, con una peregrinación que hizo esta imagen, preparando el jubileo de estos 400 años, fue de ríos de gente en todos los poblados, porque fue ciudad por ciudad, pueblo por pueblo, campaña por campaña, que acudían a esta convocatoria pero no todos eran ni cristianos ni católicos. Esa es una particularidad que es necesario tener en cuenta para ver en qué contexto viene el Papa y de qué manera lo espera la gente.
El hecho de que el Papa venga como peregrino en este momento y al santuario de la virgen, lo relaciona con lo que vivió la población de Cuba a lo largo del año pasado con esa peregrinación.
Hay en la gente una expectativa sin saber exactamente lo que puede resultar en la práctica de esta visita. Pero, como fue el caso de la visita de Juan Pablo II, hay una mayor presencia de la vida religiosa, y no solo católica, en los espacios públicos. Especialmente de la iglesia, que en los últimos tiempos ha tenido una relación muy distinta con el Gobierno de Raúl Castro.
EC Cuando habla de esos cambios supongo que alude justamente a novedades que hubo después de la visita de Juan Pablo II, por ejemplo una apertura de los medios de comunicación hacia la iglesia, se declaró feriado el 25 de diciembre, día de Navidad, también se han autorizado procesiones durante la semana santa, y la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre el 8 de setiembre. ¿Es ese el contexto?
LDC En este momento se nota todavía una mayor apertura. Desde el punto de vista formal, la Constitución cubana se cambió de ser un estado ateo a un estado laico, como puede ser el nuestro en Uruguay. Ese fue un paso. En un discurso del presidente Raúl Castro del año pasado, enfatizó el respeto por la práctica religiosa aún de la gente que participa activamente en tareas del Gobierno o de la administración pública, señalando como ejemplo negativo una persona de religión evangélica que fue destituida de su cargo por esa práctica religiosa. El presidente invitaba a cambiar esa actitud radicalmente, y citaba el ejemplo de un joven héroe de la revolución que mantuvo su práctica evangélica hasta el final, e invitaba a cambiar la actitud, cambiar la mentalidad. Hay oficialmente una invitación a una mayor tolerancia. Uno de los frutos que se espera de la visita del Papa es una mayor reconciliación entre distintos sectores de la población que en su momento se enfrentaron, pero en este momento se avanza hacia una mayor tolerancia y un mayor diálogo.
EC Una pregunta más a propósito del contexto. ¿Por qué ocurre ahora este segundo viaje papal a Cuba? ¿Por qué Benedicto XVI cuando hace su segunda visita a América Latina, la primera fue Brasil hace tiempo, llega a Cuba y no a otros países de la región?
LDC Precisamente por la importancia que ha tenido para la iglesia en el país este aniversario de estos 400 años. Una relación con esta imagen de la virgen patrona de Cuba, que va mucho más allá de los practicantes de la Iglesia Católica. La preparación de este momento motivó que los obispos de Cuba invitaran al santo padre a hacer una visita con motivo de este año jubilado, el año 2012.
La respuesta recién se dio hace pocos meses, porque como se sabe la salud del Papa actual no le permite mucho desplazamiento y aún dentro de las visitas limita mucho sus actividades porque ya anda por los 85 años. Pero el motivo para que venga a Cuba tiene que ver con este momento muy especial de la iglesia, celebrando este jubileo que tuvo una preparación de tres años.
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EC La Iglesia Católica cubana se ha convertido en la única entidad autónoma en un país en que el Estado controla prácticamente todo. Y tiene últimamente un nivel de interacción importante con el Gobierno, al punto de que gracias a su mediación fueron liberados entre el año 2010 y 2011 aquellos 52 disidentes políticos que habían sido arrestados durante la llamada "primavera negra" del 2003. ¿Cómo define usted esta relación que se ha ido gestando entre la iglesia y el Gobierno de Raúl Castro?
LDC Primero es bueno definir que la Iglesia Católica no es mayoritaria en Cuba, pero es la organización religiosa que está presente en la totalidad del país, tanto ciudades, suburbios, como campaña, y de una manera organizada a escala nacional, como está organizada a escala internacional. Esto hace que para el Gobierno sea un interlocutor de la sociedad civil como no hay otro. Hay otros grupos religiosos pero no tienen esa organicidad.
En un momento en que se juega la mejora de todo este tema, no solo de los presos políticos, porque también hubo últimamente una amnistía para un número muy significativo de presos comunes. En ese diálogo con la sociedad civil la Iglesia Católica aparece como un interlocutor auténticamente nacional, auténticamente cubano, que está presente en la totalidad del país. Aunque no tiene ni invoca una representación, es representativo; está en conocimiento de la situación de la población en todos sus tramos, ubicaciones geográficas y ubicaciones sociales.
EC Hay que entender que la Iglesia Católica ha "servido" a aquel planteo que se hizo desde el Gobierno de Cuba cuando arreciaban presiones desde el exterior y en particular de la unión europea por el tema de derechos humanos. Aquella frase que decía "los problemas de los cubanos los arreglamos entre los cubanos".
LDC Es clara la necesidad de un interlocutor interno para ver en estos temas políticamente muy delicados cómo se avanza sin responder a interlocutores de afuera y a presiones de orden económico, como ya el conocido embargo de estos 50 años, pero también presiones de la unión europea. El camino para ir haciendo ajustes es importante para el Gobierno realizarlo en diálogo interno, y es en ese contexto que aparece la iglesia como un interlocutor muy visible de la sociedad civil.
EC La semana pasada un grupo de 13 opositores ocupó una iglesia en la Habana, terminaron siendo desalojados por la policía a pedido de la propia Iglesia Católica y del cardenal Jaime Ortega, que es la máxima autoridad de la iglesia en Cuba. La iglesia incluso publicó una nota en Granma, el diario oficial controlado por el Gobierno, algo que algunas agencias internacionales calificaban como un hecho raro. En ese texto la iglesia sostenía que había "una estrategia coordinada para crear situaciones críticas antes de la visita del Papa". ¿A qué sectores concretamente atribuyen ustedes esas acciones? ¿Qué es lo que según la iglesia buscan estas personas?
LDC Yo creo que no es novedad en ningún contexto que cuando hay una concentración de prensa internacional, grupos minoritarios que no tienen canales habituales de manifestación buscan trasmitir sus mensajes en ese momento. Pero siempre en estos contextos no solo hay la posibilidad de trasmitir esos mensajes, manifestaciones a la puerta de encuentros internacionales de cualquier tipo, eso lo vemos a diarios en distintos escenarios, sino también el temor de que una concentración de gente multitudinaria como va a ser, porque todo el pueblo va a estar presente, se utilice para distorsionar o generar algún tipo de desorden.
EC ¿Cuáles serían las intenciones de estos sectores? ¿Por qué la iglesia salió a solicitar a las autoridades el desalojo de ese templo?
LDC Usted se refiere a la ocupación del templo en la Habana. Eso me recuerda ocupaciones de la catedral en Montevideo hace unos 20 años. Allí, a través del cabildeo conseguimos que se desalojara la catedral y que los manifestantes ocuparan locales adyacentes. En este caso, ese diálogo no fue eficaz y por eso hubo que recurrir a un desalojo con la fuerza pública.
EC ¿Cómo explica que la iglesia haya publicado una nota en el diario Gramna? Porque desde la oposición cubana se han escuchado críticas de esa proximidad de iglesia-Gobierno.
EC Lo que es absolutamente nuevo es el acceso de la iglesia en este momento, sobre todo de las autoridades, a no solo el periódico, sino también a la televisión. Tanto el presidente de la conferencia episcopal, que es el arzobispo de Santiago, como el cardenal arzobispo de la Habana, han tenido espacio en la televisión desde programas bastante largos de un cuarto de hora, de media hora. Y en todo este tiempo luego del informativo habitual de noticias de ocho a ocho y media de la noche, se están pasando documentales relativos a la vida del Papa Benedicto y distintos aspectos del funcionamiento de la iglesia, cosa que hasta la fecha no había sucedido. Lo que es claramente novedoso es el acceso a los medios de comunicación.
EC ¿Y qué dice usted a quienes ven una excesiva proximidad en ese vínculo entre la Iglesia Católica cubana y el Gobierno cubano?
LDC Cuando ha habido una distancia clara y una ausencia de diálogo de las autoridades con la sociedad civil, porque no existe ninguna forma de representación de esta sociedad civil, claramente este diálogo puede ser interpretado como demasiado cercano, pero simplemente es la novedad de este diálogo, que imaginamos y esperamos que no termine acá, sino que se vaya ampliando cada vez más.
EC ¿Qué esperan?
LDC Me imagino que hay propuestas del congreso del Partido Comunista del año pasado que suponen el crecimiento de un sector privado de una sociedad civil que hasta ahora no existía. Se va a dar una realidad nueva de un número significativo de personas que pasan del empleo estatal a la empresa privada, a ser generadores de su propio trabajo, de su propio empleo. Esto va a desarrollar un sector privado, una sociedad civil como consecuencia, solo para empezar con esos ajustes en la economía del país, que va a llevar a que el Gobierno tenga un interlocutor que hasta ahora no tenía.
EC Volviendo a la visita del Papa Benedicto XVI, ¿cuál espera que sea el mensaje del Papa a los cubanos? Hablo de los católicos en sí, pero también de los que no profesan esa fe pero tal vez confían en la iglesia como ese agente promotor de una mayor apertura.
LDC El mensaje de Juan Pablo II centró en la palabra "apertura" su visita: que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba. Para adivinar, porque no tengo otro camino para saberlo, lo que esperaría de este mensaje del Papa, tanto acá en Santiago como en la Habana, es una invitación en ese camino de apertura a la reconciliación. Reconciliación interna entre los cubanos que están en la isla y reconciliación entre los cubanos de la isla y los cubanos de la diáspora. Reconciliación y renovación de la dimensión religiosa como fuente de esperanza y de camino de unidad para construir un país cada vez mejor, creo que esos van a ser lo ejes esperables de su mensaje.
EC El hecho del que el Papa toque suelo cubano en Santiago, ¿a usted personalmente lo tiene muy ocupado con los preparativos?
LDC Sin duda. Evidentemente que los recursos para un evento de esta magnitud son limitados. El domingo vamos a tener 50 muchachos de parroquias de Camagüey, casi a 400 kilómetros de acá, que van a acampar en la parroquia. Y también hay integrantes del coro de la parroquia que van a cantar en el coro de la misa. Hay un grupo importante de jóvenes que van a actuar en el cordón de orden y también está llegando prensa internacional que se interesa por conocer la realidad concreta del funcionamiento de la iglesia. Hay mucho movimiento. También los vecinos se organizan para participar. Los que están en puestos de trabajo, normalmente va a ser un día feriado, van con sus compañeros de trabajo. Los mayores van barrio por barrio.
EC Y usted en particular, ¿qué tareas tiene que hacer?
LDC Mi función va a cambiar un poquito, voy a ser el representante de la conferencia episcopal uruguaya, entonces voy a estar con los obispos extranjeros que vienen aquí a Santiago a participar en esta primera etapa. Primera etapa que se justifica porque aquí está el santuario de la virgen.
EC ¿No se va a ocupar de la parroquia?
LDC No, no la puedo abandonar. En estos días me voy a incorporar al grupo de obispos invitados, fundamentalmente de América Latina pero también de Europa y de África.
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Foto: EFE