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FMI admitió que Grecia aún enfrenta la bancarrota

FMI admitió que Grecia aún enfrenta la bancarrota

El FMI cambió su pronóstico sobre Grecia y admitió que aún enfrenta la bancarrota y tener que abandonar el euro e incluso la Unión Europea. Para el organismo, los últimos recortes aplicados "pueden ser insuficientes".

Pese a haber aprobado recientemente uno más de varios durísimos planes de ajuste presupuestal, con recortes de hasta el 25% en salarios públicos y pasividades, y a recibir un segundo rescate financiero, Grecia está cerca de la quiebra y no se descarta que deba abandonar el sistema monetario europeo y también la propia unión.

Así lo advirtió nada menos que la propia directora del Fondo Monetario Internacional Christine Lagarde, en una entrevista que emitirá este domingo la cadena CBS.

La jerarca había señalado tan solo pocas semanas atrás que lo peor de la debacle griega ya había pasado.

Lagarde señaló que las últimas medidas tomadas pueden no alcanzar para evitar el desplome y advirtió sobre el peligro que Grecia no pueda cumplir las condiciones del reciente rescate financiero, ante el probable cambio de gobierno tras las elecciones anticipadas del próximo 6 de mayo.

Además, la directora del FMI advirtió que no es imposible que el país helénico necesite de un tercer rescate para intentar poner orden a sus finanzas.

Las consideraciones de Lagarde coinciden con varios dirigentes europeos.

De le entrevista de CBS también participa el ministro Finanzas alemán Wolfang Shaüble, que quejó nuevamente que su país, que aportó la mayor parte de los fondos de rescate, es el "chivo expiatorio" de Grecia.

"Cuando naciones enteras viven más allá de sus posibilidades y después son obligadas a adoptar medidas de austeridad, es lógico que culpen a otros", expresó.

La crisis en Grecia pone en serio riesgo a toda la Eurozona, con una deuda pública que alcanza el 168% del PBI.

Por otra parte, ayer cientos de personas rindieron un último homenaje en Atenas a Dimitris Chrisoulas, el jubilado que se suicidó el miércoles y se convirtió en el símbolo de la precariedad de la sociedad griega ante la crisis.

La muerte de Chrisoulas, vista como un "acto político" por parte de gran parte de los griegos, causó conmoción y provocó el recrudecimiento de las protestas contra los planes de ajustes.