(emitido a las 7:53 Hs.)

EMILIANO COTELO:        
El domingo terminó la VI Cumbre de presidentes de las Américas que tuvo lugar en Cartagena de Indias, Colombia. Allí los presidentes intercambiaron puntos de vista sobre diversas cuestiones. La más álgida, fue Cuba.

"A diferencia de otros países participantes, Cuba todavía no se encaminó hacia una democracia. Todavía no respeta los derechos humanos básicos", decía el presidente de Estados Unidos Barack Obama en una rueda de prensa en Colombia. Obama agregó que, cuando esa situación cambie en Cuba, Estados Unidos apoyará su participación en este tipo de foros.

Cuba, la soberanía sobre las Malvinas y la lucha contra las drogas fueron algunos de los temas que se debatieron en esta reunión que terminó sin que pudiera aprobarse una declaración conjunta. ¿Fue un fracaso, entonces, esta cumbre? ¿Qué puede esperarse de ahora en más para este mecanismo regional de debate?

Vamos a conversarlo con Mauricio Rabuffetti.

Mauricio, te propongo que repasemos algunos de los temas que se discutieron en Cartagena. Pero para empezar, yo mencionaba que no hubo declaración final de los presidentes. Entonces es lógico preguntarse, como muchos han señalado en estas horas posteriores a la reunión, ¿este encuentro fracasó?

MAURICIO RABUFFETTI:
A mi modo de ver decir que fracasó la Cumbre es una interpretación demasiado simplista. Al igual que ocurre con las Asambleas Generales de la OEA, que es el organismo rector de las cumbres de las Américas, las declaraciones se adoptan por consenso. Desde el momento en que un país no está de acuerdo con algún punto en particular, no existe ese consenso. Creo que con el panorama que había antes de esta cumbre era difícil pensar que habría algún tipo de acuerdo general para un texto común. Había países que iban decididos a no dar el brazo a torcer, sobre Cuba y sobre otros temas. América Latina iba con una postura conjunta, no negociada sino producto del posicionamiento de cada país, sobre Cuba. No iban a buscar una declaración final. Los países latinoamericanos, algunos en particular que a mi modo de ver obtuvieron un gran éxito en Cartagena, iban a que el tema de la ausencia de Cuba del sistema interamericano fuera el centro de esta reunión, y a dejarlo planteado como innegociable para ellos. Lo lograron. No fracasaron.

EC- Claro, pero el hecho de que no haya un consenso cuando hay reuniones preparatorias en los días previos a estos encuentros para que esos consensos se establezcan, ¿cómo se interpreta?

MR- Bueno, muchas veces en busca de esos consensos lo que termina habiendo son declaraciones lavadas y de compromiso sobre temas muy generales. Aquí había sobre la mesa otros temas, mucho más políticos, diferencias mucho más arraigadas, diferencias históricas sobre las cuales América Latina por un lado y Estados Unidos por otro, no encuentran forma de ponerse de acuerdo ni la van a encontrar. Creo que lo que sí está en cuestión es la próxima cumbre porque la postura estadounidense es inamovible en este tema y Cuba no va a cambiar tanto de aquí a 2015.

EC- Tú estás aludiendo a que muchos países, como Brasil, Argentina o también Venezuela y Ecuador –que por cierto no asistió a la cumbre de Cartagena–, ya adelantaron que no irán a la cumbre de 2015 en Panamá si Cuba no es invitada.

MR- Sí exacto. A eso me refería. Ahora habrá que ver cómo evoluciona la diplomacia de aquí hasta entonces para ver si puede rescatarse la cumbre de Panamá, que está amenazada. Lo cierto es que está claro que hay una fractura cada vez más profunda en la relación política entre Estados Unidos y América Latina por el tema de Cuba. Una fractura que amenaza los mecanismos existentes de diálogo político y diplomático en el continente americano.

Cuba no quiere integrarse a la OEA a pesar de que le levantaron la suspensión que regía desde 1963. Eso fue en el año 2009 si no me equivoco, y Estados Unidos no acepta a Cuba como un país para debatir porque no es una democracia. Y claro que esta división es un éxito para Cuba que, sin estar en Cartagena, fue el país más presente, y se llevó el apoyo de toda América Latina, ante un presidente de Estados Unidos que este año, más que en cualquier otro momento, no va a hacer movimientos que puedan poner en riesgo sus posibilidades. Particularmente en Florida, un estado clave para las elecciones de noviembre y en el que el exilio cubano tiene enorme peso electoral.

EC- Me quedó colgado un punto. Tú decías que hay muchos países que cosecharon éxitos.

MR- Bueno, claramente los países del ALBA, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Cuba, por supuesto, lograron marcar la agenda de la reunión. No lo digo yo. Hubo decenas de reportes de prensa que coincidieron en esto porque el tema que impulsaron y del cual hablábamos recién fue el que se impuso. También Brasil, Argentina y Uruguay y otros tenían la misma postura sobre Cuba.

EC- Hubo otra cuestión que levantó bastante polvareda y que fue la polémica sobre las Malvinas. El presidente Santos inauguró la cumbre y en su discurso habló de Cuba pero no se refirió a las Malvinas y eso, parece, habría irritado a Cristina Fernández que, incluso, se fue antes de que terminaran los debates. Cristina Fernández le habría dicho a Santos, "¡Te olvidaste de las Malvinas!".

MR- Sí, esa fue la información que trascendió. Obviamente esa decisión de Cristina Kirchner estaba tomada desde antes, esa decisión de partir de manera precipitada de la Cumbre era anterior al domingo. Era evidente que no habría en ningún texto una declaración de apoyo a la causa argentina por las Malvinas siendo Estados Unidos el país promotor del sistema de Cumbre de las Américas.

¿Qué resultado podría esperarse de esta cumbre sobre ese tema puntualmente? Ninguno, más que declaraciones de apoyo de los países de la región que, como ya sabemos, respaldan el reclamo de Argentina sobre las Malvinas. Toda América Latina apoya el reclamo por las Malvinas pero Estados Unidos es un aliado del Reino Unido y no va a manifestarse en contra de su aliado. Argentina tenía claro que no habría una declaración americana de apoyo para ella en Cartagena. Sucede que estas cumbres en las que no hay decisiones concretas, dejan espacio para gestos que a veces dicen más que un texto largo y aburrido que pocos leen. Por lo menos dice más para el público al que se dirigen esos gestos, que suele ser el electorado interno.


(Audio Juan Manuel Santos.)

"El hecho de que no haya declaración no es un fracaso, todo lo contrario. Yo creo que el hecho de que se haya discutido es un éxito. Mire, el Presidente de Uruguay dijo que el solo hecho de que estemos aquí reunidos es un gran avance. La presidenta de Costa Rica se despidió diciéndome: "nunca había asistido a una cumbre tan interesante y tan productiva."

(Fin audio.)

EC- Así se refería el presidente Juan Manuel Santos a los resultados de esta cumbre, obviamente tratando de ver el medio vaso lleno.

MR- Sí, bueno, hubo otro tema que creo que valdría la pena destacar. Los presidentes resolvieron pedirle a la OEA que evalúe los resultados de décadas de unaestrategia de lucha antidrogas que se aplica al influjo de Estados Unidos y que incluye un combate frontal contra el tráfico y los traficantes, en México, en América Central y por supuesto a través del Plan Colombia. Esto es muy importante. La OEA tiene excelentes especialistas que hacen un seguimiento constante de este tema. Y la evaluación que haga la OEA podría ser un elemento muy bueno para una discusión que se está planteando con fuerza y que es hasta dónde puede seguirse con esta guerra al tráfico de drogas que está dejando tantos muertos.

EC- La idea, según señaló el presidente colombiano es, "explorar nuevos enfoques para fortalecer la lucha y ser más efectivos". No se habló de legalización de drogas...

MR- Oficialmente no. Y con seguridad, ese también sería otro consenso difícil de alcanzar.

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