Venezuela: paradojas de un referéndum
Comentario de Mauricio Rabuffetti
(Emitido a las 08.15)
EMILIANO COTELO:
Hugo Chávez continuará en la Presidencia de Venezuela, con 58 por ciento de los votos a su favor y 41 por ciento en contra como resultado del referéndum del domingo, avalado por los observadores internacionales.
Es un resultado del cual ustedes seguramente estarán al tanto porque fue conocido ayer e incluso lo adelantamos en nuestro programa. Un resultado que desató el rechazo de la oposición que promovió la convocatoria a este referéndum, y ahora habla de "fraude". La primera protesta de la oposición realizada ayer mismo arrojó como saldo un muerto y cuatro o cinco heridos de bala.
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Vamos a examinar esta nueva situación política en Venezuela en diálogo con Mauricio Rabuffetti. Empecemos con el análisis de esas "paradojas" que nos proponías como enfoque.
MAURICIO RABUFFETTI:
Es sólo un par de paradojas, pero a mi juicio lo suficientemente importantes como para centrar en ellas el análisis de hoy. La primera, la más importante, es este desconocimiento de los resultados por parte de la oposición. Los oyentes recordarán seguramente cómo se gestó este referéndum que tuvo lugar el domingo. Se llegó a esa convocatoria de forma muy trabajosa: las dos partes, tanto el gobierno como la oposición, tuvieron que ponerse de acuerdo en muchos puntos para llegar a esta instancia. Uno de los puntos centrales fue sin duda el reconocimiento de la OEA y del Centro Carter como observadores autorizados de este proceso. Es decir que en lo previo una y otra parte acordaron que estas dos entidades oficiarían en definitiva como garantes de la consulta y por lo tanto la opinión de la OEA y del Centro Carter sería respetada una vez conocido el resultado. Eso es lo que entendimos todos quienes seguimos este proceso desde un punto de vista neutral.
EC - La OEA y el Centro Carter finalmente avalaron los resultados oficiales.
MR - A eso voy. Si había alguna objeción a alguno de los veedores, eso debía denunciarse antes de celebrarse el referéndum. Eso no ocurrió, llegó el domingo, la gente votó y los observadores fueron categóricos una vez que se conocieron los resultados oficiales, resultados primarios pero que consideran un porcentaje definitorio de los votos. El Centro Carter, el propio ex presidente estadounidense Jimmy Carter dijo -anoté las expresiones exactas- que los resultados de su organización "coinciden" con los resultados del Consejo Nacional Electoral.
EC - Sí, eso fue ayer en una conferencia de prensa que tuvo lugar alrededor de las dos y media de la tarde, hora uruguaya.
MR - Exactamente. La OEA, en palabras de su secretario general, César Gaviria, habló de resultados "compatibles" o de compatibilidad entre sus resultados y los de las autoridades electorales venezolanas. Pero no sólo eso, Gaviria fue más allá y dijo que a la OEA no le consta que haya habido "fraude", como denuncia la oposición.
EC - "No hemos encontrado y no hemos recibido denuncias precisas de fraude; no hemos encontrado todavía ningún elemento de fraude en el proceso y en eso queremos ser supremamente claros", señalaba ayer Gaviria textualmente, según las agencias de prensa internacionales.
MR - A lo que voy, y por eso me parecía apropiado utilizar la palabra "paradoja" para referirme a esto, es a que la oposición está cuestionando con esta denuncia de fraude, no sólo al gobierno, sino sobre todo a los árbitros del proceso que previamente aceptaron las dos partes. La oposición aceptó a la OEA y al Centro Carter como veedores y ahora rechaza sus afirmaciones.
Habrá oyentes que se preguntarán "¿Y cómo sabemos que efectivamente no hubo fraude?". Pues no lo sabemos, por supuesto, pero a alguien hay que creerle, porque si no sería imposible llevar adelante instancias electorales. Y la OEA representa a 35 países americanos, o 34 en realidad porque Cuba está suspendida del organismo.
EC - Estados Unidos integra la OEA, sin embargo no avala el resultado.
MR - Estados Unidos -vamos a ser exactos en esto- dijo que no puede respaldar el resultado anunciado hasta que se investiguen las denuncias de fraude de la oposición. Eso es exactamente lo que señaló ayer el Departamento de Estado. La oposición dijo que va a presentar las pruebas de que hubo fraude. Y si las presenta realmente, si demuestra que hubo un fraude orquestado desde el gobierno de Hugo Chávez o desde donde sea, ahí todos cuestionaremos al gobierno de Chávez y dudaremos del trabajo de la OEA y del Centro Carter en esta votación. Pero todavía la oposición no ha presentado una sola prueba, así que por ahora lo único que hay es lo que dicen la OEA y el Centro Carter -ni siquiera, si se quiere, las autoridades electorales, porque dos de los cinco miembros del Consejo Nacional Electoral, afines a la oposición, recusaron el resultado-. Eso es lo que tenemos hasta ahora. Si las cosas cambian, si aparecen pruebas, volveremos a dibujar el mapa.
EC - De todos modos hubo un buen número de países que reconoció los resultados: Colombia, España, Cuba, por supuesto; en fin, un número importante. Veamos ahora la segunda paradoja, entonces.
MR - La segunda paradoja responde más bien a una reflexión que quería proponer esta mañana. Este referéndum, una instancia habilitada por las leyes venezolanas, es una posibilidad bastante particular, bastante insólita si se quiere, porque permite que cualquier mandato de una autoridad electa sea sometido a consulta popular a partir de la mitad del período. Más allá del uso que se le dé, es una medida eminentemente democrática. En función del espíritu democrático de esta norma, el referéndum debería permitir saldar las cuentas entre los partidarios de una autoridad, en este caso del presidente Chávez, y sus opositores. Por saldar las cuentas entiendo que se termine el asunto: la autoridad en cuestión sigue o no sigue, porque es la gente la que decide si sigue o no, punto y aparte.
EC - Todo indica que eso no va a ocurrir en Venezuela.
MR - Precisamente. Ahí está la segunda paradoja. Ahora quizá tengamos que seguir hablando, pero de la era posreferéndum, hablar quizá de comisiones investigadoras de los resultados. Esperemos que no tengamos que hablar de más enfrentamientos y muertos de uno u otro lado, como los que se produjeron antes del referéndum en casi tres años de rencillas entre gobierno y oposición, o muertos y heridos como los que se dieron ya ayer en una protesta opositora. Ninguna de estas posibilidades va con el espíritu de una norma a la que apeló legítimamente una parte, la oposición, y fue acatada por la otra, el gobierno. Compete tanto al presidente Chávez como a los líderes de la oposición detener este verdadero desangramiento por goteo de la sociedad venezolana que estamos viendo.
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Edición: Jorge García Ramón