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Estados Unidos entró la semana pasada en la fase más importante de la campaña electoral 2012

Contacto con Mauricio Rabuffetti, colaborador de En Perspectiva.


(emitido a las 8.35 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Estados Unidos entró la semana pasada en la fase más importante de la campaña electoral 2012.

Ya están las fórmulas presidenciales definidas y los programas demócrata y republicano tomaron su forma final.

"Gobernador Romney, Ed. Gracias. Estoy profundamente honrado de unirme a usted como su compañero de fórmula" decía  Paul Ryan, un joven legislador republicano de 42años, que fue designado hace diez días como compañero de fórmula de Mitt Romney para enfrentarse a Barack Obama.

Ryan fue electo siete veces al Congreso de Estados Unidos por su estado natal de Wisconsin. En la página oficial de la fórmula republicana, se lo presenta como un hombre de familia, católico practicante, y férreo partidario del equilibrio presupuestal. Es un conservador, lo cual define el antagonismo que marcará lo que resta de la campaña hacia los comicios de noviembre.

Abrimos hoy una serie de análisis que iremos desarrollando sobre estas elecciones en EEUU. Estamos en conversación con Mauricio Rabuffetti.

Vamos a meternos en esta campaña que tiene varias aristas interesantes. Por un lado, el intento de reelección de Obama, con un telón de fondo económico difícil. Por otro, el choque con el Partido Republicano que ha venido bloqueando propuestas del presidente en el Congreso. ¿Cómo se presenta esta campaña en un primer abordaje?

MAURICIO RABUFFETTI:
Es una elección en la que Barack Obama parte como favorito. Tradicionalmente en Estados Unidos, los presidentes que están ejerciendo el poder tienen niveles de aprobación que les permiten un buen arranque para la reelección. En este caso, Obama tiene, según el promedio de las principales encuestas publicado por el sitio realclearpolitics.com, casi un 50% de aprobación a su gestión, y una cifra apenas inferior de desaprobación. Es un punto de partida importante para él.

EC – ¿Qué pasa con las encuestas? El panorama es bastante variado. Algunas marcan hasta nueve puntos de ventaja para Obama, otras muestran una ligera ventaja para Romney.

MR –  Lo más importante es observar el promedio de las encuestas y las tendencias. ¿Qué dice el promedio de las encuestas? Para los que estén interesados, pueden seguir esta cifra en varios sitios web. Uno de ellos, el que me resulta más claro, es el del periódico online The Huffington Post, que tiene 395 encuestas que sigue de manera permanente. El resultado promedio les da 46,2% de los votos para Obama y 45,1%, según la última actualización, para Romney, si la elección fuera hoy. En los últimos días, la tendencia es a que el favoritismo de Romney crezca y el de Obama baje un poco, de acuerdo a datos de la encuestadora Gallup.

Para contestar la pregunta de cómo se presentaba esta elección, hay que ver también los números del empleo y la situación económica, el gran tema de esta campaña.

EC –  Un tema que parece un flanco débil para Obama.

MR –  Sí. Estados Unidos está registrando una recuperación económica muy lenta, pero recuperación al fin, con algunos indicadores de consumo alentadores. Semana a semana se registra una caída en los pedidos de ayudas por desempleo, lo que sería el seguro de paro en nuestro país. El mes pasado, Estados Unidos cerró con poco más de 160.000 puestos de trabajo nuevos. Las cifras están ayudando a Obama y la tendencia parece ser que el empleo siga recuperándose, el punto central de esta campaña.

Pongo énfasis en este punto: si bien hoy las encuestas están parejas y hay una ligera tendencia a que Romney crezca por encima de Obama, esta elección se resuelve en el campo económico. De continuar la evolución actual, Obama llegará bastante mejor parado a noviembre de lo que está hoy.

EC –  Mientras tanto, las críticas de Romney son por la escasez de resultados en materia económica del gobierno de Barack Obama.

MR –  Sí. Eso explica el ingreso de este representante tan conservador a la fórmula republicana. En esta campaña, además del nombre del próximo presidente de Estados Unidos, se enfrentan dos visiones distintas de país. Una es la de Obama, en la que el Estado federal tiene un papel mucho más importante en temas como la salud. Los republicanos por el contrario apuntan a reducir el peso del Estado, incluso en sectores sensibles, y eso conlleva a una reducción de los programas federales y del gasto público. Ahí entra como protagonista Paul Ryan, el compañero de fórmula de Mitt Romney.

EC – El es el autor de un programa con definiciones económicas que llaman "hoja de ruta hacia el futuro de Estados Unidos".

MR – Sí, es un programa económico que plantea un recorte del gasto sin aumento de impuestos, aunque algunos expertos señalan que sí provocará aumentos para algunos sectores. Ryan encarna una visión de alguien joven, lo que debería ser para los republicanos el modelo de gestión económica de Estados Unidos, un modelo basado en la disciplina fiscal y en una reforma del sistema impositivo que permita  optimizar el uso de la recaudación, más que aumentar impuestos. A los ojos de los republicanos, Ryan es alguien que está capacitado para ejercer ese papel porque es el presidente del Comité de Presupuesto del Senado, que es el órgano más importante del Congreso norteamericano porque maneja las cuestiones presupuestales del país. Además integra el comité encargado de la legislación comercial, denominado "Ways and Means". Es la figura del Partido Republicano en materia fiscal y económica en el Congreso.

EC –  Eso explica su designación para acompañar a Romney en este contexto económico tan complicado.

MR –  En parte sí. Los republicanos están poniendo el foco de la campaña en la economía porque es el interés principal de los estadounidenses y el flanco de ataque principal a los demócratas. El Partido Republicano también priorizó darle garantía a su electorado cautivo de que la fórmula presidencial va a ser suficientemente conservadora. Con esto quiero decir que en Estados Unidos las encuestas de intención de voto esconden algo que puede ocurrir, esto es que un republicano convencido, ese que nunca votará a un demócrata, no vote en noviembre porque la fórmula de su partido no le convence. La fórmula Romney-Ryan busca consolidar la base de votantes republicanos en el país, busca que voten sí o sí, principalmente en estados clave como Iowa u Ohio. Sin embargo, la elección de Ryan dejó de lado algunos factores importantes que podrían tener impacto en la campaña para estas elecciones.

EC –  ¿Qué factores?

MR –  Por ejemplo las minorías. En algún momento se especuló que Condoleezza Rice, secretaria de Estado de George W. Bush, podía ser la candidata a vice porque es una conservadora que podía captar el voto femenino y el de la minoría negra. Ryan es alguien totalmente ajeno al electorado hispano, entre el cual Obama y su vicepresidente Joe Biden gozan de simpatía. Todavía más simpatía después de la medida que adoptaron en junio para parar las deportaciones de algunos jóvenes indocumentados que, aunque no solucionó el problema, fue una medida adoptada pensando en el electorado hispano, que estaba muy decepcionado con Obama porque no logró una reforma migratoria. Podría haber hasta 20 millones de electores de origen hispano votando este año.

EC –  ¿Qué efecto tuvo el nombramiento de Ryan para acompañar a Romney? ¿Se puede hacer un balance general?

MR – Dinamizó el escenario electoral porque es alguien joven, es una figura en ascenso en el Partido Republicano. Pero además, tal como fue presentado, puede hacer campaña en nombre de Romney y puede ampliar el campo de acción republicano, mucho más de lo que puede hacer Biden, el vicepresidente, que de ninguna manera puede reemplazar a la figura de Obama. Con este panorama vuelvo a insistir, en el contexto actual y con las tendencias actuales de recuperación de la economía, Obama parte como favorito para noviembre.

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