(emitido las 8.35 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Había gran expectativa por la conmemoración de la independencia de nuestro país en la embajada uruguaya en Buenos Aires. Quiénes concurrían, qué pasaba con la relación con el Gobierno. ¿Cómo se desarrolló esa recepción?

Estamos en línea con Fernando Gutiérrez.

FERNANDO GUTIÉRREZ:
En tiempos normales, los actos de las embajadas son reuniones dirigidas a los propios integrantes del cuerpo diplomático y no tienen muchas consecuencias más allá de la cuestión social. Pero en los momentos en que hay tensión, pasan a tener una significación política distinta. El mundo de los diplomáticos está hecho de sutilezas y pequeños gestos que siempre tienen alguna interpretación política; quien va, quien no va, quien habla con quien, pasan a ser algunas señales sobre como está la situación entre las partes.

El acto de la embajada uruguaya llegó en un momento en que la agenda bilateral está cargada de tensiones y después de la escalada de declaraciones del canciller Timerman. Se había generado una gran expectativa porque se iba a ver si el Gobierno argentino estaba o no distanciado, al punto de no hacerse presente en esa conmemoración un poco social y un poco política.

EC – ¿Qué mostraron los hechos?

FG – Si uno tuviese que medirlo por la cantidad y el nivel de los concurrentes, la conclusión sería que la relación está mejorando, hay una intención por superar los problemas. Hubo pesos pesados del kirchnerismo, sobre todo con la presencia de Carlos Zannini, el secretario legal y técnico de la presidenta. Zannini es muy influyente, algunos lo definen como la mano la derecha de Kirchner, tal es así que se manejó la posibilidad de que él fuera el candidato a vicepresidente en las últimas elecciones. Junto con la presidenta diseña toda la estrategia política del Gobierno. El embajador Guillermo Pomi destacó la importancia de que Zannini hubiese estado presente.

No estaba el canciller Héctor Timerman porque se encontraba fuera del país. Había curiosidad por saber cómo habría sido su presencia después de las ironías que recibió respecto de que nunca se haría acreedor a un premio a la prudencia.

La reunión transcurrió dentro de los carriles normales de una reunión social en una embajada, con la presencia de estas figuras relevantes del kirchnerismo como una señal política positiva.

Estuvieron presentes varios miembros del parlamento, de la bancada oficialista, que tienen acceso al entorno más íntimo de la presidenta. Este gesto también se puede leer como una sumatoria de señales para el acercamiento de lo dos Gobiernos.

EC – ¿Por el lado de la oposición y del empresariado hubo sorpresas?

FG – No. Hubo una presencia importante. En cuanto a relaciones exteriores, la política argentina suele ser objeto de duras críticas por parte de la oposición, particularmente en el caso del Uruguay. De todos los conflictos que han tenido Argentina y Uruguay no hubo uno sólo en el cual la oposición argentina haya estado del lado de su Gobierno, sino que argumentaron a favor de Uruguay.

Tanto los opositores políticos como los empresarios que habitualmente sostienen posturas disonantes con el Gobierno estuvieron allí. El empresario y diputado opositor Francisco De Narváez, el empresario de medios Daniel Hadad, el titular de la Sociedad Rural Argentina Hugo Biolcati, Cristiano Rattazzi presidente de Fiat Argentina, personalidades importantes que con su presencia están también dando una señal política en medio de esta relación.

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