Internacionales

Cuba y Panamá al borde de la ruptura

Comentario de Mauricio Rabuffetti

(Emitido a las 08.10)

JOEL ROSENBERG:
Cuba y Panamá están al borde de la ruptura diplomática. Ayer la presidenta panameña, Mireya Moscoso, solicitó al embajador cubano en Panamá que abandone el país, después de que el lunes ordenara el regreso de su embajador en Cuba. ¿Por qué ocurre esto? Cuba denunció el domingo que Panamá podría indultar a cuatro personas que hace cuatro años pretendieron atentar contra la vida de Fidel Castro, y que se encuentran presas en ese país centroamericano. El gobierno de Castro aseguró además que, si eso ocurriera, las relaciones bilaterales quedarían cortadas automáticamente. Panamá considera la actitud de Cuba como una injerencia en sus asuntos internos y a raíz de eso promovió estas medidas que les contábamos recién.

Nos ocupamos de las distintas puntas de este tema con Mauricio Rabuffetti. ¿Cuál es la situación de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Panamá en el marco de este nuevo incidente diplomático que envuelve al gobierno de Castro?

MAURICIO RABUFFETTI:
La definición que dabas recién es la más correcta: "al borde de una ruptura". Por el momento lo que ha ocurrido es una decisión unilateral de Panamá de retirar a su embajador en La Habana y de pedir la partida del embajador cubano en Panamá. Esto, por supuesto, no implica una ruptura de relaciones, pero es correcto decir que se está "al borde de" un quiebre porque la presidenta Moscoso admitió que su gobierno está estudiando la decisión de indultar a estas cuatro personas detenidas, acusadas de querer atentar contra la vida de Fidel Castro en el año 2000. Y Cuba fue muy clara sobre lo que decidiría en esa circunstancia eventual.

JR - Es decir que Moscoso admite como ciertas las informaciones que difundió Cuba el domingo en el sentido de que estaría pensando liberar a estas personas.

MR - Exacto.

JR - "Estas declaraciones son irrespetuosas e inaceptables para la dignidad y soberanía de la República de Panamá", dijo Moscoso al referirse a este asunto, visiblemente fastidiada, según las crónicas de los medios internacionales.

MR - Por supuesto que Panamá como país soberano tiene derecho, si quiere, a indultar a estas personas. Cuba le pone la condición de no liberarlas para seguir manteniendo relaciones diplomáticas, de ahí la reacción panameña. En este punto se hace necesario ir a los profusos antecedentes de este caso para entender el porqué de la reacción cubana. Panamá, si se confirma el indulto, estaría perdonando y liberando a personas que fueron juzgadas, no por intento de asesinato, sino por "delitos contra la seguridad pública", según recordaba una nota de Reuters de ayer. Cuba, en cambio, considera que se trata de personas que trataron de asesinar al presidente cubano Fidel Castro en un atentado con bomba. De ahí la vehemencia de la reacción cubana a estas versiones.

JR - Hablamos de cuatro personas que fueron condenadas a penas que alcanzan los ocho años de prisión en el año 2000; el más notorio de ellos, considerado el líder del grupo y cerebro del intento de atentado, es Luis Posada Carriles.

MR - Se trata de un caso que tiene muchos antecedentes. Después de que Cuba denunciara que descubrió un plan para matar a Castro en Panamá y estas personas fueran detenidas y derivadas a la justicia, Cuba pidió su extradición, lo que no le fue concedido generando rispidez y críticas muy duras: Cuba acusó al gobierno panameño de actuar bajo la influencia de Estados Unidos y la Fundación Cubano-Americana, fundada por exiliados cubanos anticastristas en Estados Unidos y con sede en Miami. Entre otros delitos, Cuba acusa a Posada Carriles de colocar una bomba en un avión cubano en 1976, causando la muerte a 73 personas. Es decir que hablamos de un caso que desde el vamos enfrentó al gobierno de Moscoso con el de Castro, por las acusaciones que pesan en Cuba sobre estas personas.

JR - Y ahora podría terminar en un verdadero quiebre.

MR - Eso en el caso de que se siga profundizando, por ejemplo si Cuba resuelve responder a su turno a las medidas que a nivel diplomático adoptó Panamá. Lo cierto es que a Moscoso le queda menos de un mes de gobierno para resolver esta situación derivada de un caso que se extendió durante casi todo su mandato. De lo contrario quedará en manos del próximo gobierno panameño volver a reconstruir, o no, el buen relacionamiento con Cuba.

Este sería el tercer incidente diplomático importante que Cuba sostiene con sus vecinos latinoamericanos este año. Aquí En Perspectiva hablamos en mayo pasado de retiro de embajadores a raíz de problemas entre Cuba y México y entre Cuba y Perú, por el apoyo de estos dos países a una resolución que condena la situación de derechos humanos en la isla.

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Edición: Jorge García Ramón