Un semanario francés publicó una caricatura satírica de Mahoma, luego de la polémica por el tráiler difundido en Internet
Contacto con Rafael Mandressi, colaborador de En Perspectiva en París.
(emitido a las 8.35 Hs.)
EMILIANO COTELO:
En plena crisis en el mundo musulmán por la difusión de imágenes de una película que ridiculiza al profeta Mahoma, un semanario satírico francés echó este miércoles un poco más de leña al fuego y provocó un resurgimiento de las protestas y enfrentamientos violentos en varios países.
Este miércoles se publicó la última edición de la revista Charlie Hebdo, cuya tapa contiene una caricatura de Mahoma en una silla de ruedas empujada por un judío ortodoxo. El título es "Intocables II", y abajo aparece el propio Mahoma diciendo: "No se rían". La publicación de esta caricatura, que se agrega a otras que aparecen en páginas interiores, generó una mayor conflictividad entre los musulmanes, que se sienten ofendidos por nuevos hechos de ridiculización de su profeta. Pero también hubo reacciones críticas del Gobierno francés, del Gobierno de Estados Unidos y hasta se pronunció el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que opinó ayer que no se debe abusar de la libertad de expresión, ya que "es un derecho que no debería servir para provocar y humillar los valores y las creencias de otros pueblos".
Vamos a conversar con nuestro corresponsal en Francia, Rafael Mandressi.
¿De qué se trata esta revista?
RAFAEL MANDRESSI:
Es un semanario satírico que tiene una historia bastante larga, es una publicación tradicional, hay dos o tres del mismo tipo aquí en Francia. Y en cuanto al episodio de las últimas 24 horas, no es el primero.
EC - Tiene antecedentes en esta misma materia.
RM - Sí, hace poco menos de un año hubo un atentado contra el local del diario, un incendio criminal a raíz de un número especial que se había intitulado haciendo un juego de palabras con el nombre del semanario Charlie Hebdo.
EC - ¿Cómo reaccionó el Gobierno francés ante esta publicación? No demoró mucho en pronunciarse.
RM - Intervinieron varios ministros. En particular, el ministro del interior recibió ayer a representantes de la comunidad musulmana; el ministro de Relaciones Exteriores está atento a las medidas que puedan tomar los países musulmanes, como de hecho tomó, frente a esto, y ordenó reforzar la seguridad en las sedes diplomáticas y en algunas instituciones francesas, e intervino el primer ministro también. Más allá del Gobierno, muchísimos dirigentes políticos del oficialismo y de la oposición coinciden con las declaraciones que mencionabas recién, es decir: defienden la libertad de expresión, pero a su vez critican la oportunidad y hacen un llamado a la responsabilidad en el uso de esa libertad.
EC - Hay declaraciones del director del semanario, Stéphane Charbonnier, que dice: "El gobierno de derecha de Sarkozy nos dio más apoyo. Estamos consternados por el hecho de que el primer ministro y el ministro de Exteriores desaprueben nuestra iniciativa". ¿Podemos examinar la posición de la revista?
RM - Es una revista que si bien no es expresamente política, tiene un perfil de izquierda, incluso de una izquierda por momentos más radical que la que gobierna Francia hoy. Lo primero que dijo el director ayer en unas declaraciones que recogió la prensa fue que no entendía por qué tanta histeria frente a estas caricaturas, y después hizo estas otras declaraciones en las que se declara sorprendido, y a su vez decepcionado por lo que considera una falta de apoyo a la libertad de expresión, a la libertad de prensa manifestada en este caso en el número de que estamos hablando.
Tampoco hubo una reacción unánime de apoyo en otros medios de prensa que manifestaron alguna reserva; varios medios de prensa importantes se pronunciaron en sus editoriales en los términos que resumía recién, es decir, libertad de expresión, libertad de prensa sí, pero siempre con el cuidado en cuanto a las situaciones en las que las iniciativas se producen, como en este caso, cuando el ambiente estaba un poco caldeado con el tráiler que se había difundido por internet. De modo que medias tintas en cuanto a las reacciones, al menos en Francia, aunque también las hubo fuera del país.
EC - Pero volviendo a la revista y por qué publica estas caricaturas, las de tapa y las de páginas interiores, que muchos pueden interpretar como una provocación, sería bueno abundar en esas razones. Porque ellos enfatizan que su objetivo es defender la libertad de expresión, que no entienden por qué, cuando han ridiculizado a todos los que han querido ridiculizar en el panorama político francés, en la política internacional, incluso figuras de otras religiones, no pueden hacer lo mismo con Mahoma.
RM - La razón por la cual decidieron publicar esas caricaturas es muy sencilla: esas caricaturas son una reacción frente a la actualidad que implica la situación que había desatado a su vez la famosa película. Por lo demás, algunos argumentos son también de recibo: ¿cuál sería la razón para tener actitudes diferentes según el blanco de las sátiras, las críticas o las caricaturas? De todas maneras, allí hay algunos compañeros de ruta que no son los que uno podría esperar para un argumento de esta naturaleza, porque son exactamente las mismas consideraciones de la extrema derecha de Francia. La líder del partido de extrema derecha, Marine Le Pen, hizo referencia a las críticas y a las caricaturas que en ese y otras publicaciones del mismo tipo se han hecho muchas veces respecto de la religión católica, que es la más próxima a la extrema derecha, y en esos casos no se han producido todas estas reacciones, y sí cuando se trata del islam.
EC - Tengo aquí otra frase de Charbonnier: "No somos nosotros quienes desencadenamos la violencia, no soy yo el que va a la calle con un kaláshnikov y un cóctel molotov para atacar las embajadas francesas". Es interesante lo que dice, pero de hecho está anticipando que caricaturas como las que su revista publica pueden generar ese tipo de respuesta.
RM - Sí, y de hecho ha habido muchísimas reacciones de los franceses que viven en países musulmanes diciendo que les gustaría que el director de Charlie Hebdo los acompañara mañana viernes, el día principal de plegaria en las mezquitas, a la puerta de la Embajada de Francia a defender el hecho de haber publicado estas caricaturas.
EC - Es un debate que tiene puntas muy ricas para considerar, porque Charbonnier dice "los violentos no somos nosotros, nosotros lo que hacemos es dibujar, lo que hacemos es expresarnos, defendemos la libertad de expresión", pero no solamente se atreven a dibujar a Mahoma, a representarlo gráficamente, sino que las caricaturas son muy crudas, muy hirientes, cualquiera que las vea lo notará.
RM - Sí, pero no están fuera de la línea habitual del semanario y de las otras publicaciones del mismo estilo en Francia. Hay una tradición francesa muy fuerte de prensa satírica que no se pone guantes a la hora de caricaturizar o de hacer referencias críticas, no solamente a Mahoma sino a otras religiones, a dirigentes políticos. Por supuesto que estas caricaturas llaman más la atención por el contexto en el que la publicación se produce, pero son lo que habitualmente publica esta revista. Pueden gustar más, pueden gustar menos, pero en ese sentido no hay un encarnizamiento especial con la figura de Mahoma ni con el Islam.
EC - El Gobierno anunció como medida preventiva el cierre temporal de sus representaciones diplomáticas, centros culturales y escuelas en una veintena de países musulmanes. Está clara la preocupación que hay detrás de una medida como esa. ¿Cuál es el ambiente en la sociedad francesa?
RM - Desde ayer es uno de los principales temas de debate, de declaraciones, de información. Por otro lado, en las redes sociales corre como reguero de pólvora el asunto y los comentarios al respecto, y hay varias convocatorias para algunas manifestaciones que se pretenden llevar a cabo el sábado. Esas manifestaciones ya fueron prohibidas por las autoridades, que van a reforzar en París y en otras ciudades la vigilancia policial en algunos puntos sensibles, entre otros aquellos donde se ha convocado a personas a concentrarse para repudiar las caricaturas. El efecto general es bastante desagradable, incluso desde un punto de vista personal, porque en el fondo se está viviendo una suerte de debate en torno a la religión, todo se procesa como si solo hubiera religiones y religiosos y creyentes en Francia, lo cual es una visión totalmente distorsionada de la realidad del país, donde la mayoría de la población no tiene creencia alguna.
EC - Pero hay una presencia musulmana importante.
RM - El Islam es la segunda religión en número de adeptos en Francia. Pero el debate público está siendo capturado por un debate entre religiones, y el lugar de la religión es minoritario en la sociedad francesa.
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EC - Dicen las notas de prensa que llegan de París que este número de Charlie Hebdo se agotó el mismo día de su lanzamiento. Hay versiones que indican que muchos musulmanes compraban la revista para destruirla o para que no circulara. Lo cierto es que la revista ya había anunciado que imprimiría una edición especial que estará disponible el viernes. Charlie Hebdo suele imprimir 75.000 ejemplares.
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Transcripción: María Lila Ltaif