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El cadáver de Heriberto Lazcano, líder de los Zetas en México, fue robado por un grupo armado un día después de su muerte

Contacto con Homero Fernández, director de editoriales del diario Reforma de México.


(emitido a las 8.36 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En México el líder de los Zetas, Heriberto Lazcano, murió el domingo en un enfrentamiento con la Marina, en el Estado de Coahuilla, según confirmó ayer el presidente Felipe Calderón. Pero este anuncio fue empañado por la revelación de que el cadáver fue robado de la funeraria por un grupo armado, al día siguiente.

El presidente Calderón dijo que la información de la que se dispone muestra con claridad que Lazcano fue abatido resistiendo a la autoridad como consecuencia de un operativo en la localidad de Progreso, en el noreste de México.

El "Lazca", también conocido como el "Zeta 3", o "el verdugo", era uno de los criminales más peligrosos del país. Calderón destacó que era desertor del Ejército y estaba al frente de una organización responsable de un sinnúmero de crímenes de alto impacto.

Recordemos que los Zeta son un grupo integrado por desertores del ejército en el año 1999, que surgió como brazo armado del Cártel del Golfo, pero en el año 2010 se separaron y desde entonces han protagonizado algunos de los episodios más cruentos de la violencia vinculada al narcotráfico en México.

Estamos con Homero Fernández, director de editoriales del diario Reforma de México, además en Uruguay director general a distancia de la revista Uy.

Veía en algunas de las notas de prensa que esta novedad representa junto con la muerte de Arturo Beltrán Leiva, "el Barbas", en diciembre de 2009, el golpe más fuerte al narcotráfico en este período de Gobierno de Felipe Calderón. ¿Estás de acuerdo con eso?

HOMERO FERNÁNDEZ:
Claro. Este caso ha sido bastante sonado en todos los sentidos, por la balacera que se dio, pero en el sentido político es un buen cierre para este panorama polémico con el que se ha enfrentado el presidente Calderón en el momento de declarar la guerra al narcotráfico, y que ha dejado miles de muertos y una estela de terror y de miedo en la que están sumergidos gran parte de los estados del país.

La característica de este hombre es interesante, como tú bien decías es un desertor del ejército, al que entró cuando tenía 17 años junto con un amigo de su pueblo. Cuando el entonces capo del Cártel del Golfo decidió formar una guardia pretoriana a su alrededor convocó a un oficial del ejército para que armara este equipo. Este hombre puso a Lazcano como uno de sus lugartenientes y luego este grupo evolucionó al punto de transformarse hoy en uno de los cárteles más cruentos que vive México.

Una de las curiosidades del caso es que este tipo de oficiales del ejército usaban un uniforme color azul, específicamente azul z, de ahí el nombre de esta organización. Es un detalle de esta historia que inició cuando él tenía 17 años.

EC – Estaba leyendo en el diario El País de Madrid unas explicaciones que da Guillermo Valdés, quien fuera director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, a propósito del nuevo modelo criminal que los zetas inauguraron en México. Él dice que eran una organización de segundo o de tercer piso que combinó el narcotráfico con modalidades nuevas de negocio. Primera modalidad: protección y extorsión a las organizaciones criminales locales, por ejemplo roba coches, secuestradores, bandas dedicadas al tráfico de indocumentados, o al robo de hidrocarburos, y también a las mafias que se les enfrentaban a lo largo de la ruta que controlaban. El objetivo era integrar a todos estos grupos en una federación de bandas criminales, se les exige un porcentaje de las ganancias obtenidas a través de sus delitos. La segunda modalidad consiste en ampliar al máximo el "negocio" de la extorsión y el secuestro, ya sea mediante las organizaciones locales que controlaban o directamente por los propios zetas. Dice Valdés "es un modelo tremendamente depredador y violento". ¿Algo que pudieras agregar?

HF – Absolutamente. Tuvieron ese mérito porque todavía existe este cártel que ahora seguramente será comandado por Miguel Treviños, alias el Zeta 40. Evidentemente  diversificaron el terror, no solamente dedicándose al narcotráfico sino también a esto. Hace un tiempo hablábamos de un asunto muy trágico que había ocurrido el año pasado, el incendio del casino Royal en Monterrey que llevó a la muerte a más de 50 personas. El autor intelectual de este asunto fue Lazcano. Ayer las autoridades del Estado de Nuevo León, al que pertenece Monterrey, dijeron que el caso estaba cerrado porque ya había muerto el principal instigador del asunto. Una forma un tanto burocrática de cerrar un caso.

Extorsionan desde los casinos hasta la gente particular, empresarios, son dueños de negocios, le roban el combustible a PEMEX, la paraestatal petrolera que tiene en sus ductos el petróleo crudo, se instalan en las plantas explotadoras de gas que también pertenecen a este organismo estatal. Tienen una diversificación bastante fuerte en el tema de la extorsión.

ALEJANDRO ACLE:
¿Cómo afecta al Gobierno este otro desenlace de la noticia el robo del cuerpo de Lazcano? Por un lado se anotan un punto fuerte en el combate contra el narcotráfico, pero sufren ese traspié que hasta suena bastante insólito o sospechoso.

HF – Por todos lados siempre está el punto del complot o de sospecha. También vale la pena decir que aunque el presidente Calderón diga que es un gran logro para su Gobierno, esta situación fue una casualidad, no sabían con quien se habían enfrentado y pensaron de que había sido un incidente violento, o un enfrentamiento de los tantos que hay en muchos rincones del país. Por eso simplemente se dedicaron a tomar las huellas digitales y a corroborar de quienes se trataban.

También es cierto que como costumbre no es extraordinario que un grupo, en este caso de narcotraficantes o de crimen organizado, robe un cadáver de alguno de sus muertos. En muchos casos lo rescatan al mejor estilo de las películas de guerra vinculadas a EEUU, donde hacen todo lo posible por llevárselo. No es común pero tampoco extraordinario, entonces todo encaja dentro de un panorama bastante conocido.

EC – No se entiende cómo siendo una presa importante la que había caído, el cuerpo fue dejado bajo la supervisión de cuerpos de seguridad locales, notoriamente débiles en comparación con las fuerzas a las que podían enfrentarse.

HF – Absolutamente, no tenían idea de a quien habían matado.

AA – Esto es un golpe duro contra los zetas que ya tiene un suplente para Lazcano, pero de todos modos siguen activos otros cárteles, por ejemplo el de Sinaloa que es uno de los más fuertes operando en México. Más allá de la espectacularidad de este operativo, está claro que a la lucha contra el narcotráfico le queda un trecho largo por recorrer.  

HF – Seguramente, y la experiencia dice que no importa la cantidad de jefes que vayan cayendo, las organizaciones siempre se van reacomodando. También es cierto que cuando hay una pérdida de una autoridad dentro de la organización arrecia un poco más la violencia porque comienzan a disputarse la jerarquía dentro de los mismos cárteles. Pero aquí se comenta que este hombre era tal vez más difícil de encontrar que el "Chapo", pero a éste lo encontraron y al Chapo todavía no, aunque haya sido de casualidad viendo un partido de béisbol en una población que tiene 3.500 habitantes en el desierto de Coahuilla. Todavía no se sabe si encontrarán al Chapo, pero sería la medalla para el Gobierno de Calderón.

EC – ¿Cómo le impacta una noticia como esta al Gobierno que se instala?

HF – Tienen un inconveniente menos. Ayer escuchaba declaraciones del líder del Senado, Manilo Fabio Beltrones, uno de los pilares dentro de la estructura del PRI, diciendo que seguir encontrando los capos será una prioridad del Gobierno pero que esperan que sea con menos violencia.

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