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España espera por el rescate del Eurogrupo

Los ministros de Economía de la Eurozona constarán este lunes si España cumplió con las condiciones exigidas a cambio del rescate bancario de 100.000 millones de euros. En medio de su mayor crisis, el país pasará de ser receptor a contribuyente neto a los fondos de cohesión.


Europa no desbloqueará el primer tramo de la ayuda acordada con España hasta que el Gobierno de Mariano Rajoy hasta que no estén aprobados los planes de reestructuración de las instituciones nacionalizadas.
 
Solo en ese momento el Eurogrupo tomará una decisión, según explicó un alto funcionario comunitario en una reciente visita a Madrid.
 
Los planes de reestructura incluyen cierres de oficinas, desinversiones y asunción de pérdidas por parte de accionistas y titulares de preferentes.
 
Las entidades nacionalizadas (Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia Banco y Banco de España) deberán transferir sus activos inmobiliarios a un llamado "banco malo" que deberá tener independencia de gestión, acelerar la liquidación de los bancos no viables y evitar nuevas fusiones que no creen valor agregado.
 
Este plan tendría que estar vigente el 28 de noviembre, y podría suponer el desbloqueo del primer tramo del rescate, por 45.000 millones de euros.
 
Este lunes los ministros de Economía de la Eurozona discutirán también las previsiones económicas para Espala, que incluyen un decrecimiento del 1,4% este año y otro tanto adicional en 2013, año en que el desempleo alcanzará 26,8%, y que solo se recuperará en 2014 con un tímido crecimiento de 0,8%.
 
A todo esto, en su mayor crisis en décadas, España pasará a ser contribuyente neto por primera vez de los fondos de cohesión, creados para que los países rezagados de la Unión se equiparen con los más adelantados.
 
España venía aportando en torno al 8% del presupuesto comunitario (20.000 millones de euros anuales), y recibía entre el 9% y el 10%.
Debido a que las cifras que se manejan ahora son las de 2009, cuando cuando la economía española aún resistía los embates de la gran recesión. Si la decisión prospera, el país perderá el 30% de los fondos de cohesión.
 
La apuesta española es a diferir la definición, ya que a medida que pasen los meses se podrá trabajar con cifras más recientes, al menos las de 2010, cuando la crisis ya se notaba. En ese caso, puede que España hasta resulte beneficiada con más fondos.
 
Fuente: El País (Madrid)–Expansión.com