Fue una niña quien recomendó a Lincoln se dejara la barba
La característica barba que lucía el presidente de EEUU, Abraham Lincoln, se debe a una recomendación que le hizo una niña. Se encontró una carta que una niña de 11 años, llamada Grace Bedell, originaria de Westfield, Nueva York, escribió al mandatario en octubre de 1860 y en donde le dice que "estaría mucho mejor con la barba porque tiene una cara muy fina".
En ese momento, Lincoln era candidato a presidente y Grace le aseguró en su carta que si se dejaba la barba, convencería a sus cuatro hermanos y a sus padres para que le votasen.
Cuando Lincoln se proclamó decimosexto presidente de EEUU, cuando viajaba de Illinois a Washington se detuvo en Westfield para visitar a Grace. Un periódico de la época describió así el momento: "Mr. Lincoln se ha parado, ha besado a la joven y ha hablado con ella unos minutos".
Para ese entonces el presidente ya lucía una barba espesa y le dijo a la niña: "Grace, mira mi barba. La he dejado crecer para usted".
Este encuentro fue tan importante que Westfield decidió levantar una estatua para inmortalizar la reunión entre la niña y el expresidente.