De esta manera, el gobierno nacional ya no se ocupará del asunto y las seis líneas del subte y el premetro estarán bajó la jurisdicción del gobierno que dirige Mauricio Macri a partir del primero de enero.

Para financiarlo, la ciudad no cobrará un impuesto a la venta de combustibles, aunque sí subirán el tributo de Sellos que pagan los contratos entre privados, los peajes y las Patentes para autos de alta gama.

Por su parte, el gobierno de Cristina Kirchner decidió pagar el 50% de los subsidios durante el primer año. Según informó La Nación, la Secretaría de Transporte de la Nación notificó a través de un comunicado, que el acuerdo "implica trasferencia de la fiscalización, el control y la potestad tarifaria del servicio"