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A dos meses de las elecciones, el panorama político y económico de Italia está convulsionado

Contacto con Mario Lubetkin, colaborador de En Perspectiva en Italia.


(emitido a las 8.37 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Italia, que en el último año parecía estar volviendo al equilibrio, vive en estos días una nueva crisis política.

El fin de semana pasado Mario Monti concretó su renuncia al cargo de primer ministro y ahora protagoniza una compleja negociación sobre cuál va a ser su futuro. Dice que no va a ser candidato en las elecciones anticipadas del 24 y 25 de febrero, pero anuncia que tiene un programa para los partidos que quieran apoyarlo y eventualmente ofrecerle que sea él quien lidere nuevamente el país.

Mientras tanto, Silvio Berlusconi, que dejó el cargo del primer ministro en 2011 con Italia al borde de la banca rota, ya está en campaña y quiere volver.

Desde que Italia entró en este nuevo capítulo, el panorama político y económico se ha visto convulsionado, la prima de riesgo de la deuda italiana se disparó, los mercados europeos vivieron momentos de inestabilidad. Entonces, ahora, cuando se sabe las fechas de las elecciones, cuando ya empiezan a verse las piezas en el tablero, ¿cómo examinamos este momento político tan complejo? Vamos a conversar con Mario Lubetkin, nuestro colaborador en Roma.

El último enfoque contigo fue el 12 de diciembre y allí decías que toda Europa tiene claro que la estabilidad italiana es fundamental para mantener la estabilidad europea. Luego ocurrieron unas cuantas cosas, se concretó la anunciada renuncia del primer ministro Mario Monti, cae el llamado gobierno técnico, se fijan elecciones anticipadas para el 24 y 25 de febrero, ¿cómo puede afectar este llamado a elecciones a la economía europea en general?

MARIO LUBETKIN:
Hay una gran preocupación en Europa porque si tú recuerdas cómo fue el escenario dramático que llevó a la crisis del euro y a la posible desaparición del euro, Italia fue el muro final para evitar la hecatombe. Y efectivamente se reactivaron los fantasmas, sobre todo en Europa, para que no se activara un escenario en Italia que pudiera afectar a toda Europa.

Luego de que se vieron los movimientos políticos internos en Italia, el riesgo país se disparó, ahora se ha reducido porque comienza a aparecer con mayor claridad un mapa político que puede generar dos o tres variantes importantes en relación a las elecciones de febrero.

EC – ¿Cómo es eso?

ML – Tú hablaste sobre un factor fundamental, que va a ser el renunciante primer ministro Monti. Yo diría en relación a la introducción que tú haces, que él ha decidido, porque en su discurso dijo que estaba dispuesto a volver a ayudar al país, pero no había dicho si iba a entrar en la campaña electoral o no. La sensación de las últimas 48 horas es que él va a entrar en la campaña política.

EC – ¿Él podría ser primer ministro sin haber sido candidato en las elecciones?

ML – Sí, porque es senador vitalicio y como parlamentario puede ser convocado por el presidente [Giorgio Napolitano] para encabezar el próximo Gobierno.

EC – Eso fue lo que se entendió en primer lugar que dejaba como puerta abierta. No ser candidato pero eventualmente aceptar la posibilidad de terminar siendo primer ministro. ¿Tú dices que ahora se maneja la posibilidad de que sea candidato?

ML – Sí, en un tuit anunció hace dos días que quiere entrar en el escenario político, y más aún, está armando las listas electorales para el Senado y la Cámara de Diputados para apoyarlo a él.

A su alrededor se comienza a dar, y esto es un hecho de las últimas 36 horas, una confluencia de dos sectores que en Italia pesan mucho. Que es el Vaticano, la iglesia, que a través de una editorial de su diario principal, L'Osservatore Romano, respaldaba,  señalaba y saludaba el hecho de que Monti entrara a la actividad política electoral con mucha fuerza. Y por otro lado los sectores industriales y financieros, que ven con muy buenos ojos que se mantenga la continuidad de la política económica que se desarrolló en los últimos 13 meses.

Por lo tanto, junto al hecho de que hay una Europa encabezada por la primera ministra alemana, [Angela] Merkel, de respaldo abierto y claro a la figura de Monti, se están dando una conjunción de poderes de gran importancia detrás de la figura del ex primer ministro, que un poco determinaron su lanzamiento y que hoy conjugan esos intereses para el futuro de Italia y de Europa.

EC – Tú te concentrabas en uno de los protagonistas estelares de este escenario político incierto hoy en Italia, Mario Monti. Pero vayamos a Silvio Berlusconi. Yo mencionaba recién que el año pasado dejó Italia al borde de la banca rota y había prometido que se iba de la política. Sin embargo, no cumplió, volvió al ruedo, lo primero que hizo fue quitarle el apoyo a Mario Monti, allí precipitó todos los hechos que han venido dándose, pero además está en campaña, aparece con mucha frecuencia en los medios, sobre todo en sus canales de televisión, ¿qué posibilidades reales tiene de ganar?

ML – Vamos a ir en dos partes.

Primero, Berlusconi vuelve a la política, perdón, vuelve a encabezar el proceso de las fuerzas de centro derecha de Italia por un factor muy importante: ante su salida 13 meses atrás no apareció ninguna figura de importancia que lograra generar una confluencia de todos los sectores de centro derecha. El partido de Berlusconi que había llegado a ganar con el 40% de los votos, según las encuestas no pasaba del 14%, 15%. Y efectivamente Berlusconi volvió a encabezarlo, convencido de que es la figura mediática que puede reacomodar un escenario político, en el cual es una línea de tendencia clara que el próximo triunfador, al día de hoy, sería el centro izquierda.

EC – Pero en las primeras semanas no le ha ido bien en las encuestas.

ML – Acá entramos en otra discusión, que es la relación entre comunicación y poder, porque él se lanzó a la misma fórmula que hizo durante las últimas campañas electorales, esto es aparecer en forma absolutamente desproporcionada en los medios de televisión. Él está todos los días en un programa de televisión o de radio.

EC – Sí, incluso haciendo jugadas sorpresa, como en uno de estos días que al enterarse de que Mario Monti iba a tener una aparición en un canal de televisión, prepotente y a último minuto se metió en uno de sus propios canales para generarle un hecho político anterior, ¿no?

ML – Sí, él parte de la base de que su capacidad mediática puede determinar el movimiento de millones de votos en su dirección. La sensación que yo tengo es que efectivamente en esta oportunidad se le está resbalando esa posibilidad y que no está penetrando de la manera que en otras campañas electorales él lo había logrado. Se demuestra porque la continuidad de anuncios que él está haciendo no está generando impacto en el escenario político, y las encuestas hoy dan un máximo de su peso electoral en el 20%.

Si nosotros miramos las encuestas, ahí podemos ir focalizando sobre cuál es el mapa que puede quedar después del mes de febrero en Italia, tenemos la derecha encabezada por Berlusconi en un 20%. La gran intriga es cuánto va a lograr agrupar Mario Monti, el primer ministro saliente, sobre todo porque su anuncio de que iba a entrar activamente en campaña lo hizo hace 48 horas, pero las encuestas le dan entre un 12% y un 15%, pero faltan dos meses y en Italia todo puede pasar. Y un consolidado voto del centro izquierda que oscila entre el 36% y 40%.

En ese mapa ¿qué puede pasar? Primero hay que ver cómo se desarrollan estos dos meses. Es una campaña corta, analicémoslo, porque está fin de año de por medio, va a ser una campaña intensísima, de un mes y medio. Pero efectivamente la clave está, como está planteado el escenario de hoy, en cuánto va a sacar el centro político encabezado por Monti para determinar qué condicionamiento le va a generara a un posible triunfo del centro izquierda para determinar finalmente cuál va a ser el programa.

En otras palabras, si el centro izquierda tiene un 40% de los votos, aproximadamente, y no se activan los premios que la ley electoral permite para generar las mayorías necesarias, no tanto en la Cámara de Diputados sino en el Senado, que está muy focalizado en las votaciones regionales y no en la votación nacional. Los votos del centro pueden determinar qué tipo de gobierno se puede crear a partir del mes de febrero. Y ahí se puede activar la fórmula de que el centro izquierda no tenga los votos necesarios solos y autónomos para gobernar Italia, sea necesario la presencia de los votos del centro en un tipo de alianza de programa entre centro y centro izquierda, y ahí vuelve a resurgir la figura de Monti como una figura importante, aunque no con los votos necesarios, pero sí para volver a encabezar el Gobierno de Italia.

Por allí se juega la partida de lo que puede pasar en este mes y medio muy intenso y muy apasionante de Italia.

EC – En lo inmediato, ¿dónde están puestas las expectativas en estos días?

ML – Las expectativas están puestas en los perfiles de los candidatos que se presentan y las estrategias que se van a definir. Está claro que la estrategia de la derecha, de la centro derecha de Berlusconi, es ir al choque frontal, es ir a atacar a Monti, capturar el Estado de preocupación del ciudadano italiano, que fue muy golpeado por los impuestos durante estos últimos 13 meses, y generar ese estado de desconfianza a favor de un voto del centro derecha.

EC – Es un discurso muy curioso porque se enfrenta directo, con [la primera ministra alemana] Angela Merkel, que teóricamente es de la misma línea ideológica europea que su partido.

ML – El problema es que en el escenario italiano, la línea de Angela Merkel la representa Monti, y no Berlusconi, quien en este momento no representa ninguna línea de gobierno de los partidos populares europeos, o sea de los partidos conservadores, está muy aislado en el escenario europeo.

EC – Pero en la teoría pertenece a esa corriente de los partidos populares.

ML – Pero no en la práctica. Además, durante estos 13 meses en Italia hubo un gobierno extrañísimo donde el centro derecha encabezado por Berlusconi, un pedazo del centro izquierda encabezado por quien aparece como uno de los dos posibles candidatos a primer ministro, Pierluigi Bersani, del centro izquierda, y el centro político, votaron todas las principales leyes por las cuales Monti desarrollo su política. Por lo tanto, lo que está haciendo Berlusconi es desmentir toda su gestiones y sus posiciones en los últimos 13 meses tratando efectivamente de capturar el estado de opinión pública, el descontento de los resultados de estos 13 meses. Esa es la posición del centro derecha.

La primera pregunta es cuánto va a capturar de todo eso. El centro de Monti, que es el gran punto de interrogación respecto a qué es lo que puede pasar, es cuánto de opinión pública realmente se siente interpretado en la política de austeridad rigurosa que se aplicó en Italia y en toda Europa, a lo largo de estos últimos 12 meses.

Y finalmente la pregunta es un centro izquierda que está muy consolidado con su voto, si lo logrará mantener, si aumentará algún punto, para determinar que tengan capacidad de gobierno solos; o por el contrario, se estancan y comienzan a perder parte de la puntuación y del posicionamiento de votantes que hoy tienen en este país

Los movimientos están por allí, tienen que ver con las propuestas, los candidatos y las estrategias. En las próximas semanas veremos cómo se comienza a instalar este nuevo escenario.

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