En la madrugada navideña los reclusos del Comcar quemaron algunos colchones e intentaron iniciar un motín, el cual fue controlado por personal policial.

Uno de los jerarcas que estuvo en el lugar fue Severo, quien acusó a unos 15 guardias del centro carcelario de estar tomando alcohol durante la guardia.

El tema generó un cruce de acusaciones y la amenaza de los guardias de suspender las salidas de los reclusos como medida gremial el 26 de diciembre.

El sindicalista Gustavo Signorelle, señaló que Severo llegó al Comcar a controlar a los guardias en estado de ebriedad y les pateó el asado que los efectivos estaban haciendo para festejar Nochebuena.

Este hecho fue desmentido por el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, quien en declaraciones a El País aseguró que "lo que están diciendo de Severo es absolutamente injusto. Es más, este jerarca ni siquiera toma".