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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está reformando su gabinete con cuatro nuevos ministros clave, y un nuevo jefe para la CIA

Contacto con Mauricio Rabuffetti, colaborador de En Perspectiva


(emitido a las 10.27 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está reformando su gabinete. Con cuatro nuevos ministros clave, y un nuevo jefe para la CIA. Este segundo mandato de Obama se viene con todo.

"Un veterano de 25 años de la CIA. John sabe lo que nuestra seguridad nacional requiere. Inteligencia que le de a los congresistas los hechos. Análisis sólidos. Y la comprensión de un mundo dinámico".

De esta forma Barack Obama presentaba el lunes a su candidato para dirigir la CIA, John Brennan. También postuló al ex senador republicano Chuck Hagel, de Nebraska, veterano de Vietnam y un crítico de las guerras, como secretario de Defensa. A esta lista se suman el senador John Kerry que reemplazará a Hillary Clinton, y el anuncio, probablemente hoy, de su candidato al Departamento del Tesoro que será Jacob Lew, según adelantaron medios norteamericanos.

Obama empieza su segundo mandato el 21 de enero. ¿Por qué todos estos cambios? ¿A qué apuntan? De estas y otras cuestiones conversamos esta mañana con Mauricio Rabuffetti, colaborador de En Perspectiva, ex corresponsal en Washington.

¿Cómo suceden estos procesos de nominación?

MAURICIO RABUFFETTI:
Es un mecanismo por el cual el presidente propone nombres, siempre  de esta forma pública y notoria, y luego el candidato es interpelado por el Congreso, por algunos legisladores que son especialistas en las áreas de nominación. Y el candidato puede ser aprobado o no, dependiendo del resultado de esa entrevista.

EC - Específicamente sobre los nombramientos o nominaciones, son nombres poco familiares por aquí, tal vez sea mejor que nos manejemos por áreas. ¿Llama la atención que se produzcan cambios tan importantes, y simultáneamente, en el sector de Seguridad y Defensa? Se reemplaza al Secretario de Defensa y jefe de la CIA al mismo tiempo.

MR -  Comienzo con un breve apunte de contexto. Obama consiguió solucionar algunas cosas en su primer mandato. La reforma de la salud, terminar con la intervención en Irak, está cerrando el capítulo Afganistán, logró extender hace unos días algunas extensiones fiscales para la clase media y subirle impuestos a algunos de los más ricos. Fue reelecto, este es su último mandato, y la economía sigue lenta, el desempleo sigue alto, el déficit es colosal. Obama tiene que empezar a poner la casa en orden y controlar un gasto público que no se podía permitir recortar drásticamente en el estado en que recibió la economía y que utilizó para sostener algunos sectores, mediante obra pública, por mencionar un ejemplo. Tampoco podía recortar el gasto militar con dos intervenciones –Irak y Afganistán- en curso. Pero ahora la situación cambia.

Obama hace cambios en el gabinete porque necesita subsanar algunos problemas importantes. Y además debe atender nuevas coyunturas que empiezan a aparecer. El escenario probable de la OTAN terciando en Siria, las tensiones crecientes con Irán, y entre Israel e Irán, y es ese marco el que explica los cambios, y principalmente los cambios en el área de Seguridad.

EC - Son  personajes muy diferentes. Me llamó mucho la atención algo que suena casi a contradicción: John Brennan, el propuesto jefe de la CIA, es duro, alguien que defendió técnicas de interrogatorio fuertes, torturas incluso, alguien que defiende la eliminación de terroristas en terceros países. Mientras Hagel, el candidato para Defensa, es un crítico de la guerra, que se opuso a políticas de aumento de tropas en Afganistán. Suena incompatible.

MR - Sin embargo no es tan así. Cada uno de ellos tiene un perfil destinado a una misión específica. Brennan es alguien que conoce los hilos de la CIA, estuvo 20 años allí, no es alguien impuesto, sino alguien de la casa. Pero sobre todo es un experto en estrategia antiterrorista.

EC - De hecho fue quien planificó el ataque que terminó con la muerte de Osama bin Laden.

MR - Ese conocimiento es su principal carta de presentación en un Estados Unidos obsesionado con su autoprotección, justificadamente obsesionado, tal vez. Recordemos el último ataque en Bengasi a la sede diplomática estadounidense que terminó con la muerte del embajador el año pasado.

EC - ¿Y en el caso de Hagel? ¿Cómo es explica un secretario de Defensa crítico de cualquier medida belicista, incluso a contramano de su partido según pude leer ayer?

MR - Estados Unidos se está retirando de Afganistán. En 2014 solo debería quedar una fuerza de entrenamiento allí, ya cerró oficialmente el capítulo Irak. Y tiene un enorme problema en el Departamento de Defensa que es a lo que Hagel va a tener que dedicarse, y que en definitiva es el que explica de mejor manera esta opción de Obama. El Pentágono es gigantesco, se come los recursos del Estado de una forma imponente. Creció al influjo de las guerras lanzadas por Bush y hoy, con un déficit fiscal enorme, con una economía lenta, Estados Unidos no puede permitirse ese costo. Algunos medios norteamericanos recordaban las críticas de Hagel al presupuesto de Defensa en estos días. Ahora, tal vez, tenga su oportunidad de recortar. Pero no la va a tener fácil para ser nominado. Los republicanos no lo quieren mucho porque votó varias veces en contra de su partido, fue Senador por Nebraska con el Partido Repúblicano. Ayer leía un excelente artículo en el portal de CNN en el que explicaban que también es partidario de un diálogo con Irán, tal como Obama promovió en su primera campaña electoral. No va a ser fácil que lo confirmen.

EC - Vayamos ahora a Kerry. ¿Por qué John Kerry al Departamento de Estado?

MR - La verdad es que mi pregunta más bien es por qué Kerry fue el segundo candidato detrás de la representante en la ONU, Susan Rice, que al final tuvo que retirarse, y no el primero. Es un político que cuando fue candidato a presidente contra George W. Bush, dio muestras de una solidez de conocimiento en temas internacionales que dejaron bastante mal parado al presidente de entonces. Pero además, es un político y Obama, que es un pragmático, necesita en el Departamento de Estado a alguien que no tenga rechazo del Congreso, porque bastante va a tener que pelear por los anteriores, y Kerry es  un senador respetado y no va a tener problemas para ser nominado. El diario Christian Science Monitor hizo un muy buen artículo a fines del año pasado en donde explicaba que Kerry comparte con Obama dos preocupaciones importantes: el cambio climático, un tema que Obama no ha logrado abordar con solidez, y el otro es la oposición a la proliferación de armas. Decía un ex diplomátco citado en ese artículo que Kerry va a tener que negociar con los rusos para reducir el arsenal nuclear.

EC - Así que se suma a la estrategia de seguridad del país. Para cerrar: también habrá nuevo secretario del Tesoro. Jacob Lew en lugar de Timothy Geithner. 57 años, doctor en derecho, secretario de la Presidencia, nada menos. ¿Cuál será su papel?

MR - Lew es la única persona en los últimos años, décadas tal vez, que tiene la posibilidad de decir que cuando dirigió la oficina de presupuesto de la Casa Blanca, Estados Unidos logró tener superávit fiscal. Eso no fue en su última etapa en ese cargo con Obama, fue cuando dirigió esa repartición en los 90 con Bill Clinton. ¿Qué función va a cumplir? Un papel central, clave en lo doméstico para el gobierno y el legado de Barack Obama: tiene que reducir el déficit y negociar un mecanismo para que Estados Unidos no esté todo el tiempo alcanzando su límite de endeudamiento, hasta el punto de rozar el default como ocurrió el año pasado. Los expertos coinciden en que es alguien con mucha capacidad negociadora así que ese será su papel: negociar con los republicanos, que no quieren saber nada de permitir más deuda si no se recorta el gasto público.

EC - Antes de despedirnos, añadimos que ayer por la tarde se conoció la renuncia de otro miembro del gabinete de Obama, Hilda Solís, secretaria de Trabajo y la única hispana que había en su gabinete.

MR - Si, es una persona muy respetada en la comunidad hispana. Obama va a tener que buscar tal vez a alguien también de la comunidad hispana y con buena relación con los sindicatos para ese cargo, un poco el mismo perfil que Hilda Solís.

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