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Tras la masacre de Newtown, el debate sobre la tenencia de armas de fuego polariza a la sociedad estadounidense

Contacto con Silvia Pisani, corresponsal de En Perspectiva en Washington


(emitido a las 8.42 Hs.)

JAVIER CASTRO:
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentó el miércoles un plan contra la violencia con armas de fuego, a un mes de que un joven de 20 años matara a 20 niños y seis adultos en una escuela de Newtown (Connecticut), a 100 kilómetros de Nueva York.

La masacre ocurrida el 14 de diciembre es la última de una larga lista de ataques a centros de estudios en Estados Unidos. La pregunta surge sola: ¿qué ocurre en la sociedad estadounidense para que periódicamente un joven vaya armado a su escuela, liceo o universidad y provoque una tragedia de este tipo?

La situación polariza a los estadounidenses. Mientras unos piden que se controle la tenencia privada de armas, otros, como la Asociación Nacional del Rifle, están radicalmente en contra de cualquier regulación.

Para saber más sobre el contexto de este tema tan complejo vamos a conversar en los próximos minutos con Silvia Pisani, corresponsal del diario La Nación en Washington y colaboradora de En Perspectiva.

Silvia, te hago una pregunta para ver un poco el contexto, ¿cuál es la situación actual en Estados Unidos con el tema de las armas tras el ataque en la escuela de Newtown?

SILVIA PISANI:
Yo lo que diría para empezar que, a diferencia de otras matanzas, la estela de conmoción de la de Newtown está durando más que las otras. Y es sobre esta estela de conmoción donde generalmente cabalgan las asociaciones y los activistas que promueven el control de armas en este país, porque saben que tienen siempre muy poco tiempo para que la sociedad norteamericana les preste atención. Es sobre la conmoción que provocan las matanzas donde esta gente trabaja.

La matanza de Newtown se diferencia de otras porque la conmoción está siendo más duradera. No es una psicosis ni mucho menos, pero sí hay mayor sensibilidad para el tema y esto hace que de repente la gente esté más dispuesta a escuchar.

JC – También el año pasado fue muy sonado el caso de una matanza en un cine mientras estrenaban la última película de Batman. ¿Por qué creés que este tipo de casos ocurren cada tanto y cada vez con mayor frecuencia?

SP – Porque en este país hay un acceso muy fácil a las armas, es muy fácil tener una, hay muy poco control sobre quién las tiene y la verdad es que, frente a eso, además hay una cierta flexibilización también en las políticas del control de la salud mental, y las dos cosas parecen ser un cóctel explosivo.

De las dos, la que me parece que tiene más incidencia es la cantidad de armas que andan dando vuelta por el país. Si hay alguien que de repente se desestabiliza emocionalmente y tiene una carga de agresividad fuera de lo común, puede acceder a un arma de forma muy fácil y descargarse con ella. Y además existe una cultura para hacerlo. Más allá del hecho de que estos casos existan, hay expertos que dicen que la publicidad, la existencia y el hecho de que este tipo de fenómenos se reiteren también hace una especie de retroalimentación frente a una sociedad que no reacciona. Es un cóctel que está siendo bastante difícil de atender en el país.

JC – Estamos hablando de armas de asalto, ¿concretamente de qué tipo de armas? ¿Cuáles son las armas que se han utilizado en estos casos y que ahora están empezando a tratar de ser controladas?

SP – Lo más curioso del asunto es que aquí tu puedes acceder fácilmente a un arma semi automática, a un arma que, dicho en buen criollo, te permite disparar 50 balas en cuestión de segundos, o sea, virtualmente una ametralladora, con lo cual la capacidad de daño de tenés en personas que no están habilitadas ni controladas para manejar semejante potencial es realmente riesgoso.

JC – Como decíamos en la introducción, el presidente Barack Obama presentó una serie de medidas para atender este problema. ¿Podemos detallar brevemente cuáles son las medidas más importantes que se anunciaron?

SP – Las medidas se dividen en dos grandes tipos, las que son de orden ejecutiva, que no necesitan pasar por el Congreso (es decir, son disposiciones extraordinarias de Obama) y otras las que sí necesitan pasar por el Congreso.

Entre las que son automáticas, de aplicación inmediata, una de las que figuran es muy interesante diría pues obliga a los comerciantes de armas a tener un mayor control sobre quién compra sus productos. Esa es la enunciación, cómo se va a llevar adelante, cómo se va a aplicar este mayor control todavía es un gran enigma, pero digamos que esta disposición debería entrar en rigor casi de forma automática.

De las que tienen que pasar por el Congreso, una de las más complicadas es la que tiene que ver con la regulación del acceso a lo que podés comprar. Ahí si ya van a tener que establecer mecanismos regulatorios por ley un poco más difíciles, y también entrarían las limitaciones para las armas semi automáticas.

JC – ¿Cómo está situado el Congreso en este sentido? ¿Hay alguna previsión de qué pueda pasar con estas propuestas que hace el presidente Barack Obama al Congreso?

SP – Yo sé que les va a llamar la atención, pero los que seguimos un poco la actividad del Congreso no prevemos un paso fácil de esto, al contrario, va a ser bastante complicado, ese es el pronóstico.

No hay una división automática por partidos políticos, si bien hay una mayor tendencia entre los republicanos a ser más respetuosos de la norma constitucional que permite a todo norteamericano tener las armas que quiera. Es un riesgo grande que corre Obama haciendo esto.

JC – ¿Tú crees que estas medidas se van a poder aplicar, van a tener éxito? Independientemente de lo que pueda pasar en el Congreso con esa discusión, me refiero sobre todo a las medidas ejecutivas.

SP – Yo creo que va a haber mucha batalla en la reglamentación de las medidas ejecutivas, en cómo se las implementa, porque existe el enunciado pero luego se tiene que rellenar y dar forma a esa idea, ahí también va a haber batalla. Pero las ejecutivas seguro que se van a aplicar, puede haber más o menos resistencia, puede haber reacciones de alguno de los 50 estados, pero son las de aplicación más inmediata. Lo del Congreso va a ser realmente interesante de ver.

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