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Los resultados de las elecciones generales en Italia dejaron como resultado un escenario de ingobernabilidad

Contacto con Mario Lubetkin, colaborador de En Perspectiva en Roma


(emitido a las 8.38 Hs.)

ALEJANDRO ACLE:
En Italia el centro izquierdista Pierluigi Bersani, líder del Partido Democrático (PD), se consagró ganador de las elecciones generales con el 29,5% de los votos.

El bloque liderado por Bersani consiguió la mayoría en la Cámara de los Diputados, con 340 escaños, pero en el Senado la situación es diferente: obtuvo un 31,6%, 120 senadores, lejos de la mayoría según los resultados definitivos de las elecciones italianas.

La coalición de centro derecha de Silvio Berlusconi consiguió en la cámara baja un 29,1%, prácticamente 120.000 votos menos que Bersani, pero debido a la ley electoral que otorga premios de mayoría a la coalición ganadora, se quedará con 124 escaños. En el Senado, el grupo de Berlusconi obtuvo un 30,7%, lo que supone 117 senadores, dejando prácticamente ingobernable la cámara alta.

Para saber cómo se vive el resultado en Italia y qué repercusiones generó esta victoria, en los próximos minutos nos proponemos ponernos en contacto con Mario Lubetkin, director de la agencia IPS y colaborador de En Perspectiva.

Mario, ¿cómo se leen estos resultados? En nuestro contacto anterior tú hacías hincapié en que la gran duda estaba en esto que hablábamos, el problema es en el Senado. Allí dependía mucho de en qué zonas uno ganaba, en cuáles perdía, para luego ver la configuración de ese ámbito. Teniendo en cuenta esto y los resultados en general, si uno hoy repasa la prensa todos los medios están hablando de que Italia se está enfrentando a la ingobernabilidad directamente.

MARIO LUBETKIN:
Correcto, el verdadero ganador es la ingobernabilidad, dejando un escenario estratégicamente difícil para poder entender si es posible que haya gobierno en los próximos seis meses o se vaya a elecciones anticipadas rápidamente. Han cambiado demasiadas cosas, ha habido una verdadera revolución en Italia con el resultado electoral. No con lo que señalaba la boca de urna inicialmente, sino la proyección y los resultados que más o menos se fueron proyectando hasta medianoche.

Ha cambiado mucho, si vemos rápidamente. Esto exige una lectura los próximos días con mayor serenidad, pero lo que vemos en primer lugar es que si bien es verdad que el centro izquierda ganó en el Senado y en la Cámara, no ganó en las proyecciones que se estaban planteando mínimamente, que eran el 36%, 38%. Y es verdad también que el centro derecha que iba a tener una votación que quizás se podía acercar a eso, fue superior en algunas regiones y por lo tanto demostró una vez más que el exprimer ministro Berlusconi sabe hacer campaña electoral.

Pero la gran novedad es el voto de protesta. Si tú miras los números –es una rápida lectura, han terminado la elección hace pocas horas– el 25% del electorado no fue a votar. En Italia la votación no es obligatoria, pero siempre los promedios eran del 80%, aquí ha votado un 75%. Pero otro 25% ha votado por el cómico Beppe Grillo, que lo ha transformado en el primer partido de Italia por un 0,1% en relación al PD.

AA – Esa masividad en el apoyo no estaba prevista.

ML – Eso significa que hubo un cambio de voto en los últimos días, sin lugar a duda, y que Beppe Grillo tomó tanto votos de la izquierda como de la derecha, pero sobre todo un elemento más: es el típico voto de protesta, por lo tanto, si empezamos a mirar números, entendemos que el 50% de los italianos protestó duramente contra el sistema político y el mensaje político y la gestión política como nunca antes se había dado. Imaginate que sucediera eso en Uruguay, que frente a partidos con la tradición del Frente Amplio, los colorados o los blancos, un partido nacido hace tres años obtuviera el primato en apenas tres años de gestión, con una experiencia milenaria que existe en nuestros países de tradición a los partidos políticos. Así hay que leer el resultado italiano.

Ha cambiado completamente el panorama, se han debilitado extraordinariamente los partidos tradicionales, tanto de izquierda como de derecha, el electorado ha mandado un mensaje muy firme, que tiene dos aspectos que hay que tomar en consideración en una reflexión futura: primero, se reforzaron los partidos que no respaldaron la tendencia de la europeización de Italia, y segundo, la suma de los votos fue para aquellos partidos políticos que estuvieron absolutamente en contra de la gestión de recesión y de austeridad total que se manejó en los últimos 13 meses, que de hecho era la presión que Europa hacía sobre Italia. Por lo tanto esto ha generado también un escenario absolutamente nuevo para toda Europa, por el efecto y el peso que Italia tiene.

AA – Aparte de la ingobernabilidad que se abre por los resultados que se dieron en las cámaras, esta victoria de Beppe Grillo, de su Movimiento 5 Estrellas, también abre toda una incógnita, porque su formación política, como bien decís, es muy nueva, hace solo tres años que se lanzó, y las propias figuras que él presentó no son muy conocidas, entonces no está demasiado claro qué se puede esperar de ellos para la gestión de gobierno.

ML – Está pasando una cosa inédita en un proceso pos electoral. Como todo país la televisión y las radios están focalizadas absolutamente en el análisis de los resultados, y en los debates están todos los actores, menos uno, que no va a la televisión, que es el grupo de Grillo, cuyo 25% decidirá el futuro del país. Entonces nosotros nos encontramos escuchando análisis e interpretaciones, reflexiones, sin un actor central que tiene el 25% de los votos. Porque Beppe Grillo, tanto en el proceso de la campaña electoral previa, nunca, absolutamente nunca participó en un debate televisivo, que fue el centro de la campaña electoral. Él se concentró en los medios sociales, en internet, y en las plazas, lo que también demostraría y nos hace reflexionar acerca de cuál es el peso de los medios y la transmisión del mensaje en un proceso electoral, creo que también es otro de los elementos sobre los que vale reflexionar en las próximas semanas.

AA – Por el lado de los mercados también hubo repercusiones. Más temprano decíamos que habían reaccionado con nerviosismo algunos números, concretamente la prima de riesgo italiana por ejemplo había subido más de 40 puntos en la apertura de hoy. Obviamente no son inmunes a este panorama político que se está abriendo en Italia.

ML – Si miras la reacción del mercado ayer era absolutamente sintomática, porque cuando se dieron los resultados de boca de urna, que daban las tendencias que habíamos hablado el otro día, más allá de los riesgos y los cuestionamientos mencionados, los mercados habían reaccionado muy bien. Cuando se empiezan a conocer los resultados hay un cambio de tendencia. Los resultados negativos de ayer que arrastraron, de hecho, a toda Europa, esta mañana había partido con la misma tendencia de caída. Vamos a ver cómo se desarrolla en las próximas horas, pero la tendencia es de un enorme nerviosismo por un país clave, la tercera economía del euro que puede estar paralizada por muchos meses. Y sobre todo puede dar una señal de que el elector votó contra la política económica que Europa sostuvo, y que sostuvo en particular la jefa del gobierno alemán, [Angela] Merkel, de austeridad extrema. Eso no deja marco para cualquier gestión en Italia, porque si empezamos a hablar de los grandes perdedores de Italia, el gran perdedor fue el centro político expresado por el exprimer ministro [Mario] Monti.

AA – Eso te iba a preguntar, ¿cómo fue la performance del grupo de Monti?

ML – Por cierto muy mala, porque no superó el 10%. Se analizaba que el mínimo que él podía tener para incidir inclusive en una posible alianza con el líder centroizquierdista Bersani era de un 15%. Pero los resultados dicen que va a tener una representación parlamentaria totalmente marginal, sin ningún tipo de incidencia. Tomemos claramente en consideración que la carta europea en las elecciones italianas era el exprimer ministro Monti.

Por lo tanto, eso es lo que yo te señalaba en cuanto a una señal muy fuerte que estas elecciones le están dando a toda Europa. Si tú ves las reacciones en España, en Alemania, particularmente allí hay una enorme preocupación porque las preguntas son muchas, las seguridades muy pocas, y el escenario de inestabilidad puede generar un efecto europeo muy importante.

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