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La Iglesia Católica entró ayer en período de Sede Vacante luego de que Benedicto XVI efectivizara su renuncia al papado

Contacto con Pablo Herrera, periodista español, desde el Vaticano.


(emitido a las 8.50 Hs.)

ALEJANDRO ACLE:
Benedicto XVI dejó ayer el Vaticano, y la Iglesia Católica entró en período de Sede Vacante. Hoy mismo el cardenal decano, Angelo Sodano, comenzará a llamar a los cardenales para preparar el cónclave y participar en las congregaciones preparatorias.

En su última audiencia pública de los miércoles el Papa se despidió de los feligreses y abandonó la plaza de San Pedro en medio de una gran ovación de parte de los más de 150.000 presentes. Al igual que a su llegada y durante toda la audiencia no cesaron las muestras de apoyo a Benedicto XVI, quien ayer a las 8.00 de la noche de Roma, las 5.00 de la tarde de Uruguay, dejó de ser papa por decisión propia.

En su discurso el papa Joseph Ratzinger dijo que la renuncia había sido una decisión que tomó con plena libertad y se refirió a los latinoamericanos. Dijo: "Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y de los países latinoamericanos, que hoy han querido acompañarme. Os suplico que os acordéis de mí en vuestra oración y que sigáis pidiendo por los señores cardenales, llamados a la delicada tarea de elegir a un nuevo sucesor en la Cátedra del apóstol Pedro. Imploremos todos la amorosa protección de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia". Así terminaba Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, su última audiencia pública.

Para profundizar en el tema en instantes nos comunicamos con el periodista español Pablo Herrera, que por estos días está en el Vaticano.

Pablo, buen día.

PABLO HERRERA:
Buenos días, desde aquí, jornada, como decías, muy intensa, ha sido emotivo. Ha sido intensa la despedida del Papa, pero lo que se avecina va a ser todavía más.  

AA – Estamos en un momento, como decíamos, poco habitual: sin papa, la iglesia en Sede Vacante, pero no por el fallecimiento, la muerte del pontífice, sino por renuncia. Ya decíamos, están empezando hoy mismo las reuniones de cardenales para ir preparando el cónclave. ¿Cómo se está viviendo todo este proceso de preparación?

PH – El cardenal camarlengo Tarcisio Bertone es el que ahora toma las riendas de la Iglesia, por así decirlo, hasta que se elija el nuevo Papa. Como decías, Angelo Sodano ha llamado a los cardenales, la mayoría de ellos está ya en Roma, porque ha venido para despedirse de Benedicto XVI. Se espera que no vaya a tomar tanto tiempo reunirlos a todos aquí y poder celebrar ese primer cónclave. El lunes 4 va a haber la primera congregación de cardenales y ahí es donde se va a fijar la fecha en la que se va a celebrar el primer cónclave. A partir de ahí ya se sabe, las votaciones, todo lo que conlleva eso.

Aquí los portavoces vaticanos están diciendo que quieren tener esto resuelto para antes de Semana Santa, aunque por otro lado hay otros cardenales presentes aquí que han dicho que no se espera que vaya a ser una elección tan corta como la última, la de 2005, en la que resultó papa Benedicto XVI.

AA – Tu estuviste el miércoles en la última audición pública de Benedicto XVI, ¿cómo se vivía el clima allí?

PH – Con muchísima ilusión, con muchísima alegría. Yo la verdad que me sorprendí un poco de ver a los feligreses, venidos desde tantas partes del mundo, a despedir al Papa con tanta alegría. Pude hablar con varios de ellos y todos decían que fue una decisión del propio Papa, tomada con plenas facultades y además muy consciente de que no podía cumplir con lo que estaba destinado a hacer y que por eso decidía marcharse. En ese sentido prácticamente todos respetan la decisión y todos estaban muy contentos, sobre todo por el mensaje que Benedicto XVI les hizo llegar, ese mensaje de paz y de decir: no abandonar la iglesia, "yo sigo vinculado, sigo con mi compromiso con Dios y con todos ustedes, lo único que ahora lo voy a hacer en mi retiro, pero estoy con ustedes y esto no quiere decir que yo me quiera desentender y me quiera olvidar de lo que pasa aquí". Esa ha sido la clave que ha permitido que el Papa se vaya por la puerta grande, porque no olvidemos que al principio, cuando anunció su decisión de renunciar, fue recibido con cierto escepticismo, pero ahora la verdad que se ha marchado con todo el cariño de la gente.

AA – ¿A partir de ahora Benedicto XVI va a ocupar algún papel importante en la iglesia? Él no va a participar en la elección del nuevo pontífice, ¿no?

PH – Absolutamente, él va a estar totalmente apartado, fuera de la vida pública, de toda aparición y especulación. Él no quiere estar involucrado en eso, no quiere ejercer ningún tipo de influencia en un lado o en otro, él está recluido en el palacio apostólico en Castel Gandolfo, apenas a una treintena de kilómetros de Roma, y de allí no se va a mover. No solamente eso, sino lo que estaba leyendo el otro día en un análisis en L'Osservatore Romano es que lo más probable es que no volvamos a ver a Benedicto XVI públicamente en vida, probablemente cuando se muera podremos ver su cuerpo, pero lo que él quiere, lo que ha pedido, es no volver a salir a la vida pública para nada. Ha dejado las instrucciones claras también al colegio cardenalicio. Ayer en uno de sus últimos actos antes de dejar el Vaticano se reunió con ellos, les dio personalmente las gracias a cada uno de ellos y les dijo que los apoya en todo y que espera que el Espíritu Santo los ilumine a la hora de elegir a su sucesor.

AA – Según la normativa vaticana, el cónclave debe empezar entre 15 y 20 días después del inicio de la Sede Vacante. De todos modos, como ya había varios cardenales que estaban en Roma porque habían acompañado a Benedicto XVI en sus últimos días en el pontificado, el propio Papa había publicado un motu proprio que mantenía esas fechas pero abría la puerta a anticiparlo. Decías que en este caso a diferencia de los anteriores, más allá de cuándo se lleve a cabo, el propio cónclave puede durar un poco más, puede ser un poco más analizado, más peleado.

PH – Sí, lo más probable es que se reúnan antes de esos 15 días, pero una cosa es cuándo empieza a reunirse, cuándo se produce el primer cónclave, y otra es cuándo se produce la elección.

AA – ¿Cuánto tiempo puede pasar entre que empieza el cónclave y se termina por tomar una decisión?

PH – Puede ser algo tan corto como un día y tan largo como semanas, porque la votación se realiza en dos partes. Primero es necesario obtener tres cuartas partes del voto para una sola persona, para uno solo de los cardenales con derecho a ser elegido. Si no se produce en tres votaciones, se pasa a una siguiente ronda que debe ser por una mayoría de dos tercios, y así sucesivamente. Es un proceso que puede alargarse demasiado, aunque nadie aquí quiere que eso ocurra, todo el mundo está confiando en que se resuelva rápidamente, como te digo, porque la Semana Santa se viene encima. Como me decía ayer una religiosa boliviana desplazada hasta aquí, el Domingo de Ramos tenemos que tener Papa, porque no podemos tener esa misa sin Papa, y eso es lo que quizás ayude a que el proceso se acorte en este caso.

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