(emitido a las 7.41 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Aunque a medida que pasaban los días parecía inminente que la noticia iba a conocerse en cualquier momento, de todos modos América Latina y buena parte del mundo fueron sacudidos ayer cuando sobre las 4.30 de la tarde, hora de Venezuela, sobre las 8.00 de Uruguay, el vicepresidente, Nicolás Maduro hizo finalmente el anuncio:

"En el momento en que nos encontrábamos recibiendo parte, acompañando a sus hijas, sus hermanos, sus familiares, recibimos la información más dura y trágica que podamos transmitir a nuestro pueblo. A las 4.25 de la tarde de hoy 5 de marzo ha fallecido el comandante presidente Hugo Chávez Frías, luego de batallar duramente con una enfermedad durante casi dos años, con el amor del pueblo, con las bendiciones de los pueblos, con la lealtad más absoluta de sus compañeros y compañeras de lucha y con el amor de todos sus familiares", dijo el vicepresidente venezolano.

Les proponemos es trasladarnos directamente a Caracas para conocer de primera mano cómo han sido las reacciones dentro de la propia Venezuela, entre los propios venezolanos.

Para eso estamos en contacto con Omar Lugo, corresponsal de En Perspectiva en Caracas.

Buen día, Omar, gracias por acompañarnos.

OMAR LUGO:
Buen día, Emiliano, saludos Uruguay. La introducción a este reporte que tu presentabas recurriendo a los testimonios de oyentes muestra de alguna manera cómo fue la impronta de un hombre capaz de despertar odios y amores casi con la misma fuerza y que en un país polarizado ha sido una referencia obligatoria, omnipresente, una especie de Big Brother, del personaje de [George] Orwell.

Durante los últimos 14 años, especialmente en los últimos años, desde 1998, Hugo Chávez ha sido la presencia infaltable en cada conversación en Venezuela, en cada evento, en cada situación, inclusive dentro de las familias, dentro de la sociedad a gran escala. No ha habido en los últimos años ninguna conversación más o menos importante, o banal, en la cual no haya estado presente Hugo Chávez despertando pasiones.

EC – En ese contexto y con ese telón de fondo que tu describías recién, ¿cómo ha sido la primera noche?, ¿qué ha pasado desde que se conociera el fallecimiento?, ¿cómo se vive en Venezuela ésta situación?

OL – Venezuela ha amanecido sin Hugo Chávez por primera vez en 14 años, y ha sido una noche particularmente solitaria, al menos en Caracas, en buena parte de la ciudad. No había autos circulando desde temprano, cuando se conoció la noticia comenzó un gran congestionamiento de tránsito, las personas fueron a refugiarse en su casa, fueron a buscar a sus niños a la escuela, el embotellamiento fue muy fuerte en buena parte de la ciudad, mucha gente fue a los supermercados intentando comprar alimentos, las farmacias también medio vacías, había un miedo a que ocurrieran algunas reacciones violentas.

EC – El propio vicepresidente Nicolás Maduro había dispuesto un operativo militar y policial buscando garantizar la seguridad en el país. También desde el gobierno se temía que hubiera incidentes, ¿pasó algo de eso?

OL – No, particularmente no. Hubo mucho rumor, de saqueos, pero hubo solo algunos eventos aislados. Los seguidores más fervorosos se concentraron en las plazas Bolívar de cada ciudad del país, cada pueblo, cada rincón. En Venezuela cualquier aldea y toda gran ciudad tiene una plaza Bolívar, y ese fue el punto de reunión, en particular en Caracas el centro histórico de la plaza Bolívar fue un escenario de muchas emociones. Gente de rodillas, cantando el himno nacional, personas que hicieron una cantata por Hugo Chávez, algunas pancartas que se hicieron reclamando justicia por el envenenamiento de Chávez. Cosas como esta forman parte de las intensas emociones despertadas por este hombre, este individuo, que jugó un papel fundamental y lo seguirá jugando en la historia contemporánea de Venezuela y que, para bien o para mal, según como lo mire el elector o la persona, ya sea activista político o no, ha dejado una herencia fundamental que será determinante para el futuro de Venezuela, para el entendimiento o no de la sociedad venezolana en torno a la política y a la economía.

EC – ¿Y qué viene ahora? ¿Qué pasos se dan para poner en marcha la transición? ¿Qué es lo que se sabe, ¿cuáles son las resoluciones que ya se han tomado?

OL – El canciller Elías Jaua ha precisado que el que asume el poder será el propio vicepresidente Nicolás Maduro, que como sabemos es el heredero político de Hugo Chávez en su proceso. Había dudas en las últimas horas si el presidente debía ser Diosdado Cabello, quien es presidente de la Asamblea Nacional, el parlamento.

EC – Si, de nuevo aquí estamos ante interpretaciones distintas del texto de la Constitución.

OL – Exactamente, de modo que, según decía Jaua, por determinación del presidente Hugo Chávez, que en paz descanse, es Maduro el que va a asumir. De modo que vamos a tener un presidente interino candidato, pues en el plazo de 30 días deberán ser convocadas las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en el corto plazo.

En estas elecciones presidenciales van a ser fundamentales todas esas emociones que ha despertado la muerte de Hugo Chávez. Será un factor que moverá votos, moverá a la base dura del chavismo, del electorado, que justamente lo legitimó en el poder en sucesivas elecciones durante los últimos 14 años. Elecciones en las que salieron favorecido el presidente y sus seguidores: los que él ungía, en su mayoría, lograron ser electos. Por ejemplo, en las últimas elecciones de gobernadores que reportamos en diciembre 20 de 23 estados quedaron en manos de dirigentes del chavismo.

Este escenario va a ser determinante. Según cómo se maneje ese luto activo, esa lucha activa que ha proclamado el chavismo, podremos tener un escenario más o menos de transición en el cual Nicolás Maduro sea legitimado en el poder con el voto para el nuevo período presidencial en los próximos seis años.

EC – Por supuesto que para que pueda decantarse la voluntad popular hacia un lado o hacia otro hay una cantidad de variables que están en juego y sobre las cuales se especula mucho en estas horas tanto adentro de Venezuela como afuera. Menciono dos para tener breves apuntes de tu parte: uno, ¿cuán unido es el chavismo, de qué manera se presenta el propio oficialismo en esta nueva coyuntura?; dos, ¿qué potencia, qué capacidad, qué coordinación interna tiene la oposición?

OL –El chavismo hasta el momento se ha comportado de una manera monolítica, ha cerrado filas en torno al candidato Nicolás Maduro quien, por cierto, había comenzado la campaña electoral. Ya desde diciembre estaba inaugurando obras, mucha presencia activa, imitando al presidente Hugo Chávez hasta en el lenguaje, el gesto, las palabras, la confrontación. Ha venido un poco de atrás, de una salida tímida, en los últimos días se ha mostrado más firme, más decidido, con una línea muy dura de lo que puede ser su ejercicio de la política, buscando confrontación, buscando enemigos. Por ejemplo, ayer mismo dijo que los enemigos históricos de Venezuela, aludiendo a Estados Unidos inclusive, habrían envenenado a Hugo Chávez y que hay que hacer una investigación científica y seria al respecto.

EC – Sí, de eso quería preguntarte después, pero hablando del otro lado, de la oposición.

OL – Sí, para cerrarte la idea, como veremos, será buscando ese territorio que dejó abonado Hugo Chávez que Maduro y el chavismo van a pretender seguir en esta línea y conquistar el voto.

Por el lado de la oposición hemos sabido de manera extraoficial, no ha sido anunciado oficialmente, pero nuestras fuentes nos han dicho que en las últimas horas la Mesa de la Unidad Democrática, la coalición opositora, ha decidido decantarse por el excandidato y gobernador del estado de Miranda Henrique Capriles Radonski, que sería entonces el candidato de consenso para la oposición. Se espera que eso se anuncie oficialmente o con mayor fuerza después de las exequias del presidente Hugo Chávez para no dar la impresión de que la oposición está ya sacando partido de esta situación, de la muerte del presidente, y para que no le caiga mal a los electores no decididos en este polarizado país, donde puede ser determinante un segmento de la población que no es totalmente ni chavista ni anti-chavista.

EC – ¿Cómo viste la primera reacción de la oposición ayer?

OL – Fue muy comedida, fue una reacción buscando concordia, entendimiento. La oposición organizada políticamente ha sabido moverse muy bien en esta especie de cristalería, sin provocar grandes emociones y reacciones en el lado del chavismo fundamentalmente.

Pero también fue recibida como una reacción tímida en las últimas semanas, pues la falta de determinación en no haber escogido un candidato preventivo, como pedía un segmento de la propia oposición, pudo haberle hecho daño. Inclusive hay un partido que se llama COPEI [Comité de Organización Política Electoral Independiente], del movimiento social cristiano, que ya había salido por cuenta propia, designando a Capriles como su candidato preventivo para el caso de una ausencia total del presidente. No se atrevió la oposición a fijar una posición dura y ha sido criticada por sus propios seguidores porque en el contexto de incertidumbre política en que ha vivido este país durante las últimas semanas, especialmente desde diciembre, no vieron una demostración importante de fuerza política.

Inclusive le criticaron a Capriles que se haya ido de vacaciones nada menos que a Estados Unidos en estos días, en un viaje familiar, con unos sobrinos, niños que estaban en Nueva York, y eso fue aprovechado por el propio Gobierno para acusarlo de conspirador, de haber ido a Estados Unidos supuestamente a entregar al país, según palabras del propio Nicolás Maduro. Como veremos va a volver esa polarización.

El discurso previo de Nicolás Maduro en cadena nacional ayer, antes de que se anunciara la muerte de Hugo Chávez, fue otra alocución desde lo que ellos llaman el alto mando cívico-militar de la llamada revolución bolivariana que marcó más o menos el terreno de juego en el que se jugará esta breve campaña electoral las próximas semanas.

EC – Ese fue otro hecho político muy significativo de la jornada de ayer. Es obvio que cuando tuvo lugar tanto el vicepresidente como las principales jerarquías del Poder Ejecutivo sabían que la muerte de Chávez era inminente, fue en ese contexto que ocurrieron dos cosas. Primero, la reunión de Maduro con el Gobierno y en particular con la presencia de las fuerzas armadas, ese hecho, ¿qué significó?, ¿qué se buscó?

OL – Ese hecho fue preparar a la gente. A esa hora ya nos habían dicho algunas personas extraoficialmente que el presidente Chávez había muerto, pero no lo habían anunciado todavía. Esa fue una reunión inusual entre el mando político del gobierno, el militar, los gobernadores del chavismo y todo el que tiene algo de poder político ejecutivo en este país. Fue una reunión preparatoria y de hecho Maduro dijo que poco después iba a dar un parte médico, ya mucha gente sospechaba que lo que era inevitable había ocurrido. Esa fue una larga agonía, fue muy dolorosa, fue una situación muy complicada tanto para el propio paciente como para buena parte del país.

Eso fue una demostración de fuerza y de dureza de lo que puede ser la línea política del gobierno, de hecho fueron expulsados dos funcionarios de la embajada de Estados Unidos, incluyendo el agregado Aéreo. Fue puesta a rodar la teoría de la conspiración de que Hugo Chávez fue asesinado y que el cáncer le fue inoculado.

EC – Vamos a ese punto. En su discurso en el contexto de esa reunión, de esa congregación de jerarcas de gobierno con Fuerzas Armadas, Maduro anunció la expulsión de dos agregados militares de la embajada de Estados Unidos, David del Mónaco y Devlin Kostal, y dijo que desde Washington se estaba llevando a cabo un plan conspirativo. Estas fueron las palabras de Maduro:

"Hemos evaluado a detalle todos estos días y particularmente en esta reunión especial de la dirección política de la revolución, los planes conspirativos nacionales e internacionales que hay contra nuestra patria y que hemos denunciado permanentemente. Ustedes saben que los enemigos de la patria, tanto aquí como en el exterior, particularmente en los Estados Unidos de Norteamérica, la élite imperialista que desprecia a nuestro pueblo y que tiene como objetivo la destrucción de la independencia, de la democracia y de la vida en paz de nuestra patria. Ellos han decidido activar planes para desestabilización global de la sociedad venezolana."

EC – ¿Cómo impacta esta medida de expulsión de funcionarios de la embajada de Estados Unidos y este discurso con estas acusaciones en el vínculo Venezuela-Estados Unidos? Ese vínculo, recordemos, existe, no es que tengan las relaciones rotas, pero sí las tienen enfriadas, con retiro de embajadores. En todo este panorama, ¿cómo juega esta pieza?

OL – Esa era la noticia del día ayer, inclusive para los periódicos, para internet, hasta el anuncio de la muerte de Hugo Chávez. La relación entre Estados Unidos y Venezuela ha tenido la impronta del odio-amor durante los últimos años.

En términos políticos ha sido alimentada esta confrontación inclusive desde los dos frentes, especialmente desde el gobierno de Venezuela y por un ala radical, especialmente de los republicanos, en los Estados Unidos.

Pero paralelamente Estados Unidos es el principal socio comercial e inversionista en Venezuela. El año pasado la relación llegó a un récord de importaciones, especialmente desde Estados Unidos y de exportaciones de energía. Venezuela importa hasta gasolina, o derivados de gasolina, desde Estados Unidos por un valor importante. Esta relación comercial también se ha mantenido en auge porque este país depende por completo de abastecedores externos, Estados Unidos históricamente ha sido el principal socio comercial del país y se ha mantenido así, inclusive ha crecido esta relación.

En términos económicos Venezuela le debe mucha plata a empresas de Estados Unidos que fueron expropiadas en los últimos años. El país también es el principal abastecedor de productos de equipos para la industria petrolera, para Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa). También provee muchos bienes manufacturados que consumen los venezolanos, viaja mucha gente a ese país, allá vive la principal colonia de venezolanos en el exterior.

De modo que más allá de algunas inversiones puntuales que han sido afectadas esta relación se mantiene sólida, al menos en términos comerciales y económicos, más o menos en la misma medida en que se complica en términos políticos.

Ese anuncio de Maduro fue visto con escepticismo y sarcasmo por una buena parte de la población, pero hay una parte, especialmente los seguidores más fervientes de Hugo Chávez que sí creen en esa teoría de la conspiración, de que el presidente fue envenenado o de que el cáncer le fue inoculado. Y no hablo solamente de sectores populares, hemos sabido de algunos intelectuales, personas estudiosas que deben saber que el cáncer no es contagioso, que creen también en esta versión de que el presidente pudo haber sido envenenado o al menos le fue inoculado el cáncer.

EC – El Departamento de Estado de Estados Unidos respondió al rato no más: "La afirmación de que Estados Unidos estuvo involucrado de alguna manera en la causa de la enfermedad del presidente Chávez es absurda, y la rechazamos completamente", decía el texto. ¿Pero cómo queda esta relación ahora y por qué este tensamiento se da en este momento, cuando simultáneamente se produce el fallecimiento de Chávez?

OL – En mi opinión personal, creo que es parte de la creación de una especie de mitología en torno a un hombre que quieren convertir también en mártir por la forma en que terminó muriendo tras una larga agonía, una enfermedad terrible, una situación muy mala para cualquier persona. Y eso podría dar algún dividendo político importante.

Hugo Chávez está pasando ahora a una especie de panteón popular, a ser una especie de santo para la gente. Esa leyenda, esa visión, va a ir creciendo sobre la base de su obra y de su fuerte presencia en la sociedad venezolana. Especialmente en los sectores más pobres de la población ya desde hace algún tiempo él es visto como una especie de iluminado salvador, el hombre que con solo recibir un papelito... Yo mismo siendo corresponsal acá especialmente de la agencia Reuters recorrí buena parte del país con él como candidato y después como presidente. Y yo recibía papelitos de la gente, me los entregaban para que yo se lo diera al presidente Hugo Chávez, porque era una forma de ellos de llegar al poder y ver resueltos sus problemas, que iban desde una medicina hasta una casa.

En Venezuela, en la sociedad venezolana, ha prosperado mucho la imagen de él en una especie de panteón popular donde hay algunos santos del sincretismo y ya se comienza a perfilar esa figura, esa presencia inclusive desde el más allá. Su figura ahora pasa a la leyenda, después de esa fuerte presencia física, omnipresente de la que hablábamos, ahora sigue estando de alguna manera y lo seguirá haciendo inclusive para sus adversarios, marcando la vida venezolana.

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Foto: elmundo.com.ve