(emitido a las 8.31 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En Italia, el líder de la coalición de centroizquierda, Pierluigi Bersani, confirmó oficialmente que fracasaron sus negociaciones con los otros partidos políticos para formar una alianza de gobierno. Bersani le comunicó la situación al presidente de la República, Giorgio Napolitano, que ahora debe resolver qué pasos dará para tratar de sacar al país del bloqueo en el que se encuentra luego de las elecciones del pasado mes de febrero.

Esos comicios parlamentarios dejaron un tablero complicado que ya hemos mencionado en más de una ocasión.

El Partido Democrático de Bersani fue el más votado, pero apenas por arriba del Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi. Fue gracias a ese pequeño margen que Bersani obtuvo el premio previsto en la Constitución y logró mayoría en la Cámara de Diputados. Pero no ocurre lo mismo en el Senado, donde el centroizquierda solo cuenta con una mayoría relativa que le impide gobernar por sí solo.

Para obtener la investidura en la Cámara Alta, Bersani necesitaba el apoyo de, al menos, el Movimiento 5 Estrellas, liderado por el cómico Beppe Grillo, que fue la tercera fuerza pero la sensación en materia de votación en estos comicios; o el apoyo de la centroderecha, de Berlusconi.

Grillo rechazó la propuesta mientras que Berlusconi proponía un gobierno de unidad nacional del que ellos también formaran parte, una posibilidad descartada desde el principio por Bersani.

¿Cómo es el panorama que se abre ahora?, ¿de qué manera se sale de este brete? Vamos a conversarlo con Mario Lubetkin, colaborador de En Perspectiva en Roma.

¿Qué es lo que se sabe?, ¿qué es lo que ha aparecido como noticias más nuevas? El presidente Giorgio Napolitano tiene previsto reunirse hoy con los distintos partidos, ¿no?

MARIO LUBETKIN:
Ya comenzó. Acaba de terminar la entrevista con Berlusconi y con todo el centroderecha. El escenario con el cual nos fuimos a dormir todos anoche, con el cual estaba planteada la situación anoche, era que Bersani había informado las consultas de los últimos cinco días y él planteó al presidente la posibilidad de presentarse de cualquier manera a los debates parlamentarios y que allí se decidiera su suerte la próxima semana. El presidente Napolitano, que aparte es del mismo origen político de Bersani, no aceptó esa fórmula pero tampoco la rechazó, y se dio 24 horas, las que están corriendo en el día de hoy, para ver a los principales líderes políticos y entender si Bersani todavía tiene algún margen o surge dos o tres escenarios posibles, o se va a elecciones anticipadas.

EC – Lo de las elecciones anticipadas es complicado, ¿no? Porque Napolitano está en los últimos meses del mandato que termina el 15 de mayo y según las disposiciones vigentes no puede disolver el Parlamento y convocar las elecciones.

ML – Pero por eso mismo la discusión sobre el futuro Gobierno se relaciona profundamente con la elección del próximo presidente y a esta altura las cartas están puestas unas con las otras. El centroderecha está poniendo una enorme presión para que el futuro presidente, que se elige el 15 de abril –que se elige indirectamente por parte del Parlamento–, sea un candidato que cuente con la confianza del centroderecha. Y de hecho condicionan a ese nombre si van o no a respaldar un gobierno de coalición nacional, como tú lo señalaste, de los diferentes grupos políticos exceptuando el Movimiento 5 Estrellas, para gestionar el Gobierno en el próximo período.

Ese factor está entreverando aún más las complicadísimas negociaciones estas horas por la debilidad, de hecho, de todas las principales fuerzas políticas. Pero de cualquier manera los escenarios que están planteados son: o el presidente le da nuevamente un mandato a Bersani y que se presente al Parlamento y que ahí decida su suerte; o que efectivamente se concrete lo que se está dando a llamar un gobierno del presidente, o sea, una figura institucional que surja de las consultas que está haciendo en el día de hoy. Y que de allí, o que el presidente del Senado, o el presidente de la Suprema Corte de Justicia, o el presidente del Banco Central puedan ser los candidatos, de hecho, del presidente para crear un nuevo gobierno técnico del estilo del que fue Monti.

De cualquier manera, para sumar confusión, Berlusconi, que acaba de salir de la entrevista con Napolitano, rechazó cualquier tipo de apoyo a un gobierno técnico tipo Monti y volvió a señalar que está dispuesto a respaldar el gobierno Bersani a condición de que haya un equilibrio para quien va a ser el próximo presidente de la República y participe en las principales fuerzas políticas. Esa propuesta de Berlusconi ha sido rechazada, como tú señalaste en la introducción, por el líder del centroizquierda Bersani, que va a ser la última figura política que hoy va a ver el presidente Napolitano hoy en la tarde para cerrar estas "consultas relámpago" para terminar de entender en este verdadero y complejo ajedrez político cuáles son las dos o tres variantes que hay en un margen muy, muy pequeñito.

Algún gobierno tiene que lograrse porque como tú señalas el presidente Napolitano no puede disolver las cámaras. El nuevo presidente de la República, votado a mediados de abril, va a asumir a mediados de mayo, por lo tanto hay un terreno en estos dos meses que está generando una enorme preocupación en toda Europa. Este vacío político, institucional, está afectando severamente la parte económica, aumentando el riesgo país de Italia, al punto tal que ayer de noche el presidente [francés, François] Hollande, en una entrevista en el principal canal de la televisión francesa, habló con enorme preocupación del futuro italiano.

EC – Ese es un punto sobre el cual quería pedirte que abundaras, porque estamos haciendo este análisis a propósito del tablero político italiano y algún oyente puede preguntarse ¿y por qué tanta atención con Italia? Desde el punto de vista por ejemplo de los politólogos esto es un bocatto di cardinale, es muy interesante lo que está pasando por toda la complejidad que está en juego, por cuales son las negociaciones, los actores políticos nuevos, las opciones que pueden darse. Pero, "¿y a mí qué me importa?", puede decir un uruguayo, "yo ni siquiera soy descendiente de italiano, ¿por qué me importa lo que está pasando en Italia?". ¿Qué le contestás tú?

ML – El aspecto que naturalmente toca al uruguayo o al latinoamericano es cuánto la economía italiana, que ya está muy afectada, pueda arrastrar al escenario europeo. La última crisis europea fue en un país como Chipre, que representa el 0 coma poquito de la economía europea, y aún así generó casi un escenario de inestabilidad en toda Europa, aún no resuelto. Imagínese un país como Italia, que es la tercera economía del euro, si efectivamente se siguen marcando las tendencias, como por ejemplo el riesgo país –que acá se mide en la comparación entre los bonos italianos y los alemanes– que llegó ayer al punto de 350, cuando durante el gobierno técnico de Monti se había puesto en 200 y poco. Eso puede generar realmente un escenario de enorme inestabilidad económica para toda Europa, y si bien Europa ha bajado su peso en el escenario internacional está claro que una inestabilidad europea afecta a todo el panorama económico internacional.

Y naturalmente en primer lugar el punto es el escenario político italiano. dentro de todas las teorías que están surgiendo en las últimas horas el cómico Grillo, que como tú señalaste fue el gran vencedor de la elección, o sea el voto de protesta en Italia, dijo indirectamente que es posible gobernar Italia a partir del Parlamento sin gobierno. Fue una de las tesis creativas que hemos escuchado en las últimas horas, partiendo de la base de la experiencia belga: no hubo gobierno en Bélgica por más de 230 días y se manejó todo con gobiernos técnicos y con el manejo parlamentario. La diferencia sustancial entre Bélgica e Italia primero es el peso de las economías. Pero además en Bélgica se había logrado un equilibrio del desarrollo de la economía en paralelo con la crisis política. En Italia eso no se está dando, el escenario de crisis económica está profundamente relacionado con la crisis política.

EC – Ya que mencionaste a Grillo, al Movimiento 5 Estrellas, ¿cómo se observan los pasos que está dando a partir de su debut en la política italiana ya con representación parlamentaria y a partir de esa votación tan alta que tuvo, que anduvo orillando el 20%?

ML – No, el 25%, más de ocho millones de electores. Es una cifra enorme, se ha transformado en el segundo partido de Italia.

EC – ¿Cómo se encamina la actitud que está teniendo? Por ejemplo, esta semana resultó sorprendente esa condición que le puso a Bersani para la reunión que iban a tener a los efectos de ver si era posible o no la integración en el gobierno. La condición era que esa reunión fuera abierta a una cámara de televisión que iba a transmitir en directo por streaming por internet lo que allí ocurriera, y Bersani terminó aceptando. Ese y otros detalles, ¿cómo se observan?

ML – En primer lugar una de las grandes preguntas es si el grupo, que es muy heterogéneo porque no es un partido político, es un movimiento de protesta, de rechazo, con gente que viene del centroizquierda y del centroderecha, va a mantenerse como un cuerpo unido. Ahí hay dos aspectos, uno es la orientación del cómico, que es el que decide todas las movidas principales, y el segundo cómo van a actuar los parlamentarios, estamos hablando e más de 160 parlamentarios entre el Senado y la Cámara de Diputados.

En la primera experiencia que hubo de votación en Italia en esta nueva legislatura, por ejemplo, se notó una primera pequeña división dentro del movimiento de Grillo cuando se votó al presidente del Senado. Un pequeño grupo de senadores del grupo votó a favor de quien salió electo presidente del Senado, el juez antimafia [de centroizquierda, Piero] Grasso, que sin los votos de esos "disidentes coyunturales" de Grillo jamás hubiera quedado como presidente del Senado. Hoy en varios medios de comunicación empiezan a aparecer algunos nombres de senadores del grupo de Grillo que no están totalmente convencidos de la línea de su líder de no votar un gobierno Bersani.

Eso es un aspecto. El otro aspecto tiene que ver con la nueva transparencia de la política, vale para Italia y para todos lados, para Uruguay también. Una de las grandes banderas que llevó al éxito tan extraordinario de Grillo era la de que había que generar una verdadera transparencia del sistema político como gestión de la política de frente al hecho de que los partidos políticos tradicionales resuelven sus cosas en cuartos cerrados sin consultar a sus electores. Desde ese punto de vista la filosofía de la transparencia era el punto clave de su gestión y ya se han generado algunas polémicas importantes porque lo que tú señalas, por ejemplo, que es que ha condicionado al encargado primer ministro Bersani de que la reunión entre ellos tenía que ser pasada por streaming como fue. Muchos críticos se preguntan por qué los principales debates de los parlamentarios de Grillo no se pasan también por streaming para ver transparencia total. El grupo de Grillo está separando y está optando entre los encuentros públicos donde sí pone las cámaras de televisión directa; y los encuentros privados de los parlamentarios para discutir el posicionamiento político, que son los más duros, que se hacen a cuarto cerrado sin televisión. Eso está poniendo en contradicción el concepto de la transparencia y es parte de la polémica de estas últimas horas también.

EC – Otra objeción que escuché y que está interesante para comentar es que la actitud que está teniendo el Movimiento 5 Estrellas con Grillo a la cabeza ante las negociaciones que propone Bersani, este posicionamiento tan duro en el que se ha ubicado, está permitiendo que renazca políticamente Silvio Berlusconi, ¿cómo ves esto?

ML – No, creo que va en caminos paralelos, porque son proyectos políticos diferentes. El movimiento del grillismo, como se está llamando en estos días, entra en contradicciones. Porque por un lado dicen: nosotros no respaldamos a Bersani porque representa el viejo sistema de la política, de la misma forma que plantean llevar al Parlamento de inmediato la cancelación de los derechos de autorización de los principales canales de Berlusconi o el conflicto de interés entre el Berlusconi comunicador y el empresario, y el Berlusconi político, por lo tanto juegan para ese lado. Y por otro lado han dejado algunas rejillas abiertas de que estarían dispuestos a apoyar otro tipo de candidatos que no vengan del viejo sistema de los partidos políticos. No está tan claro. Las movidas se están dando en horas, los márgenes son muy pequeñitos para todos y no está dicho en absoluto que el movimiento del grillismo mantenga un perfil como organización de por sí de frente a todas estas pruebas que son extraordinariamente complejas, inclusive para los partidos más probados en la historia política italiana.

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