Entrevistas

Exembajador John Everard: la guerra por parte de Corea del Norte "es posible" porque esta vez "el escenario es diferente"

Exembajador John Everard: la guerra por parte de Corea del Norte "es posible" porque esta vez "el escenario es diferente"

En las últimas semanas los ojos del mundo han estado puestos en Corea del Norte, país que ha amenazado con iniciar una guerra nuclear con Corea del Sur, Japón y Estados Unidos. Para analizar lo que está ocurriendo allí, En Perspectiva conversó con John Everard, exembajador británico en Corea del Norte, quien consideró que "la situación es seria" porque el escenario actual "es diferente" al de otras ocasiones de amenaza de guerra. "Nunca habíamos visto una expresión de amenazas y de hechos tan rápida y tan violenta como la que estamos observando ahora", advirtió, y agregó que si bien el país "no tiene la posibilidad tecnológica" de lanzar un arma nuclear hacia Estados Unidos "sí puede atacar las bases militares norteamericanas en Corea del Sur o en Japón con misiles de alcance medio". A su criterio, los problemas de Corea del Norte pueden solucionarse mediante "un diálogo franco" con la comunidad internacional, pero para eso el régimen "tiene que mostrarse dispuesto a hablar en serio".


(emitido a las 8.48 Hs.)

EMILIANO COTELO:
¿Qué amenaza real implica para el mundo la actitud de Corea del Norte y el conflicto abierto con Corea del Sur, Japón y Estados Unidos, que cada vez parece más inminente?

La pregunta inquieta desde hace varias semanas a buena parte del planeta. Y no es para menos: Corea del Norte –que posee el ejército más poderoso de Asia después del chino– tiene armas nucleares y ha anunciado que no dudará en utilizarlas si se siente amenazada.

Para tratar de entender qué está pasando en aquella zona del mundo, vamos a conversar con John Everard, exembajador de Gran Bretaña en Corea del Norte entre 2006 y 2008, quien también fue embajador en Uruguay, entre 2001 y 2005.
 
¿Dónde lo encontramos esta mañana?

JOHN EVERARD:
Me encuentro en Londres.

EC - ¿A qué está dedicado últimamente?

JE - A varias cosas. Hasta noviembre del año pasado coordinaba el Panel de Expertos de las Naciones Unidas, el panel dedicado al seguimiento eficaz de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad.

EC - ¿Y más recientemente?

JE - Más recientemente escribo, enseño y doy discursos de vez en cuando.

EC - ¿Sigue practicando el español?

JE - De vez en cuando.

EC - Vayamos al tema por el cual lo hemos convocado esta mañana. Las diferencias entre las dos Coreas se remontan al origen mismo de esa división, en la década de los años 50, no estamos hablando de un conflicto nuevo. Por eso, quiero empezar preguntándole: ¿por qué cree que ahora la tensión ha aumentado tanto? Por ejemplo, ¿cuánto tiene que ver con este nuevo escenario el hecho de que quien está al frente del país hoy es Kim Jong-un?

JE - Es la pregunta del momento. Hay varias explicaciones que han sido propuestas por distintos expertos. En primer lugar, Kim Jong-un está enojado con el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por la respuesta muy fuerte de ese organismo contra la última prueba nuclear de febrero de este año. Y está enojado sobre todo por las nuevas sanciones impuestas.

En segundo lugar, está enojado con Estados Unidos y Corea del Sur por los ejercicios militares que se están realizando en este momento. Son ejercicios anuales que casi se han convertido en un rito, todos los años los dos países practican la colaboración militar y Corea del Norte reclama contra estas maniobras.

En tercer lugar, hay factores domésticos. Kim Jong-un es nuevo, todavía no ha alcanzado los 30 años, y su posición no es totalmente firme, así que tiene que mostrarse firme y fuerte frente al gran enemigo, Estados Unidos. Sobre todo ahora, porque hace como una semana se realizaron en Pyongyang una serie de reuniones políticas importantes durante las cuales se sacó a varios ministros que fueron reemplazados por personas de confianza de Kim Jong-un. Fue importante para él mantener esta imagen de hombre fuerte durante este proceso.

Pero yo creo que el factor más importante, por las acciones de Kim Jong-un, es el deseo de obligar al presidente Obama a mandar un equipo negociador de Estados Unidos a negociar con Corea del Norte sobre la base de precondiciones norcoreanas que incluyen por ejemplo el reconocimiento de ese país como un país que posee armas nucleares desde el punto de vista legal. Pero los norteamericanos han dicho muy claramente –por ejemplo lo dijo el secretario de Estado [John] Kerry hace como una semana– que Estados Unidos no va a reconocer legalmente a Corea del Norte como Estado de este tipo. La pregunta ahora es qué va a hacer Kim Jong-un, ya que ve que no ha alcanzado sus objetivos con las presiones existentes, si va a continuar presionando.

EC - Usted dice que esta escalada de amenazas busca el diálogo con Estados Unidos para que este reconozca la condición de país con armas nucleares de Corea del Norte, algo que el gobierno de Pyongyang no está obteniendo. Y ahí viene la pregunta siguiente: en los últimos años ha habido varios episodios en los que parecía que la guerra era algo inminente. Uno de ellos ocurrió en octubre de 2006, cuando usted llevaba pocos meses como embajador allá y el gobierno de Corea del Norte puso en marcha su primer ensayo con armas nucleares. Ha habido una larga serie de estos hechos, sin embargo, pese a esas escaramuzas la guerra nunca llegó a ocurrir. ¿Cree que ahora el escenario es diferente? ¿Puede pasar que haya guerra?

JE - Sí, la guerra es posible, porque el escenario también es diferente. En primer lugar, nunca habíamos visto una expresión de amenazas y de hechos tan rápida y tan violenta como la que estamos observando en este momento. Nunca habíamos visto tampoco una vinculación tan directa con el máximo líder del país. Usted habrá visto películas breves de Kim Jong-un con sus generales planificando ataques de misiles contra Estados Unidos, o sea, una foto del mismo Kim, una declaración directa con el máximo líder. Es la primera vez que eso ocurre.

Y también hay hechos, es la primera vez que Corea del Norte ha cerrado la zona industrial de Kaesong, una zona tremendamente importante para ese país en términos de los empleos que ofrece y de los ingresos que genera la actividad de esa zona. Así que esta vez la situación es seria.

EC - ¿Qué posibilidades reales tiene Corea del Norte de iniciar un ataque que pegue en Corea del Sur o en Japón? ¿Tiene el desarrollo tecnológico necesario?

JE - Sí, no olvidemos que ya lo ha hecho. En el año 2010 atacó militarmente a Corea del Sur, hundió un barco de la marina surcoreana y dos meses después bombardeó una isla surcoreana y mató a varias personas. Así que no es una pregunta teórica, lo ha hecho en el pasado. No tiene la posibilidad tecnológica de lanzar un arma nuclear con un misil hacia Estados Unidos, pero sí puede perfectamente atacar las bases militares norteamericanas en Corea del Sur o en Japón con misiles de alcance medio.

EC - El gobierno de Corea del Norte les ha sugerido a los diplomáticos acreditados en Corea del Sur que abandonen ese país porque a partir de la semana que viene ya no puede garantizarles la seguridad. Si usted fuera hoy embajador en Seúl, ¿qué haría?

JE - No haría nada, como no han hecho nada las embajadas de la Unión Europea en Pyongyang, que hace tres o cuatro días fueron convocadas a una gran reunión en la cual las autoridades norcoreanas les dijeron que en caso de conflicto militar no podían garantizar la seguridad del personal de las embajadas. Las embajadas simplemente no reaccionaron. Y tampoco creo que las embajadas en Corea del Sur vayan a reaccionar. Estamos observando una mezcla de hechos reales, amenazas creíbles y palabras vagas, no creo que nadie tome tan en serio esas palabras.

EC - Hoy se podría decir que China es lo más parecido a un aliado que tiene Corea del Norte. ¿Qué papel está jugando en el conflicto?

JE - Esa también es una pregunta clave. Yo tengo la impresión de que China está metida en este momento en un debate interno intenso y apasionado. Tradicionalmente China ha sido el aliado de Corea del Norte, pero Corea del Norte está irritando cada vez más a sus "amigos" chinos; hace tres días el presidente Jinping de China dijo muy claramente en una reunión que ningún país tiene el derecho de amenazar la estabilidad de la región, refiriéndose claramente a Corea del Norte. Así que creo que la paciencia china con Corea del Norte se está agotando.

EC - ¿Cómo analiza la responsabilidad de los países occidentales en este conflicto? Por ejemplo, tengo algunos mensajes de los oyentes que van por ahí, dice uno: "¿Corea del Norte es una amenaza, o la presión del exterior, la económica y las provocaciones con ejercicios militares es lo que convierte a Corea del Norte en una amenaza?". Es decir, ¿no puede pensarse que Estados Unidos alimentó el clima bélico por ejemplo al participar en estas maniobras conjuntas con Corea del Sur ahora, en medio de este clima tan caldeado?

JE - No creo. Como le decía, son maniobras anuales, es una tradición de larga data, los norteamericanos no han hecho nada de especial en ese contexto este año. También quiero destacar que se habla de presiones económicas contra Corea del Norte, y es sabido que las sanciones del Consejo de Seguridad buscan limitar la expansión de los programas nucleares y de armas de destrucción masiva de Corea del Norte. Hasta la tercera prueba nuclear no hubo sanciones económicas. Los problemas económicos de Corea del Norte provienen de dentro, de que en vez de invertir en sus industrias el gobierno ha decidido gastar montos siderales en armas nucleares, de ahí resulta la pobreza que se observa.

Es fácil decir que el problema básico de Corea del Norte es la actitud de otros países. Yo simplemente no lo creo. Si uno observa, el comportamiento de Corea del Norte desde hace mucho tiempo ha sido inaceptable en cualquier mundo sano y bien arreglado. Y en muchas oportunidades Estados Unidos y los países vecinos de Corea del Norte han reaccionado con mucha paciencia frente a provocaciones fuertes y continuas de ese país.

EC - Usted dice que el gobierno norcoreano ha privilegiado las inversiones en sus Fuerzas Armadas en lugar de hacerlo en sectores de la economía, en sectores de la industria, de la producción, que ahí está una de las causas de la pobreza, de las dificultades que tiene ese país desde el punto de vista de su desarrollo.

Me gustaría que en la segunda parte de esta entrevista habláramos de cómo es Corea del Norte por dentro, aprovechando que usted la conoció de manera muy directa.

***

EC - En las últimas semanas los ojos de buena parte del mundo han estado puestos en Corea del Norte, este país que ha amenazado con iniciar una guerra nuclear con Corea del Sur, Japón y Estados Unidos si se siente amenazado.

Por eso esta mañana en En Perspectiva estamos dedicando nuestra entrevista central a conversar con John Everard, que fue embajador en Uruguay entre 2001 y 2005 y luego fue embajador en Corea del Norte, de 2006 a 2008.

***

EC - Algunos apuntes para ubicarnos en la historia, antes de retomar la entrevista. Corea del Norte nació del conflicto entre comunismo y capitalismo en la época de la guerra fría, según recordaba esta semana un informe de la BBC. Al final de la segunda guerra mundial, Corea fue liberada de décadas de ocupación japonesa y parecía destinada a recuperar su independencia, con los aliados –Estados Unidos, China, Reino Unido y la Unión Soviética– apoyando ese objetivo de lo que entonces era Corea.

Las fuerzas soviéticas y estadounidenses ocuparon los dos extremos del país, en lo que fue visto como un período de transición previo a las elecciones democráticas. Estados Unidos permaneció en el sur, la Unión Soviética ocupó el norte. Pero a medida que la cooperación (en la segunda guerra mundial) entre la Unión Soviética y Estados Unidos se deterioraba terminaron emergiendo dos estados: en el sur, la República de Corea, apoyada por Estados Unidos; en el norte, la República Popular Democrática Comunista de Corea, con un líder, Kim Il-sung, que había sido entrenado por el Ejército Rojo.

Corea del Norte es uno de los países más herméticos del mundo. Casi no hay forma de conocer su situación social o económica. Por eso, quería aprovechar esta oportunidad, su experiencia como embajador, para hablar de cómo es ese país, cómo es su gente. Por ejemplo, ¿cómo viven los habitantes de Corea del Norte?

JE - Depende de dónde vivan. Los habitantes de Pyongyang se ven relativamente privilegiados, no comen bien pero comen, no tienen ropa elegante pero tienen para vestirse, y no tienen apartamentos de lujo pero tienen apartamentos. Aunque, a menos que la persona integre el liderazgo máximo, normalmente la calefacción, sobre todo en invierno, no funciona bien; y hay que tener presente que Corea en invierno es un país frío, fácilmente la temperatura cae a 20-25 grados bajo cero. Tampoco en invierno ni en verano hay agua caliente para tomar una ducha. Y le aseguro que tomar una ducha fría con estas temperaturas no es nada divertido.

Pero esos son los privilegiados. La inmensa mayoría de la población sufre condiciones notoriamente más precarias, con escasez de alimentación, una ausencia casi total de medicamentos y un control político casi inimaginable para nosotros. El Estado vigila todo y el ciudadano después de cumplido su horario de trabajo frecuentemente se ve obligado a participar en reuniones políticas que pueden consistir simplemente en escuchar un discurso interminable del liderazgo o pueden involucrar autocrítica. Esas reuniones llevan mucho tiempo, tiempo, por tanto, que la persona no puede dedicar a los placeres que nos encantan a todos, simplemente a estar con la familia o a descansar. O sea, es una vida bastante dura para todos los norcoreanos.

EC - Corea del Norte es una dictadura, pero una dictadura muy particular, en la cual el principal cargo de gobierno es hereditario y quien lo desempeña aparece como una especie de rey, de dios, y es objeto de una operación permanente de culto a la personalidad. Por eso, a partir de algunas palabras que usted recién manejaba, le pregunto: ¿la gente realmente adora a ese líder, como se ve en las imágenes de la televisión?

JE - Depende mucho de la persona. Los norcoreanos son personas, como todos nosotros, y hay personas distintas. Hay algunos que realmente adoran al máximo líder, estoy convencido de que muchas lágrimas que derramaron con la muerte de Kim-Il-sung fueron genuinas. Pero también hay personas que odian a la generación Kim, a la familia real y que sueñan con salir del país e iniciar una vida nueva en otro país, sobre todo en Corea del Sur.

Hay un aspecto que es un poco difícil para la comprensión occidental, que es que para muchos norcoreanos hay una identificación total entre el máximo líder, en este caso Kim Jong-un, y su país, entonces si uno le pregunta a un norcoreano qué piensa de Kim Jong-un, responde a la pregunta "¿ama usted su patria?", hay una identificación entre la persona y el país, creen que el Kim del momento representa a Corea.

EC - El año pasado usted publicó un libro sobre Corea del Norte basado en lo que vio, en lo que conoció de primera mano en ese país en su época de embajador. Es un libro con textos y fotos, porque usted es un aficionado a la fotografía. El título del libro puede llamar la atención a los oyentes, es "Only beautiful, please" ("Solo lo hermoso, por favor"). Vi la grabación de la conferencia en la que presentó el libro y allí usted explicaba el origen de ese título; tiene que ver con la censura.

JE - Tiene que ver concretamente con la censura. Lo que pasó es que yo acompañaba a un amigo de Londres que sacó algunas fotos; sacar fotos en Corea del Norte no está permitido, ya que los norcoreanos son tremendamente sensibles con la imagen de su país y algunos ciudadanos dijeron que había sacado fotos de aspectos desagradables de su país. Se convocó una muchedumbre enojada alrededor, largas horas, entonces fuimos a buscar al ejército. Yo no soy un gran amante –por favor– del ejército norcoreano, pero me ofrece cierto grado de seguridad en situaciones parecidas. Conversamos con los soldados, que mantuvieron una situación estable. El oficial llega, mira el aparato fotográfico, se asegura de que realmente no había fotos desagradables, me devuelve el aparato con una gran sonrisa y me dice: "Only beautiful, please", o sea, "Por favor, sacar fotos solamente de las cosas hermosas". De ahí el título.

EC - ¿Cumplió con esa orden? Porque usted en particular ha tomado y tomó muchas fotos andando en bicicleta en la zona que ustedes los residentes en Pyongyang podían recorrer, porque no están habilitados para recorrer todo el país.

JE - Es cierto, la regla es que los extranjeros residentes en Pyongyang tienen derecho a desplazarse hasta un límite máximo de 35 kilómetros desde el centro de la ciudad. Pero esta distancia incluye no solamente toda la ciudad de Pyongyang, sino también mucho campo, o sea que es posible ir en bicicleta y visitar haciendas colectivas en los márgenes de la capital con cierta libertad de movimiento. Para ir a otras ciudades o a lugares más lejanos dentro del país es necesario sacar un permiso de viaje, que a veces uno consigue y a veces no.

EC - Entonces, ¿qué tipo de fotos sacó? ¿Fueron fotos que cumplían con esa orden de "only beautiful, please"?

JE - No, yo normalmente buscaba que nadie se diera cuenta de que sacaba fotos, pero trataba de sacar fotos que mostraran la realidad del país. Corea del Norte tiene lugares muy hermosos, pero también tiene muchísimos aspectos muy negativos, y traté de sacarlos también, como por ejemplo la pobreza, el trabajo durísimo del campo y el aspecto un poco triste de la gente. En el libro habrá observado que saqué fotos de niños maquillados.

EC - ¿Qué es eso?

JE - Para nosotros maquillar a un niño es terrible, simplemente no se maquillan. Pero cuando visitamos sobre todo lugares campestres encontramos muchos niños maquillados para cubrir el color de la piel. Porque la mala alimentación da un color amarillo a la piel de una persona, y las autoridades no quieren que se vea eso.

EC - Vamos a la pregunta que había dejado planteada antes de la pausa. El ejército norcoreano es muy poderoso, usted lo mencionaba y lo avalan las cifras, los organismos que realizan comparaciones entre fuerzas armadas de distintos países. ¿Cómo se entiende que un país que tiene las dificultades económicas y desarrollo humano que tiene Corea del Norte invierta y desarrolle un aparato bélico de ese tamaño, que llega a generar las amenazas que genera?

JE - La inversión en el aparato bélico es totalmente desproporcionada, es el ejército más numeroso de Asia después del ejército chino. Es un peso enorme para un país pobre. Además es importante distinguir entre un ejército numeroso y un ejército fuerte, porque Corea del Norte tiene muchísimos soldados, pero los soldados tienen hambre, los uniformes no alcanzan y a veces los soldados no saben manejar las armas, porque el entrenamiento es muy poco adecuado. Pero, dejando de lado el costo militar directo de mantener este aparato bélico, eso implica también un costo económico indirecto enorme, ya que resta al país la mano de obra de sus hombres más jóvenes y más fuertes. En Corea del Norte el servicio militar dura 10 años, o sea que le resta al joven hombre su juventud.

EC - Ese ejército está compuesto por 1.200.000 soldados, es impresionante el número, en un país que tiene 24 millones de población.

JE - Es simplemente enorme.

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EC - Hablemos de números, metiéndonos por el lado económico y de la población. Corea del Norte es un país más pequeño que Uruguay, tiene 120.500 kilómetros cuadrados; de todos modos es más grande que Corea del Sur, que tiene 100.000 kilómetros cuadrados. En cuanto a población, Corea del Norte tiene 24 millones de habitantes y Corea del Sur, 49 millones de habitantes. Otra diferencia importante se da en cuanto al producto bruto interno per cápita: Corea del Norte tiene un PBI de apenas 1.600 dólares, la décima parte del uruguayo, y está notoriamente por debajo del de Corea del Sur, que tiene 20.500 dólares de PBI per cápita. Usted ya dijo algo a propósito de lo que hay detrás de estos números, pero ¿qué conviene agregar?

JE - Es cierto, y además el producto per cápita es mucho peor de lo que las cifras indican, ya que el país invierte tanto en el aparato bélico, como conversábamos, que lo que queda para el consumo personal es incluso mucho más bajo. También hay que darse cuenta de que Corea del Norte no solamente tiene un territorio más pequeño que el territorio uruguayo, sino que además es un país muy montañoso, así que el territorio apto para el agro es muy reducido, hay mucha población muy concentrada.

EC - Para terminar, ¿qué espera que ocurra en las próximas semanas?

JE - Espero que Kim Jong-un se dé cuenta de que el camino que está siguiendo en este momento lo dirigirá a una catástrofe nacional, deje de provocar a sus vecinos y busque un diálogo verdadero, sin precondiciones, con la comunidad internacional. Corea del Norte no tiene problemas que no puedan solucionarse con un diálogo franco, pero el régimen de Pyongyang tiene que mostrarse dispuesto a hablar en serio.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Presentación del libro "Only beautiful,please: a british diplomat in North Korea", de John Everard

Documental: "Corea del Norte: Un día en la vida", elaborado por el Ministerio de Cultura de Corea del Norte