De acuerdo a un informe publicado por el semanario inglés The Economist, las autoridades estadounidenses alimentan forzosamente a cerca de 20 prisioneros mediante tubos que insertan en sus fosas nasales hasta el estómago. Abogados de algunos de estos prisioneros afirman que esto se hace de forma deliberadamente dolorosa, con tubos demasiado grandes y sin esterilizar. Las autoridades, por su parte, admitieron estar alimentando forzosamente a los prisioneros pero negaron que esto se hiciera de forma dolorosa.

A medida que las noticias sobre la huelga de hambre llegan al público, el debate sobre el cierre de la cárcel de Guantánamo se intensifica.

El pasado 30 de abril, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reafirmó su intención de cerrar Guantánamo, admitiendo que para esto buscará el apoyo del Congreso, que ya había bloqueado las propuestas del presidente sobre este tema. Las declaraciones de Obama tuvieron repercusión en Estados Unidos y en el ámbito internacional.

En Estados Unidos, el coronel Morris Davis, exfiscal jefe de las comisiones militares de Guantánamo, comenzó una campaña online para instar al presidente a cerrar la cárcel y ya ha conseguido más de 100.000 firmas.

El presidente afgano, Hamid Karzai, urgió el pasado 2 de mayo a Estados Unidos a liberar y enviar de vuelta a Afganistán a los nacionales que permanecen presos en la cárcel de Guantánamo, en territorio cubano bajo jurisdicción norteamericana.

Las autoridades cubanas, por su parte, expresaron su apoyo a las declaraciones de Obama, instando al presidente a cerrar la cárcel definitivamente. El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, aseguró que Guantánamo es un "enclave ilegal" en territorio cubano y si bien las declaraciones de Obama fueron "hipotéticas", cerrar la cárcel está "en el mejor interés" del gobierno estadounidense.