Entrevistas

Ministro venezolano Ernesto Villegas: oposición realiza "operación de confusión internacional" sobre un "clima pre golpista"

Ministro venezolano Ernesto Villegas: oposición realiza "operación de confusión internacional" sobre un "clima pre golpista"

El presidente venezolano Nicolás Maduro arribó ayer a Montevideo para su primer viaje oficial en medio de un clima de enfrentamiento en Venezuela por los resultados de la elección del 14 de abril. ¿Qué análisis hace el Gobierno venezolano de la situación política de ese país? En Perspectiva conversó al respecto con el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Ernesto Villegas, quien descartó que se esté viviendo una crisis política "que impida el funcionamiento normal del país". Sostuvo que la oposición venezolana está "montando internacionalmente una matriz de desconfianza hacia el sistema electoral" con argumentos "absolutamente risibles" y "sobre la base de la creación de un clima pre golpista". Aseguró que el Gobierno chavista está abierto al diálogo, pero destacó que para concretarlo es necesario que la oposición reconozca el resultado electoral de la misma forma que el oficialismo reconoce la "formidable" votación que tuvo Capriles en las pasadas elecciones.


(emitido a las 8.36 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Con un especial reconocimiento a José Mujica, a quien definió como su "amigo y consejero", el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pasó en estas horas por Uruguay en el marco de una gira que también incluye a Argentina y Brasil.

El primer viaje oficial de Maduro como mandatario se da en un contexto de máximo enfrentamiento dentro de Venezuela a raíz de los resultados de la elección nacional del 14 de abril, en las que Maduro triunfó y que la oposición impugna.

Mientras tanto, la huella del extinto Hugo Chávez sigue dominando casi todos los aspectos de la vida venezolana.

¿Qué es lo que se está viviendo en Venezuela? ¿Para qué este viaje? ¿Qué evolución puede tener la crisis política en ese país? Vamos a conversarlo a partir de este momento con el ministro de Comunicación e Información de la República Bolivariana de Venezuela, Ernesto Villegas.

¿Dónde lo hemos encontrado? ¿Están en el aeropuerto ya, por salir? ¿Cómo viene la agenda?, porque ha tenido una cantidad de cambios, ¿no?

ERNESTO VILLEGAS:
Sí, estamos aún en el hotel, acá se va a realizar la entrevista entre el presidente Nicolás Maduro y el expresidente Tabaré Vázquez. Y bueno, en una avanzada iremos parte de la comitiva hacia la hermana República de Argentina, para continuar con esta gira internacional.

EC – O sea, a las 9 de la mañana es el encuentro entre Nicolás Maduro y Tabaré Vázquez pero, mientras tanto, una parte de la delegación ya viaja rumbo a Buenos Aires.

EV – Sí, una avanzada.

EC – Está bien. Vayamos a la visita. En primer lugar, ¿cuál es el objetivo del Gobierno de Venezuela en esta gira y en particular con la presencia aquí en Montevideo?

EV – Continuar avanzando en el camino de la unión latinoamericana, que es parte del legado de Hugo Chávez, del comandante eterno de la revolución bolivariana que nos dejó como una de las tareas el continuar avanzado en esta misma dirección. Chávez impactó de manera importante, trascendente, única en este mundo actual con iniciativas que han ido prosperando gracias a la confluencia de otros liderazgos en América Latina que dejaron atrás la voluntad divisionista para avanzar hacia la unión. Y así hoy contamos en América Latina con mecanismos como el Alba [Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América], como Unasur [Unión de Nacionales Suramericanas], como la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños], que eran sencillamente impensables. Y por encima de las diferencias políticas alrededor del convencimiento de que "o nos unimos, o nos hundimos", estos líderes, como Pepe Mujica y Tabaré Vázquez en el caso del Uruguay, Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales [Bolivia], Rafael Correa [Ecuador], Cristina Fernández [Argentina], por mencionar apenas a algunos, han dado pasos importantísimos en la construcción de una nueva arquitectura institucional para América Latina que nos acerque. He dejado por fuera mencionar el importante liderazgo del presidente Lula, de la presidenta Dilma Rousseff, y otros más. Pero en todo caso acá está Nicolás Maduro, presidente constitucional de Venezuela luego de la elección del 14 de abril, continuando con esa tarea que el comandante Chávez comenzó y que nos corresponde a nosotros continuar.

EC – Usted sabe que esta visita ha provocado acá, dentro del país, una discusión, una polémica muy fuerte. En la oposición uruguaya se interpreta la gira como un intento de legitimación por parte de Maduro a nivel regional. ¿Qué responden ustedes?

EV – Yo le decía ayer a un periodista que mirar la intensa agenda internacional del presidente Maduro como si fuese producto de una coyuntura es revelador de miopía. De una miopía que puede ser inducida o deliberada. Es que es inimaginable que el presidente de Venezuela no tenga una intensa actividad como la que ha comenzado a tener el presidente Maduro, que viene de ser, por cierto, canciller de la República, y para él en modo alguno es ajeno este trabajo. Alguien que se ha propuesto, como el presidente Maduro, continuar, ampliar, profundizar la obra del presidente Chávez, no puede menos que desplegarse en las relaciones internacionales como lo viene haciendo el presidente Maduro. Parte del legado de Hugo Chávez es esto.

En Venezuela esta unión latinoamericana que impulsó el comandante Chávez despertó muchísimos enemigos, que son los mismos que hoy en día cuestionan al presidente Maduro. El tratamiento que le da la derecha venezolana a Maduro es el mismo que le dio al presidente Chávez, a pesar de que después de su fallecimiento trataron de mimetizarse con él, trataron de mostrarse como sus amigos y sólo les faltó proclamarse chavistas también. Los que históricamente han mirado hacia el norte y han representado sus intereses por supuesto que aborrecen estos pasos de Venezuela por acercarse hacia nuestros hermanos del sur, hacia nuestros hermanos de América Latina.

***

EC – La oposición venezolana no reconoce el triunfo de Nicolás Maduro, primero solicitó una auditoría, que el Consejo Nacional Electoral  rechazó en los términos que se estaba pidiendo y por eso en la semana pasada los dirigentes opositores decidieron impugnar las elecciones ante el Tribunal Supremo de Justicia. ¿Cómo se está procesando esa demanda? ¿Por qué no se aceptó el tipo de auditoría que pedía la oposición a propósito del resultado electoral?

EV – Lo que pasa es que la aceptación o no es algo que corresponde a las autoridades electorales. En Venezuela existen cinco poderes y uno de ellos es el Poder Electoral, es un poder autónomo. Ellos, la derecha venezolana, primero tramitaron su descontento con el resultado electoral desconociéndolo abiertamente. Y fue después de casi una decena de muertes, entre ellos las de dos niños, de manifestaciones violentas que produjeron daños materiales, heridos, luto, que finalmente se avinieron a presentar un documento hacia el Consejo Nacional Electoral, que es un documento absolutamente risible.

EC - ¿Por qué risible?

EV – Al Gobierno venezolano le interesa que el mundo entero lea ese documento porque es de una vaguedad impresionante. Finalmente, después de convocatorias a través de los medios de comunicación, una actuación política fundamentalmente centrada en los medios, con el concurso además de los medios como corporaciones privadas con intereses económicos y políticos muy claros, terminaron presentando una impugnación que también fue sumamente vaga, una impugnación general de todo el proceso electoral.

El sistema electoral venezolano es sumamente automatizado y valorado internacionalmente. El presidente norteamericano Jimmy Carter lo considera uno de los más perfectos del mundo, o el más perfecto del mundo. De hecho fue solicitado por la propia oposición para realizar sus elecciones primarias el 23 de enero del año pasado. Tocaron la puerta del Consejo Electoral para que éste le organizara su proceso electoral interno. Es el mismo proceso electoral que le permitió al señor [excandidato presidencial Henrique] Capriles Radonski proclamarse ganador de la gobernación de Miranda hace apenas unos meses, en octubre pasado, cuando obtuvo un triunfo muy pequeñito pero aún así fue reconocido. Diputados, alcaldes, en fin, este sistema electoral ha sido avalado sucesivamente en 18 procesos electorales y en ninguno ha habido este cuestionamiento genérico a todo el sistema.

EC – La oposición lo que reclama es una auditoría de todo el proceso que incluya las boletas, las actas y los cuadernos de votación, que no es lo que el Consejo Nacional Electoral aceptó hacer.

¿Por qué insisten en que se auditen las actas y los cuadernos de votación? Entre otras cosas, porque sostienen que tienen documentadas una serie de irregularidades, entre ellas la de una cantidad de personas fallecidas que habría votados o venezolanos residentes en el exterior que aparecieron votando adentro de Venezuela. Por eso es que apuntan a los cuadernos de votación, ¿por qué no se acepta un planteo como ese, teniendo en cuenta de que el margen fue tan escaso, de 1,49%? Según dice la oposición, este tipo de factores, si existieron, podrían estar siendo determinantes en el resultado.

EV – Usted menciona dos aspectos que son absolutamente risibles. En el sistema nacional electoral venezolano para activar la máquina de votación es necesario que el elector coloque su huella dactilar en un dispositivo capta-huellas. Si usted no es ese elector, la máquina no se activa. Es una cosa verdaderamente risible. Si usted es un votante inscrito en el exterior, ¿de qué manera puede aparecer votando en el país, si usted está inscrito en una mesa en el exterior?

EC – El diputado [departamental] Freddy Guevara, con quien conversábamos más temprano, decía que lo que ha podido comprobarse es que el sistema electrónico se habilita igual con cualquier huella dactilar. No hace la verificación de la huella dactilar.

EV – Eso es una... Este muchacho, Freddy, verdaderamente no se atreverá a decir eso en Venezuela porque sus propios técnicos han de callarle la boca. Saldrán rápidamente a decirle "Mira, cállate, no digas eso, por favor". Porque es verdaderamente risible. Si eso fuera así, ¿qué sentido tendría?, ¿por qué entonces los técnicos de la oposición firmaron todas las actas de conformidad de todas las auditorías? Le quiero decir que en Venezuela hacemos una auditoría automática el mismo día de la elección del 54% de las mesas electorales. Eso es como decir que usted en lugar de tomarle una muestra de sangre de 3 o 4 cc, o mililitros, le extrajeran 5 litros de sangre, porque usted desconfía del tamaño de la muestra. Así hacemos en Venezuela, por una concesión que en su momento se hizo a los actores de la derecha venezolana, que no querían atenerse a la vía electoral  y estaban deslumbrados por el camino golpista, por el camino extra constitucional. Nosotros hacemos esa auditoría, del 54%. Ya esa muestra, que es una sobremuestra, está plenamente comprobado que no tuvo ni el 0,0001% de inconsistencia.

EC – Pero en esa primera auditoría ¿se chequean también los cuadernos de votación?

EV – Absolutamente todo. Eso es una auditoría que firman los actores políticos, los testigos de los partidos políticos. Eso está absolutamente blindado. Lo que pasa es que están montando internacionalmente una matriz de desconfianza hacia el sistema electoral que es muy cuestionable, porque fíjese que ellos incluso llegaron a sacar de un sombrero de mago una mesa de votación donde el señor Capriles decía que había más votantes que electores inscriptos. Fuimos a buscar la mesa, que es una mesa del estado de Trujillo y resulta que el señor estaba utilizando los datos de una mesa y el centro electoral tenía dos mesas. Al sumar las dos mesas obviamente que hay un número mayor que el de la mesa individualmente considerada. En fin, resulta que en esa mesa que él ponía como ejemplo de una irregularidad él ganó, imagínese usted, él estaba cuestionando una mesa donde él mismo ganó.

Ahora, le quiero presentar otro razonamiento: si hubiese habido un ánimo fraudulento que hubiera tenido la oportunidad de incidir en el resultado, ¿usted no cree que una trampa de esa naturaleza hubiese conducido a una diferencia lo suficientemente amplia como para medir que en el imaginario colectivo hubiesen estos escarceos?, ¿usted no cree que sería un fraude bastante mal hecho el que apenas dé como diferencia esa diferencia que usted ha mencionado? Es verdaderamente absurdo.

EC – De todos modos, teniendo en cuenta que la oposición insiste en que va a continuar impugnando las elecciones en organismos internacionales si no tiene éxito con el planteo ante el Tribunal Supremo de Justicia, ¿no sería más lógico para el Gobierno de Venezuela habilitar la auditoría en los términos en que se pide para que este tema quede laudado y despejado del debate?

EV – Pero es que es un asunto del poder electoral, en Venezuela usted no le puede pedir a un poder que tome decisiones por otro poder. El Consejo Nacional Electoral de todas maneras inició una auditoría complementaria que ya está dando lo que obviamente tiene que dar como resultado: que no hay ninguna incongruencia, que está todo sobre ruedas.

Pero quiero advertirle que todo esto es un ardid, una operación de confusión internacional. Esta dirigencia de la oposición venezolana no es una dirigencia democrática, lamentablemente, ojalá la tuviéramos; esta es una dirigencia que viene de haber ejecutado en el año 2002 un golpe de Estado validos de su apoyo internacional.

EC – ¿Usted sostiene que todos los dirigentes de la oposición actual patrocinaron aquel golpe?

EV – No, yo estoy diciendo la dirigencia. Basta con revisar los periódicos de la época para mirar cómo los personajes que están involucrados en esta actuación son precisamente los del ala más radical de la derecha venezolana. El individuo que estuvo por acá en Uruguay, el señor Leopoldo López, fue una de las figuras más representativas de aquel golpe, un señor que actuó durante las horas de la dictadura de Pedro Carmona Estanga como un represor, un persecutor de las figuras del chavismo. Él apareció con un chaleco antibalas allanando las residencias particulares de dirigentes chavistas, tomando prisioneros junto con Capriles Radonski –que era también alcalde en aquella época– al ministro del Interior de aquel entonces, Ramón Rodríguez Chacín. Lo hicieron pasar por un pasillo de la infamia: en lugar de detenerlo y meterlo en un vehículo lo hicieron atravesar varios metros de una turba que lo golpeó sin misericordia, teniendo ellos el deber de proteger la integridad del detenido, aunque fuera una detención ilegal.

En fin, aquí lamentablemente la cabeza de la oposición venezolana, que no quiere decir todos los dirigentes de la oposición, ha sido tomada por los factores del golpismo del año 2002 y están creando las condiciones, o están tratando de crear las condiciones, nacionales e internacionales para repetir su lamentable expediente golpista. Esto está a las claras en la Venezuela de hoy.

EC – En sus exposiciones por ejemplo acá en Montevideo estos representantes de la oposición ponen el énfasis en dos o tres asuntos. Uno de ellos es el propio resultado de las elecciones del que hablábamos recién, otro lo que ocurrió en la Asamblea Nacional el martes de la semana pasada, cuando parlamentarios de la oposición fueron agredidos por representantes del oficialismo, algunos de los cuales ni siquiera debían estar en sala porque eran legisladores suplentes. Enfatizan en que todo se desencadena por la decisión del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que le exigió a cada diputado reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela y ante la negativa de los representantes de la Mesa de la Unidad Democrática les quitó el derecho de palabra, los sacó de las presidencias de cuatro comisiones y les suspendió el sueldo. Fue para protestar por esa situación que el martes llevaron cornetas y carteles a la sala de la cámara ante lo cual después se produjo la reacción que tuvo las características violentas que después pudieron verse en los videos. ¿Qué dice usted a propósito de esa situación en la Asamblea Nacional?, ¿qué dice usted de la decisión de Diosdado Cabello?

EV – Por fortuna anoche hemos visto con satisfacción la suscripción de un acuerdo entre representantes de las bancadas revolucionarias y de las bancadas antichavistas que convienen respetarse mutuamente, respetar las normas de funcionamiento de la Asamblea Nacional y reconocer a las instituciones de Venezuela.

Todo esto es lamentable consecuencia del desconocimiento. Para que las instituciones funcionen tiene que haber un punto de partida que es el reconocimiento, debe haber un reconocimiento mutuo. Esto que sucedió en el parlamento es verdaderamente lamentable, es un muy mal ejemplo para los ciudadanos y ciudadanas del país. No es la primera vez que en un parlamento del mundo ocurren cosas de esa naturaleza, hay que decirlo, pero en todo caso cuando ocurren estos hechos son reprochables.

EC – Los representantes de la oposición destacan que los heridos y los lesionados fueron representantes de esos partidos y no del oficialismo.

EV – Bueno, hay unas diputadas de la bancada revolucionaria que fueron agredidas pero lamentablemente los medios de comunicación, que son empresas con intereses políticos y económicos, no ponen su foco sobre esa otra parte. Y es algo a lo que estamos acostumbrados en Venezuela lamentablemente, porque los medios no son imparciales sino que miran solo una parte de lo que ocurre. Esa otra parte normalmente invisibilizada es la parte del chavismo, de los revolucionarios; fue el mismo trato que le dieron a Chávez. Pero lo que le quiero decir finalmente es que esto parte de la actitud de desconocimiento de las instituciones. Fijese usted cómo se le ha dado mucha publicidad a este asunto, que es lamentable, pero no se han mostrado los rostros ni se han mostrado las historias de la casi decena de venezolanos que murieron como consecuencia del desconocimiento del resultado electoral la noche del 15 de abril. Aquí ha habido incluso dos pequeños niños que fueron arrollados en medio de la locura que desató la actitud irresponsable del excandidato Capriles. De eso los medios lamentablemente no informan ni dentro de Venezuela ni en el exterior, y ha tenido que venir el Estado, desde sus medios, utilizando las facultades legales, para tratar de llenar ese vacío informativo que crea lamentablemente una opinión distorsionada.

Ustedes mismos acá en el Uruguay cuando el golpe de abril tuvieron como versión prácticamente única la que daban los golpistas de aquel entonces, que eran los supuesto demócratas de hoy, son prácticamente los mismos personajes. Y la opinión pública uruguaya se dejó confundir porque lo que decían las agencias internacionales era exactamente lo que el comando antichavista quería que dijeran. Por fortuna hay aquí un periódico, La República, en aquel entonces con el señor [Federico] Fasano, que tenía línea directa con personas que estaban dentro del palacio de Miraflores [sede de gobierno] y pudieron tener una versión distinta, que fue la que finalmente se impuso, la verdad. Pero costó mucho que la verdad se abriera paso entre la confusión, y es lo que se está tratando de repetir en este momento lamentablemente.

EC – ¿Usted dice que en la Asamblea Nacional entonces ahora el clima va a cambiar, que va a haber respeto de las dos partes, un funcionamiento normal a partir de ahora?

EV – Es lo que han anunciado ayer una diputada de la bancada revolucionaria y un diputado de la bancada antichavista, han ofrecido una declaración en forma conjunta anunciando este acuerdo y a mí me parece que eso es lo más sano, lo deseable, y esperemos que no se repitan este tipo de hechos, ni dentro del parlamento ni fuera de él. Ni que sean ventilados de manera preferente por los medios de comunicación ni que no lo sean.

Nuestra decisión, la de los venezolanos, es resolver nuestros asuntos de manera pacífica y nos hemos puesto de acuerdo en hacerlo a través del voto. Y es lo grave, que tenemos un mecanismo que todos reconocemos y que cuando no nos favorezca haya este tipo de actitudes que tiran una patada a la mesa y dejan en las manos de los ciudadanos la resolución del conflicto. Ya los ciudadanos se expresaron a través del voto y debe ser el mecanismo que impere.

En Venezuela tenemos una institución que no es muy común: el referéndum revocatorio, que ocurre a mitad de mandato. Es decir, dentro de tres años, cuando se cumpla la mitad del mandato del presidente Maduro, perfectamente la oposición puede activar los mecanismos necesarios para convocar un referéndum revocatorio. Fue lo mismo que dijimos cuando aquella situación que se vivía previa al golpe de abril del 2002: "Bueno, vayan al referéndum revocatorio", pero no, quisieron dar un golpe de Estado, lo dieron, con apoyo de los medios, y con apoyo de los Estados Unidos –cosa que está bastante documentada–. Finalmente se impuso la verdad, el pueblo rescató a Chávez que estuvo prisionero, devolvió la vigencia de la Constitución que fue suspendida por estos mismos "demócratas" –entre comillas– de ahora, que disolvieron los poderes públicos y al cabo de un tiempo tuvieron que hacer lo que les decíamos: "activen el referéndum revocatorio". Se activó, recogieron sus firmas, se realizó el referéndum y finalmente el presidente Chávez fue ratificado en su cargo con el 60% de los votos, que es que tiene que ocurrir: que cualquier diferencia o discrepancia se resuelva por la vía democrática, por la vía del sufragio, que es el mecanismo establecido.

Fíjense ustedes que todo ese planteamiento que hace sobre el sistema electoral se les devuelve, porque finalmente ¿quién va a hacer la elección?, ¿cuál va a ser el sistema electoral que ha de aplicarse?, ¿no es este mismo?, ¿entonces? ¿Cómo entender esa actitud de rebeldía frente a la idoneidad del proceso electoral y el sistema electoral venezolano? Eso no es más que una actitud inconstitucional que lamentablemente encuentra eco en el exterior, en algunos factores que tienen que darse cuenta de que ya la mayoría se expresó. Esta diferencia que usted menciona es suficientemente amplia en cualquier país del mundo para que por ejemplo en caso de que hubiese una segunda vuelta ésta no fuera necesaria. Si en Venezuela hubiera segunda vuelta no habría sido necesaria porque más del 50% de los votos fue emitido a favor del actual presidente Nicolás Maduro, es una base política que ya quisieran para sí muchos dirigentes políticos del mundo que obtienen votaciones del 20%, 30%, 40% y que con eso son electos.

EC – Ministro Villegas, para terminar de repasar los puntos en los que ha hecho énfasis la delegación de la oposición que vino a Montevideo en estas horas. Yo le decía que eran básicamente tres, voy al último: sostienen que luego de las elecciones del 14 de abril el oficialismo se enfrascó en una escalada de persecución y en particular hay un planteo que ha hecho la Confederación General de Trabajadores de Venezuela, por ejemplo, el propio 1° de mayo, en cuanto a que va a denunciar ante la OIT [Organización Internacional del Trabajo] que los empleados estatales son perseguidos si votaron a Capriles. La Mesa de la Unidad Democrática informó de 4.230 denuncias que calificó como corroboradas en 12 días recibidas por correo electrónico y por teléfono en ese sentido. ¿Cuál es la versión del Gobierno sobre este tema?

EV – Yo quería antes de todo volver a un punto que quedó colgando, usted mencionó entre las cosas que ha dicho un diputado muy joven como prueba de irregularidades que supuestamente venezolanos inscriptos en el exterior votaron adentro del país. Yo preguntaría, ¿cuántas personas?, diga usted específicamente ¿quiénes, cuáles? Porque la cantidad de venezolanos que viven en el exterior que están habilitados para votar es verdaderamente ínfima en relación con el universo completo del padrón electoral. De hecho en el exterior el candidato Capriles obtuvo una ventaja muy amplia sobre el presidente Maduro y esa ventaja no pudo revertir la tendencia que era irreversible en la votación interna.

Lo que quiero con este comentario es poner en relieve cómo se lanzan al boleo una cantidad de argumentos para generar dudas pero que cuando usted las escruta en realidad no tienen base exacta. Es lo mismo que puedo decirle respecto de esta denuncia que ahora están tratando de ventilar en el exterior: ¿qué sentido tiene una persecución de ese tipo para el gobierno bolivariano? Si más bien el gobierno bolivariano tiene en este momento el deber de mirar a ese mundo opositor o mirar a ese mundo de personas que no votaron por la opción de Nicolás Maduro para tratar de ganarlos, convencerlos, atraerlos a la propuesta revolucionaria. Hubo una cantidad de personas que en el pasado han votado por Hugo Chávez y que lamentablemente en este momento o no votaron por la opción de Maduro o sencillamente no salieron a votar. Nosotros tenemos la obligación de ir al encuentro de esa parte del país, ¿cómo vamos a procurar su persecución o a andar digamos en una cacería de brujas que no tiene ningún sentido, ninguna pertinencia y además no tiene que ver con el talante de un revolucionario? Entonces estas son argumentaciones montadas sobre la base de la creación de un clima pre golpista en Venezuela para generar una imagen internacional del presidente Maduro como lo que no es.

Yo no sé si ustedes recuerdan las imágenes impresionantes de miles de personas que fueron a despedir al comandante Chávez, millones de personas que rodearon su ataúd, que fueron hasta el patio del Salón de Honor de la Academia Militar para darle un último adiós. Mucha gente se sorprendió de ver cómo espontáneamente estas miles, millones de personas, desfilaron por allí. Se dejaron llevar durante mucho tiempo por las versiones que reducían el liderazgo de Chávez a un asunto clientelar, que aseguraban y siguen asegurando que los seguidores de la revolución en Venezuela son personas pagadas que son movilizadas en autobuses, que son seres despreciables porque no tienen un verdadero compromiso con una causa sino que son sencillamente clientes. Ahora, cuando murió Chávez muchos abrieron los ojos y dijeron "Caramba, este líder que ya se murió, que ya no puede tomar ninguna retaliación contra nadie, ¡qué impresionante que en forma espontánea en apenas horas haya generado este mar de gente!".

Y quiero hacer esa reflexión, porque aquellos que se dejaron históricamente confundir por estas campañas, que son las mismas que se retrataron contra Chávez, son los mismos argumentos que se esgrimieron contra Chávez cuando tenía victorias del 20, 23, 25%, no tienen absolutamente nada que ver con la brecha, con el margen entre los dos candidatos, sino que es una conducta sistemática.

Hay un desconocimiento histórico por parte de las élites venezolanas del pueblo venezolano, el desconocimiento del resultado electoral en Venezuela no es más que el desconocimiento histórico de estas élites al resto del pueblo venezolano. Han tenido una votación formidable, importantísima, que no deberían dilapidar llevándolos por el camino del golpismo, deberían apreciar esa votación como una muestra de la voluntad de los venezolanos y venezolanas de tratar de transitar en paz y en democracia, no como una autorización para volver al expediente golpista que ya fue rechazado por la mayoría de los venezolanos.

EC – Hay varios oyentes que sostienen que es simplificar las cosas presentar a quienes plantean denuncias o quejas como golpistas, que el tildarlos de golpistas empobrece el debate, ¿qué responde usted?

EV – Es que lo que yo digo es precisamente eso, si usted presenta una denuncia documentada, con nombre y apellido, con el número de acta... usted tiene que ser serio cuando impugna un proceso electoral, sobre todo a sabiendas de las consecuencias sociales que tiene la palabra desconocimiento.

EC – De acuerdo, pero una cosa es no ser serio y otra cosa es ser golpista.

JV – Pero es que esa falta de seriedad no es espontánea, no es la de un niño que apenas está abriendo los ojos al mundo, es premeditada, alevosa de parte de gente que es mayor de edad, que conoce de política y que sabe que si usted esgrime la palabra desconocimiento va a tener consecuencias. Si es un político serio usted agarra  y dice "mire, yo tengo estas actas que mis testigos se negaron a firmar porque tenían irregularidades", pero resulta que aquí están impugnando en forma genérica todo el proceso sobre actas cuyos testigos firmaron. Hay que ser miope para no darse cuenta de la jugada. Hay que tener esta misma acuciosidad que se tiene frente al Gobierno que pone sobre la mesa el resultado electoral contra quienes denuncian la irregularidad. Porque tampoco puede ser que usted saque cifras al boleo, que usted tienda un manto de duda general sobre el proceso pero realmente no tenga elementos de convicción probables, transparentes, que le permita llevar al país a una situación como a la que pretenden llevarlo.

EC – Lo último, y tomando como base algo que usted señalaba hace muy pocos minutos, dejando a un lado el debate sobre impugnación o no, lo cierto es que la diferencia entre Maduro y Capriles fue de 1,49%, mucho menor que el que se había dado en octubre cuando Chávez fue reelecto por 55% frente a 44% de Capriles. Es un hecho que el electorado está prácticamente dividido en mitades. Entonces, parece imprescindible que entre una parte y la otra exista diálogo, intercambio y hasta cooperación. El escenario es diferente. Entonces, mi pregunta, para redondear esta charla, es ¿cómo se recompone el diálogo en su país?, ¿qué está dispuesto a hacer el gobierno de Nicolás Maduro en esa dirección?

JV – El presidente Maduro ha anunciado la disposición a entenderse hasta con el diablo y ha anunciado la designación de unos dirigentes de la revolución bolivariana como emisarios para el establecimiento de mecanismos de diálogo. Ahora, para cualquier acción en ese sentido tiene que haber una palabra que es clave en todo esto que es reconocimiento. Si usted desconoce, ¿cómo puede dialogar?, ¿cómo puede dialogar con alguien que no reconoce? Tiene que haber un reconocimiento mutuo, nosotros reconocemos la existencia de un importante bloque en Venezuela que no ha acompañado la propuesta revolucionaria. Hay que destacar que Venezuela acudió a aquella elección del 14 de abril en un estado muy particular que fue el luto por la pérdida del comandante Chávez, de una depresión de parte de los seguidores del comandante Chávez que obviamente afectó este resultado electoral. Aún así, nosotros entendemos que hubo una votación, que el señor Capriles recibió una votación importante, que merece nuestro reconocimiento. Merece el reconocimiento además el hecho de que la oposición venezolana dispone de gobernaciones en el país. Han sido electos tanto Capriles como otros dirigentes de la oposición como gobernadores, como alcaldes, como diputados, y hay reconocimiento del gobierno a esas instituciones que ellos representan. Ahora, ¿por qué no reconocer al presidente Maduro?, ¿por qué no hacerlo? Reconozcámonos mutuamente, es lo que le decimos a aquella parte del país. Lamentablemente ha habido una tendencia al desconocimiento histórico, se desconoció a Chávez, que es lo real, ahora hay lágrimas de cocodrilo, pero durante los 14 años que Chávez fue presidente hubo una resistencia a su reconocimiento como presidente, como líder político. Y ahora este odio, este desconocimiento, es heredero, es hijo de aquel.

EC – Desde afuera sabe que lo que se ve es un odio mutuo, y eso es lo que preocupa cuando uno observa el escenario político y social de Venezuela. Se ve un enfrentamiento demasiado crudo, desde los dos lados, por eso mi pregunta a propósito de qué puede hacer el Gobierno en pro de la recomposición de un clima más civilizado y de convivencia.

JV – Bueno, yo lo invito a que vaya a Venezuela, porque quizás nuestro talante caribeño nos hace ser tal vez más vehementes que ustedes acá en el Uruguay...

EC – En ese sentido es clara la diferencia, sí.

JV – Quizás nuestro verbo puede dar una impresión distinta a la que tienen las calles de Venezuela. Usted puede asistir allí tranquilamente, a ver cómo es el debate político, he hablado con varios uruguayos que han estado allá y dan fe de esto. De ninguna manera se está viviendo una crisis política que impida el funcionamiento normal del país. Ha habido sí episodios inmediatamente después del desconocimiento electoral por parte del señor Capriles, de violencia, de estas lamentables muertes.

Pero déjeme decir que hay una diferencia cualitativa en cómo se tramitan las diferencias en Venezuela. En los sectores populares del país viven venezolanos que apoyan a la revolución y venezolanos que no, y allí se da una convivencia cotidiana, donde es mayoría el chavismo, hay una convivencia bastante tolerante. A nadie se le ocurre ir a la casa de un vecino a importunarlo porque no es chavista. Sin embargo, en estas lamentables horas que vivimos cuando Capriles desconoció el resultado electoral se desató una furia terrible de parte de elementos fanatizados de la oposición que fueron hasta las casas de los chavistas increpando a sus propios vecinos, haciéndoles pintadas en sus puertas, al mejor estilo fascista, asediando centros de salud.

Usted sabe que en Venezuela es muy activa la red social Twitter y allí un periodista muy connotado colocó que los votos que supuestamente le habían robado a Capriles estaban en los centros de diagnóstico integral, que son hospitales donde atienden los cooperadores cubanos, son uno de los emblemas de la revolución bolivariana en materia de salud. Y se volcaron contra los centros de diagnóstico integral estos elementos fanatizados, los hostigaron con el llamado caceroleo, hubo intento de quema de varios de ellos, agresiones de distinta naturaleza, en ese festín de violencia que tuvo como consecuencia las palabras de Capriles.

Pero eso no es lo cotidiano en Venezuela, lo cotidiano es que nosotros nos toleramos en nuestras familias, en nuestros sitios de trabajo, de estudio, nos queremos, nos amamos incluso y es justamente este desconocimiento del resultado electoral el que viene a importunar esa convivencia. Nosotros lo que hacemos es un llamado a la paz, al amor entre los venezolanos. Lo que queremos es que nuestras diferencias las resolvamos pacíficamente alrededor del voto, del sufragio; pero desconocer el sufragio trae estas consecuencias lamentables que hemos podido apreciar y que no las queremos, porque nuestros hijos y nuestras hijas no se merecen eso; nuestras nietas, nuestros nietos, no se merecen que los integrantes de la actual generación desperdicien la oportunidad histórica de construir un país de paz.

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Foto: EFE (archivo)

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