(emitido a las 8.50 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El Reino Unido ha sido tradicionalmente escéptico con la integración en la Unión Europea (UE). No en vano es uno de los pocos países que integra esa comunidad pero que no ha adoptado el euro como moneda, la moneda británica sigue siendo la libra.

De todos modos últimamente esa tendencia ha ido ganando cada vez más protagonismo, por ejemplo con el crecimiento de partidos que son lisa y llanamente anti europeos, caso del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP por sus iniciales en inglés).

"Esta Unión Europea es el nuevo comunismo, es poder sin límites que está creando una ola de miseria humana. Cuanto antes desaparezca, mejor". ¿Quién habla así?, el líder del UKIP, Nigel Farage, que a comienzos de este mes votó muy bien en las elecciones locales que se celebraron en Inglaterra y Gales y que según una encuesta de intención de voto que se publicó ayer ya aparece como la tercera formación política británica, empujando a los liberal-demócratas al cuarto lugar.

El avance de este tipo de grupos políticos y sociales provoca al mismo tiempo que se agiten las tendencias euro escépticas dentro del Partido Conservador al que pertenece el primer ministro, David Cameron.

Vamos a concentrarnos en esta situación en sus perspectivas también. Vamos a conversar con el politólogo uruguayo Francisco Panizza, profesor en la London School of Economics.

¿Por qué están creciendo en el Reino Unido los grupos euro escépticos o directamente anti europeos?

FRANCISCO PANIZZA:
Porque están creciendo en toda Europa por razones muy entendibles –es decir, la crisis, el impacto tremendo que la crisis está teniendo en la sociedad–, y al mismo tiempo factores muy británicos, como tú señalabas hace un momento. El Reino Unido ha sido tradicionalmente un país euro escéptico con una fuerte sección de la población y del sistema político muy crítica de la UE. Ahora los dos fenómenos se juntaron: un fenómeno de larga data del euro escepticismo británico y los sucesos más recientes de la crisis económica y social de la UE. Eso provoca una bomba de tiempo electoral que lo está aprovechando el UKIP.

EC – Alejandro, otras preguntas.

ALEJANDRO ACLE:
Yendo al caso concreto que mencionábamos al principio de la introducción, ¿qué es el UKIP?, ¿cómo surge, cuál es su origen?

FP – Es un partido que en buena medida ha surgido como un desprendimiento por la derecha del Partido Conservador, que siempre ha tenido y sigue teniendo un ala euro escéptica muy fuerte. Sectores del Partido Conservador no están conformes con la posición si se quiere un poco más moderada de su dirigencia, que no apoya la salida del Reino Unido de la UE, y han fundado ese partido.

Pero al mismo tiempo es el típico partido de protesta, un partido populista de derecha que se beneficia con el descontento general que existe en este país por la situación económica. Aunque su bandera más clave, uno diría que casi la única, es que el Reino Unido se libere de Europa, al mismo tiempo es el partido que recibe muchas formas de descontentos diferentes.

AA – Decíamos recién que a este partido le fue muy bien en las elecciones locales que se celebraron en Inglaterra y en Gales. Teniendo en cuenta eso, ¿qué poder de presión puede ejercer sobre el gobierno del primer ministro Cameron?

FP – Debo aclarar que este partido no tiene un solo diputado en la Cámara de los Comunes, pero sin embargo su poder de presión es muy considerable. ¿Por qué? Porque efectivamente le está marcando la agenda al Partido Conservador y muchos diputados del Partido Conservador están en pánico por pensar que esa división de la derecha les va a hacer perder la próxima elección. Entonces lo único que están tratando de hacer es moverse cada vez más a la derecha, tratar de adoptar cada vez más las posiciones del UKIP para lograr con eso, si se quiere, evitar que se pierdan votos por la derecha.

EC – ¿Cómo viste esta encuesta que se conoció en el fin de semana que muestra a este partido creciendo cuatro puntos en un solo mes y ubicándose tercero con el 19% de la intención de voto? El Partido Conservador queda segundo con el 29%, pero bajando, y el primer lugar queda para el opositor partido laborista con 35%, también bajando.

FP – Sí, efectivamente, pero aun si la elección fuera mañana y esas cifras se reprodujeran, este partido, el UKIP tendría muy pocos, tal vez un puñado, de diputados en la Cámara de los Comunes porque el sistema electoral británico discrimina fuertemente a los partidos minoritarios y al mismo tiempo sobre representa a los partidos mayoritarios. Entonces este partido no va a tener probablemente una gran bancada en la cámara de diputados, pero sí le puede hacer perder muchas bancas al Partido Conservador por dividir el voto de la derecha y de la centro derecha.

AA – El gobierno prometió que si obtiene la victoria en las elecciones de 2015 va a llamar a un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE. Sin embargo algunos grupos políticos, entre ellos el propio UKIP, acusaron al gobierno de que están trabando esa promesa porque no está enviando al Congreso un proyecto de ley que regule esa consulta popular. En particular el primer ministro Cameron quedó muy presionado por los sectores euro escépticos de su propio partido, del Partido Conservador, ¿cómo ves esa otra parte del problema, la interna de los conservadores, de los tories?, a lo que se suma además las discrepancias que tienen respecto a este punto con sus aliados en la coalición, con los liberal-demócratas.

FP – Efectivamente, tú lo has planteado perfectamente. El problema para el gobierno es que no tiene los votos actualmente en el Parlamento para sacar como una ley la disposición de que se va a hacer este plebiscito en el año 2017 como anunció el primer ministro Cameron. ¿Por qué no tiene los votos?, porque es un gobierno de coalición y sus socios, los liberal-demócratas, no le dan el voto para ello. Frente a eso queda solamente la promesa del primer ministro de que si ganan las elecciones entonces harían el plebiscito. Pero eso obviamente lo está explotando el UKIP y cierto sector del Partido Conservador diciendo "No, esto no es creíble, las promesas son promesas, hasta que no esté sancionado como una ley esto no puede ser creíble". Eso pone al gobierno y al Partido Conservador, y especialmente al primer ministro Cameron, en una situación prácticamente imposible, sin salida: no tiene los votos en el Parlamento para hacerlo como una ley firme y la promesa no basta para contentar a los sectores de derecha de su partido y le sigue dando agua al molino a UKIP.

Entonces el gobierno prácticamente oscila de una posición a otra y está dando una sensación de gran debilidad.

EC – ¿Qué es lo que cabe esperar entonces en los próximos días en este tema?

FP – Se va a seguir el debate en el Parlamento, un diputado conservador lo va a proponer como un proyecto de ley de autoría individual el cual no tiene chance de salir, por las razones que acabo de explicar, pero lo que va a hacer es mantener este debate en el centro de la agenda política británica. Además es cuestionable qué beneficios o perjuicios puede traer para el gobierno porque realmente está obsesionado con esta cuestión de Europa cuando para la mayoría de la gente los problemas son mucho más concretos, son problemas de desempleo, de salarios estancados, en fin, los problemas típicos de la situación económica que vive Europa y también el Reino Unido.

EC – Pero justamente, ¿la gente no asocia esos problemas con el hecho de que el Reino Unido pertenece a Europa y llega a pensar que salir de la UE puede ser la solución? ¿Cómo está el estado de la opinión pública con respecto al sí o no a Europa?

FP – Hasta cierto punto sí, digamos, si el plebiscito se hiciera hoy es posible que la mayoría votara por salirse de la UE, pero cuando se le pregunta a la gente en las encuestas de opinión cuáles son los problemas más importantes del país son fundamentalmente las respuestas previsibles: problemas económicos, desempleo, inflación, etcétera. La cuestión de Europa aparece muy abajo en las encuestas. Entonces, ciertamente, sí, hay un descontento grande con Europa por razones perfectamente entendibles, pero no es lo que la gente considera como su mayor problema o el mayor problema del país.

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