(Emitido a las 08.28)

EMILIANO COTELO:
Hace algunos días, poco después de la convención del Partido Republicano que tuvo lugar en Nueva York, los resultados de las encuestas reflejaban una clarísima ventaja, de más de 10 puntos, a favor del presidente George W. Bush sobre su rival demócrata John Kerry.

Tan rápido como surgió, esa diferencia parece haber desaparecido y nuevas encuestas que se dieron a conocer ayer arrojan ahora prácticamente un empate entre Kerry y Bush. Con este panorama, al que se agregan algunos factores como el resurgimiento de las tensiones en Irak, algunos titubeos en materia de resultados económicos en Estados Unidos y, sobre todo, un giro en la estrategia electoral de los demócratas, la campaña electoral estadounidense se pone al rojo vivo.

A menos de 50 días de los comicios, nuestro contacto esta mañana será con Lourdes Heredia, corresponsal de la BBC en Washington, la capital de Estados Unidos.

¿Qué hora es allí y cómo está el tiempo?

LOURDES HEREDIA:
Aquí está lloviendo -parece que el verano duró poco- y son las 7 y 30 de la mañana.

EC - ¿En qué temperaturas andan por estas fechas?

LH - En estas fechas estamos entrando en el otoño, o sea que debe haber unos 20 grados centígrados.

EC - Las máximas, digamos.

LH - Sí, sí.

EC - Pasemos a la política. Tengo por aquí los resultados de las encuestas que se difundieron en el día de ayer. La encuesta del Centro de Estudios Pure arroja 47 por ciento de la intención de voto para Bush y 46 por ciento para Kerry, casi un empate; mientras que otro estudio, publicado también ayer pero por el Wall Street Journal y realizado por Herrice Interactive, da 48 para Kerry y 47 para el presidente Bush.

La primera pregunta, bastante elemental, es cómo se explica este salto hacia delante de Kerry, que estaba prácticamente con 10 puntos menos que Bush la semana pasada.

LH - Los analistas dicen que el salto que había dado Bush se debió a la convención republicana y que una vez que ese efecto se evapora -se evapora rápidamente, eso es verdad- vuelven a quedar como habían estado desde un principio, esto es, en casi un empate. Por eso, como bien decías, la campaña electoral está al rojo vivo y vemos que los ataques personales se intensifican y comienzan a ser el pan de cada día en Estados Unidos. Ya se sabía que van a ser muy pocos los que decidan quién tiene las llaves de la Casa Blanca.

EC - Tú decías que por un lado se esfumó el efecto de la convención republicana, ¿pero de algún modo también los demócratas contribuyeron a esa mejora de las posiciones de Kerry? ¿Han modificado su estrategia de algún modo que haya resultado efectivo?

LH - Definitivamente la han modificado, porque después de que Bush diera el salto y tuviera un repunte después de la convención republicana, se dieron cuenta de que la campaña iba realmente por un muy mal camino. Hubo muchísimas reformas al interior de la campaña, mucho mea culpa, mucho decir: "¿Qué estamos haciendo? Si seguimos así definitivamente le vamos a dar la Casa Blanca a Bush". Por lo tanto se pusieron las pilas, comenzaron a hacer un ataque más ofensivo y dejaron de estar tan a la defensiva, como habían estado. Hasta ahora lo que veíamos era que la campaña de Bush era la que marcaba el ritmo, comenzaba los ataques. A pesar de que no estaba involucrada directamente, hubo todo el escándalo sobre el historial de la guerra de Vietnam de Kerry, hubo anuncios y de repente todas las campañas se centraban en esta discusión, en el debate de si Kerry realmente había hecho un buen papel en Vietnam, cuando Bush ni siquiera había ido a la guerra. Entonces cambian la estrategia, como bien dices, comienzan a atacar también a Bush y decir: "¿Cómo es que podemos estar discutiendo el historial de Kerry, que fue, y no la razón por la que Bush se quedó en casa durante la guerra y ahora está mandando gente al combate?". Se pusieron las pilas y comienzan a tratar de estar a la ofensiva, pero hay que ver si este ritmo perdura, porque ha sido muy difícil para los demócratas estar en esa posición.

EC - ¿Tú tienes algún indicio de cómo fueron recibidas estas nuevas encuestas en el cuartel de los republicanos, si se aguarda algún tipo de reacción de ese lado?

LH - Los republicanos están súper bien organizados, tienen una maquinaria electoral impresionante, por ejemplo cuando uno va a los eventos de voluntarios; precisamente ayer estuve en un evento de voluntarios latinos... Recordemos que, como la diferencia entre un candidato y otro es tan poca, muy pocos votos van a dar la victoria y los más indecisos son la comunidad hispana y por lo tanto están poniendo mucha energía en convencer a los hispanos para que voten por uno y otro candidato. Ellos siempre se muestran optimistas, pase lo que pase en las encuestas de cara al público se muestran optimistas en cuanto a que tienen toda la confianza de que Bush va a ser reelecto y además dicen que siempre supieron que la batalla iba a ser muy cerrada y que por eso hay que pelear cada voto. Parece que en lugar de darles miedo, eso los motivó, ese tipo de encuestas los motiva para salir más a la calle, para no dormirse en sus laureles, como quien dice. Faltan menos de 50 días, por lo tanto ambas campañas están haciendo eso y no muestran -aunque sientan un poco de temor- al público que tengan miedo de perder; al contrario, se muestran completamente optimistas.

EC - Según la encuesta del Pure Institute, Kerry supera a Bush en cuanto a la confianza de los estadounidenses sobre su capacidad en materia económica, 46 por ciento cree más capaz a Kerry en economía y 40 a Bush; pero en temas de seguridad Bush gana ampliamente, en cuanto a la cuestión del manejo de la situación en Irak gana 53 a 40; y en lo que tiene que ver con la guerra contra el terrorismo Bush supera a Kerry 58 a 31 en las preferencias de los electores. En definitiva, ¿cuál es el tema que resulta más importante en el imaginario de los estadounidenses? A la hora de votar, ¿qué pesa más, la seguridad o la economía?

LH - Hasta antes del 11 de setiembre definitivamente el pan de cada día, o sea la economía, los trabajos, la salud eran mucho más importantes, pero estas van a ser las primeras elecciones después de los atentados y los analistas dicen que la seguridad va a ser el tema esencial. Eso ha sido un problema para los demócratas, a pesar de que mucha gente está a disgusto por la manera como se llevó la guerra en Irak, a pesar de que hay más violencia, a pesar de que hay un informe dentro del propio gobierno que dice que la situación de Irak puede ir de mal en peor, a pesar de todo Kerry no ha logrado vender una imagen de líder constante, fuerte, y Bush sí lo ha hecho.

Entonces al final esa es la gran pregunta: ¿contará más la imagen de un Bush de que no cambia de opinión sean cuales sean los problemas, o va a contar la situación de que Kerry habla de los errores que se cometieron y es capaz de decir "me equivoqué" y cambiar de opinión? Todo dependerá de muy poca gente en algunos estados clave; al principio hablaban de 14, ahora hablan de 13 estados que tienen la llave de la Casa Blanca. Dependerá de quién pueda convencer a este pequeño electorado, porque la mayoría de la gente en Estados Unidos ya tomó posición, los que son anti Bush lo son pase lo que pase, y los que votan al presidente a pesar de los informes, a pesar de lo que pase en Irak -eso no importa- lo siguen apoyando.

--------------------------
Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón