(emitido a las 8.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En los últimos seis años más de 60.000 personas han muerto en México como consecuencia de las acciones de narcotráfico y del combate que el gobierno lleva adelante contra los cárteles de la droga. Ahora, en medio de ese panorama, un grupo de legisladores de la capital viene preparando una iniciativa que ya ha generado un debate bien intenso.

El diputado del Distrito Federal (DF) por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Vidal Llerenas, acaba de anunciar que presentará el mes que viene ante el Congreso un proyecto para regular el consumo de marihuana en la capital de México.

¿Cómo encaja este proyecto en la política que a nivel nacional se viene siguiendo en esta materia? Vamos a conversarlo con Homero Fernández, periodista uruguayo residente en México, vinculado al diario Reforma, con quien hemos conversado otras veces.

¿Qué es lo que hoy establece la normativa mexicana a nivel nacional con respecto a la marihuana?

HOMERO FERNÁNDEZ:
Establece que la marihuana es autorizada para consumo personal, por ejemplo se puede portar cinco gramos de marihuana de acuerdo con la Ley General de Salud, también está despenalizado traer hasta 500 miligramos de cocaína, una pastilla de LCD, un kilogramo de peyote –que es un alucinógeno vegetal–, 250 gramos de hongos, 25 miligramos de heroína, en fin, hay un consumo mínimo. Esto se hizo porque evidentemente la actividad del narcomenudeo, como le llaman aquí a la venta de la droga a particulares, es un negocio absolutamente enorme. Se habla de que los consumidores de droga al año en el DF, en la Ciudad de México, invierten más de 100 millones de dólares en la compra de esas pequeñas dosis. Así que la legislación hizo una modificación a la Ley General de Salud hace poco más de un año.

EC – Y ahora, ¿qué es lo que se propone en el caso concreto del DF y en el caso concreto de estos legisladores del PRD?

HF – Aquí ha surgido una polémica porque, más allá de lo político y lo científico, ahora está la parte jurídica y la parte política. Como el DF es la población mayor de México y es donde usualmente se han hecho ciertas reformas sociales de carácter liberal, por llamarlo de alguna manera, como la ley de aborto o las bodas de parejas homosexuales, se vio como una posibilidad arrancar el debate en el DF para que allí hubiese otra normatividad con respecto a la venta de la marihuana. Lo que ocurre es que el DF, como bien lo dice su nombre, es una demarcación legal que está entre la autonomía de los estados y la dependencia del gobierno federal. ¿Qué quiere decir esto?, que en materia por ejemplo de drogas el poder legislativo del DF –por llamarle de alguna manera, porque tampoco es tal– no tiene facultades para poder modificar asuntos relativos al tráfico o venta de marihuana, a lo sumo en el caso de consumo personal.

Por lo tanto la iniciativa que tú comentabas del PRD, así como otras propuestas por exsecretarios de Estado de gobiernos como el de Vicente Fox o inclusive de Carlos Salinas de Gortari, no va a tener más efecto que abrir el debate, que plantear a nivel de la opinión pública y de ciertos foros la posibilidad de que se modifique la Ley de Salud y que se permita a los estados, en este caso al DF, poder legislar sobre este asunto.

EC – Lo que tú estás señalando es que es bastante discutible, por no decir imposible, que el DF pueda establecer su propia legislación en esta materia.

HF – Imposible si no se modifica la Ley de Salud, así quedó establecido en las últimas horas.

EC – Por lo tanto el valor que tiene esta iniciativa que estamos analizando hoy, decías tú, es la de abrir un debate sobre esta cuestión. ¿A partir de qué ideas, qué es lo que se está planteando?

HF – Un poco como lo que se discute en Uruguay, es decir, que existe un panorama real de consumo, que es un consumo que al fin y al cabo depende del individuo, y que las medidas que se han adoptado a nivel de combatir directamente al narcotráfico y llevarlo a un punto de delincuencia solamente han logrado más muertes, o llenar las cárceles de gente que de alguna forma ha sido sorprendida en la venta de dosis personales, o inclusive algunos que teniendo adicción han sido atrapados también con mayores dosis de las permitidas. Básicamente se trata de eso, de buscar otra solución que no sea el combate directo, militar o policíaco.

EC – Si entiendo bien, el razonamiento es parecido al que ha existido acá: en la medida que el consumo de marihuana concretamente está tolerado con esos márgenes que tú mencionabas, hay que resolver la contradicción que queda, porque si está permitido el consumo, ¿a quién le compra el consumidor?, termina comprándole al mercado ilegal. ¿Es es el punto crítico?

HF – Absolutamente, inclusive como modo de ilustración, hace pocos días en la prensa salió publicado un incidente de que encontraron a alguien vendiendo la droga, lo siguieron, se llegó hasta su casa, y ahí su madre era la encargada de distribuir la droga. Tenían más de 100 kilos de marihuana, e inclusive sale una foto donde hay una gran cartulina que dice: "Gran surtido", como si fuese exactamente el mercado, "mota morada: 10 pesos, mota candy: 15 pesos, mota con gusto a mango: 20 pesos". Eso estaba afuera de la casa.

EC – Entonces lo que se propone desde el PRD en el DF es una regulación por parte del Estado de la producción y comercialización de la marihuana, algo similar, decías, a lo que se está discutiendo en el Parlamento uruguayo.

HF – Absolutamente, incluso te puedo decir que la información de lo que está ocurriendo en Uruguay, ya sea a través de las declaraciones de [el presidente José] Mujica o de esta aprobación en la Cámara de Representantes, ha tenido repercusiones en la prensa aquí en México y ha sido noticia de primera plana. Estamos ante el mismo debate: por un lado los científicos o los reguladores, como la Comisión Nacional contra las Adicciones, que dicen: "no se puede permitir que la marihuana se legalice porque eso acarrearía un mayor consumo y perjuicios para la salud a nivel individual y también a nivel de costos nacionales".

EC – ¿La iniciativa está concentrada específicamente en la marihuana o abarca también otras drogas cuyo consumo está permitido en México?

HF – En principio la marihuana es la punta de lanza del debate. Al abrirse este debate en la Ciudad de México lo hace también en un estado colindante, que es donde está la ciudad de Cuernavaca, una ciudad de vacaciones para los defeños. El gobernador en este caso del estado de Morelos [Graco Ramírez] ha dicho que él está a favor de abrir ese debate para cambiar la legislación. Y te digo como complemento que en la Encuesta Nacional de Adicciones que se hace a nivel general en la población de todo el país las cifras del 2008 y del 2011 por ejemplo contrastan. En la Ciudad de México el consumo de marihuana en porcentaje en 2008 era en la población de 18 a 35 años del 2,4%, y tres años después, en 2011, para la misma franja etaria, es de 3,1%, es decir, aumentó 1,7% el consumo de marihuana solamente en la ciudad de México en tres años.

EC – Hablando de encuestas, según un sondeo que divulgó CNN esta semana el 49,6% de los mexicanos rechaza la eventual legalización de la marihuana. Teniendo en cuenta ese estado de la opinión pública y todas las dificultades de tipo jurídico que recién tú exponías, ¿qué es lo que cabe esperar a propósito de esta polémica que se está abriendo?

HF – Si me permites hacer futurología yo pienso que simplemente el debate a nivel político, en los congresos estatales, pero la decisión tendrá que ser una decisión tomada a nivel del gobierno central. Salvo que haya una iniciativa que se debata en el Congreso para modificar la Ley de Salud. Creo que es un debate que todavía tiene para mucho tiempo.

EC – ¿Y el presidente [Enrique] Peña Nieto ha dado alguna señal en torno a este asunto?

HF – Hasta el momento no, lo que ha dicho el gobierno desde el principio cuando asumió es que iba a cambiar de alguna manera la forma de encarar este combate que traía el presidente [Felipe] Calderón y que se iban a dedicar más al tema de la prevención y de la asistencia para la gente que está de alguna forma enganchada con la droga. Sin embargo a nivel nacional hay muchas críticas de que ese movimiento hacia la prevención y la asistencia todavía es muy pequeño.

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