Internacionales

La ONU pidió permiso al gobierno sirio para investigar el presunto ataque con armas químicas ocurrido en Damasco

Contacto con Susana Mangana, experta en asuntos árabes.


(emitido a las 8.42 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, le pidió permiso al gobierno sirio para que los inspectores de armas de la ONU que actualmente se encuentran en el país puedan investigar el supuesto ataque con armas químicas ocurrido esta semana en Gouta, un suburbio de Damasco, y en el que por los recuentos que hasta ahora circulan se sabe que han muerto más de 1.000 personas, muchas de ellas mujeres y niños.

Hoy la noticia más nueva dice que Rusia le pidió a la oposición siria que permita el acceso seguro de los técnicos de la ONU al lugar de este presunto ataque químico. El ministro ruso de exteriores Serguei Lavrov, y su homólogo estadounidense John Kerry, mostraron hoy en conversación telefónica "el interés común en que la misión de expertos de la ONU que está en el país, que había ido para investigar otros episodios anteriores, pueda realizar una investigación objetiva" de este ataque con armas químicas que dejó este número tan impresionante de víctimas. "Ahora es el turno a la oposición, que debe garantizar el acceso seguro de la misión al presunto lugar del incidente", agrega la nota difundida por la cartera rusa. Rusia es uno de los países que ha tenido mayores contemplaciones con el régimen de Bashar al Assad, incluso uno de los países que ha sido responsable de que las resoluciones en el Consejo de Seguridad terminaran licuándose y atenuándose. Lavrov aseguró, hablando con su colega norteamericano, que "nada más recibir la información la parte rusa instó al gobierno de Siria a cooperar con expertos de la ONU". Ahora, indican, se necesita también la colaboración de la oposición.

Estamos en diálogo con Susana Mangana, integrante de nuestras tertulias, experta en asuntos árabes.

Una primera pregunta a propósito de lo que ocurrió, de este ataque con armas químicas: ¿Tú has logrado sacar alguna conclusión sobre quién fue el responsable? Por ejemplo, si pensamos que fue el gobierno, ¿cómo se entiende que Bashar al Assad haya ordenado un ataque con armas químicas en este momento, justo cuando están en Siria inspectores de la ONU que van a investigar denuncias anteriores?

SUSANA MANGANA:
La comunidad internacional –que como tu bien decías antes, está licuada, está diluida, no sabemos ya quienes son, no puede alcanzar ni comprender– dice que no va a ser tan burdo el ataque, que estando allí en misión los inspectores de la ONU, justamente ahora vayan a lanzar un nuevo ataque. Esto parecería ser entonces como una especie de estrategia o de estratagema, de engaño, pero en cualquier caso lo primero es denunciar que el que está sufriendo y pagando con sus vidas es el pueblo, con un sufrimiento que ya es algo que nos debe abochornar a todos que esté ocurriendo el siglo XXI.

Por tanto por un lado genera estupor, sorpresa, pero por otro incertidumbre, el temor a equivocarnos y culpar a un bando o a otro cuando en realidad lo que hay que hacer es denunciar sin ambages, sin titubeos, las atrocidades que cometen y perpetran a diario ambos bandos.

EC – Un vocero del gobierno sirio, Bassam Abu Abdullah, consultado por la BBC, dijo que la zona fue escenario de un ataque con armas químicas, pero señaló que fue perpetrado por lo que llamó "un grupo terrorista", para evitar un operativo militar del ejército sirio. En cambio, los rebeldes sostienen que se trata de una ofensiva del régimen de Bashar al Assad.

SM – Lo que pasa es que hay denuncias de ida y vuelta, es una guerra de cifras, una propaganda de esta guerra, que ya uno no sabe a quién creer. El gobierno de Siria –igual que lo han hecho otros gobiernos en la región, no hace tanto tiempo sino escasas semanas– se empeña ahora en justificar su violencia contra civiles diciendo que lamentablemente son daños colaterales porque están en el mismo lugar donde se esconden o están agazapados los frentes terroristas. Es decir, critican directamente a la filial de Al Qaeda en Siria, Nusrah, que está integrada sobre todo por yihadistas, combatientes que prefieren morir para ver el rostro de Alá que darse cuenta de que están equivocados en su estrategia de violencia y de terror. También allí se suman los yihadistas, los guerreros santos, por así llamarlos, que de santos tienen poco, son seres deleznables, que vienen de Líbano, de Hezbolá concretamente, y también de la Guardia Republicana de Irán, los famosos Pasdaran.

EC – Pero, para entender, ¿Al Qaeda estaría operando del lado de la oposición siria, es así?

SM – Exactamente, del lado de una oposición que por ahora lo que está haciendo es unirse frente al enemigo, que es el Ejército comandado por la familia y el gobierno de los Assad, pero que después, si realmente llegasen a derrocar al régimen, sabemos de antemano que esa fragmentación, esa oposición de ideas, y el hecho de que muchos sean extranjeros en Siria, simplemente convertiría esa victoria en un nuevo campo de batalla o guerra de guerrillas como ya tuvimos en Afganistán si recuerdan bien.

EC – ¿Y Hezbolá de qué lado estaría?

SM – Hezbolá está del lado de los combatientes, de alguna manera está dividido su frente porque algunos están integrando ese frente de Al Qaeda y otros, se dijo en su momento, están apoyando al gobierno.

Mi opinión verdadera es que sabemos poco y nada en occidente de qué está ocurriendo sobre el terreno porque las noticias llegan muy sesgadas, muy filtradas también por los intereses de los países árabes que controlan también la escasa prensa que puede emitir una opinión que después es otra vez replicada en prensa occidental. Eso es lo que yo estoy percibiendo a través de la lectura de diarios en voz árabe y también de aquellos que emiten su voz en francés y en inglés pero que son de capital qatarí o saudí.

EC – Sí, agrego otro elemento para enredar más todo este panorama. Dos grupos de rebeldes sirios formados por Estados Unidos han accedido ya al sur del país para entablar combate con las tropas del régimen de Bashar al Assad según revela hoy el diario francés Le Figaro. Se trataría de disidentes entrenados durante los últimos meses en Jordania y que habrían cruzado la frontera probablemente con el apoyo de comandos jordanos e israelíes, dice este diario que no especifica cuáles son las fuentes militares que consulta.

SM – Exactamente, lo que no podemos creer es cada titular de prensa que viene, sí podemos analizar cuál ha sido la estrategia de la Casa Blanca, de Estados Unidos, desde el capítulo, por ejemplo, de Libia a ahora, ante los fracasos estrepitosos de Irak y Afganistán, que probaron ser un pantano para las tropas estadounidenses, pero también para esa coalición de otros países europeos que acompañaron la aventura iraquí de en aquel momento [el presidente estadounidense, George] Bush hijo. Lo que sí sabemos es que la estrategia es liderar desde atrás, es decir, no estar en el frente de batalla, no tener tanto riesgo para sus soldados, reducir el número de bajas y la financiación. Es menos costoso, evidentemente, entrenar a miembros de la oposición por ejemplo en territorio turco o jordano. Cabe decir eso porque son los países vecinos de Siria que se oponen al régimen de Bashar al Assad.

Esa estrategia de Estados Unidos no está dando sus frutos tampoco porque ahí tenemos el ejemplo de Libia, y eso es lo que está atenazando, amordazando a la Unión Europea (UE), que una vez más hay que lamentar que son 28 países pero realmente son muy pocos los que están tomando la batuta, la dirección, de esa UE que titubea a la hora de tener una política exterior común. ¿Quiénes son esos países? Francia, Reino Unido, Alemania, y ahí nos demuestran las debilidades de países como Italia, Grecia o España, que en algún momento asomaron la cabeza como economías emergentes, pujantes, pero que lamentablemente no tienen voz propia en este tipo de conflictos que amordazan a esa comunidad internacional. Mi pregunta es: ¿estamos realmente ante un mundo multipolar, como enseñamos a los jóvenes cuando damos clases de Relaciones Internacionales o Entorno Global de Negocios, como doy yo?, ¿o realmente estamos volviendo al mundo bipolar donde Estados Unidos y algunas cancillerías europeas están de un lado y deciden este tipo de conflictos –que ya no es un conflicto, es una guerra lisa y llanamente– con el bando soviético, en este caso simplemente con Rusia? Eso es lo que debemos preguntarnos, ¿qué tipo de comunidad internacional tenemos? La ineficacia de organizaciones no solo como la ONU, sino como la Liga de los Estados Árabes, la Organización de Conferencia Islámica, o la Unión Africana, que no resuelven nada cuando estos conflictos se perpetran en territorio africano o como ahora, en Oriente Medio.

EC – Ahora, el oyente puede estar preguntándose, el diagnóstico está bien, están incidiendo poco estos países, la comunidad internacional está mostrándose impotente, pero, ¿qué es lo que teóricamente podría hacerse?, ¿qué es lo que está faltando hacer?, ¿cómo se frena una masacre como la que está ocurriendo adentro de Siria?

SM – Pero es que no solo tenemos que pensar en el número de muertos y en si emplearon armas químicas o no, ¿acaso no era una atrocidad, no era ya un caos, no era algo que nos debería abochornar a todos como ciudadanos del siglo XXI? Uno tiene que aprender de los errores de la historia, ¿necesitamos que se repita una guerra como fue la Segunda Guerra Mundial?, ¿necesitamos tener nuevos campos de concentración al aire libre como son esos campamentos de refugiados en Turquía o en Jordania? ¿Qué tipo de servicios higiénicos tienen?, ¿tienen acceso al agua potable?, ¿cómo podemos imaginar siquiera un puente atestado de 6.000 personas que intentan cruzar a diario la frontera con Jordania?

EC – Viste este número que conoció ayer, ¿no? la cantidad de niños que se han refugiado en países vecinos a Siria, la cantidad de niños nada más, es de un millón.

SM – Claro, pero fíjate que hay bebés cruzando con esas familias y que no tienen las madres acceso a agua potable, ¿qué tipo de enfermedades van a empezar a aparecer? El Kurdistán iraquí, decía uno de mis alumnos jóvenes, bastante lúcido, "profe, hay que estar muy mal para irse a Irak, donde todavía hay atentados", y evidentemente que sí, llevaba razón. Cómo será el drama, la desesperación de estas familias que viendo que no hay un final, que se encuentran atrapadas entre dos juegos y a nadie le importa, dices, ¿cuál es la solución?

¿Y para qué tenemos esa horda de organismos multilaterales, diplomáticos viajando de un lado a otro, por otro lado?, ¿cómo puede ser que Estados Unidos, Rusia, no puedan llegar a un entendimiento sobre la necesidad de destituir a Bashar al Assad?, no digo de asesinarlo o complotar, pero sí de llevarlo ante un juicio. ¿Acaso no hay ya pruebas suficientes, sin que tengamos que saber si se emplearon armas químicas o no por parte de su Ejército para condenarlo por este genocidio?, ¿cuántos muertos más tiene que haber? A mí sinceramente me da vergüenza ajena, y Emiliano, perdona que esté un poco exaltada, pero es que me veo en la necesidad de explicar esto en las clases a diario, de alterar mi programa, pero además de que esto va a ser un caso de estudio de aquí a 30 años como hoy estudiamos la guerra de los misiles de Cuba del 62, por ejemplo. Eso quedó totalmente superado por este tipo de nuevas crisis donde la comunidad internacional mira como impertérrita, anestesiada, y nuestros líderes se llenan la boca hablando, en lo general en Europa, con declaraciones que son ambiguas, que son "vamos a instar a ambas partes a una reconciliación nacional y a un diálogo", ¿qué tipo de diálogo puede haber con personas que se están atacando con obuses, con metralleta, pero además con armas químicas?, o sea que esto es algo inaudito y debería despertar nuestra conciencia. Hace muy bien la cancillería uruguaya en emitir comunicados cada vez que este tipo de situaciones se desbordan, porque de lo contrario parece que no nos importa el sufrimiento humano y estamos repitiendo estas tragedias humanas.

EC – Gracias por acompañarnos esta mañana con estos apuntes desde la perplejidad y, ¿a la espera de qué?

SM – Y a la espera de que realmente se sienten, porque por estas horas los únicos que pueden aparentemente decidir el futuro de Siria son Rusia y Estados Unidos, acompañado por los tres enanos de siempre, por llamarlos de alguna manera. Y me enoja especialmente, como sabes, por ser también europea, tenemos que darnos cuenta de que no es todo comerciar, no es todo integración cultural, sino que realmente hay situaciones que son dramáticas. Esos rostros de esos niños, esa pobreza que se ve, pero sobre todo la falta de esperanza en sus ojos, nos debería movilizar a todos.

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