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Francia llevará al Consejo de Seguridad de la ONU la propuesta rusa de que Siria ponga sus armas químicas bajo control internacional

Contacto con Rafael Mandressi, corresponsal de En Perspectiva en Francia.


(emitido a las 7.50 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, anunció hoy que Francia llevará al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) una propuesta de resolución para que Siria ponga sus armas químicas bajo control internacional y acepte su desmantelamiento bajo los auspicios de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas. Según dijo el canciller francés, Siria deberá poner negro sobre blanco el tamaño de su programa químico así como castigar a los responsables de los ataques del pasado día 21 de agosto, en los que Francia afirma que murieron 281 personas.

En una rueda de prensa esta mañana, hora uruguaya, en París, Fabius afirmó que la resolución va a castigar de forma extremadamente seria al régimen de Damasco si éste decide ignorar las condiciones impuestas por la ONU.

Vamos a conversar con nuestro corresponsal en Francia, Rafael Mandressi.

Lo primero que quiero consultarte es a propósito de la posición que ha sostenido el Gobierno de Francia encabezado por el presidente François Hollande en las últimas semanas. Creo que llamó la atención en todas partes que Francia y Hollande se descolgaran como el primer apoyo que obtuvo [Barack] Obama en su pretensión de atacar militarmente al régimen de Damasco, ¿cómo fue esto?, ¿podía esperarse del presidente socialista?

RAFAEL MANDRESSI:
En realidad fue al revés, el primero que anunció intenciones de atacar, de dar una respuesta militar al caso sirio fue Hollande y luego Obama. Por supuesto que sin los Estados Unidos –fue dicho no con el nombre de Estados Unidos sino haciendo referencia a una alianza o una coalición– Francia no lo podía hacer y no lo iba a hacer, no se trataba de que fuera sola. Pero digamos que estuvo desde el comienzo en punta en esta materia y es una decisión estrictamente personal del presidente francés en la medida en que el sistema institucional francés le otorga prerrogativas extraordinariamente amplias en esta materia.

EC – Con más razón entonces la pregunta, ¿podía esperarse una postura así de Hollande?

RM – Antes de ser electo presidente tal vez no, después un poco más y desde la intervención en Malí no es del todo sorprendente por dos razones. Una que es un cálculo un poco cínico: la reacción en Malí le dio buenos resultados en términos de popularidad dentro de Francia. La segunda es que desde un punto de vista estrictamente ideológico Hollande pertenece más bien a lo que en materia de doctrina de relaciones internacionales se conoce como idealistas, lo cual atraviesa izquierdas y derechas, socialdemócratas y conservadores. De hecho idealista era George Bush hijo –su política, en todo caso, no sé si él personalmente–. Es decir que está más de ese lado que en una postura que podría considerarse como, también según las categorías más aceptadas, realista. De modo que no es del todo sorprendente.

Lo que sí le trajo aparejado un cierto costo político es que, más allá de la precedencia de uno o de otro en la declaración de las intenciones respecto de Siria, se acusó al presidente francés, dentro de Francia por lo menos, de un cierto seguidismo respecto de las decisiones en Estados Unidos.

EC – ¿Cómo está el tema en la opinión pública francesa, cómo ha caído entre los franceses esta actitud del Gobierno?, ¿cómo se está atendiendo o no esta cuestión en los debates entre la gente?

RM – Es un tema de los más importantes, por lo menos en cuanto a la cobertura de los medios. Lo que dan los sondeos de opinión es una mayoría bastante amplia de franceses que son contarios a la intervención. Los número varían según los institutos de sondeos, pero dan entre 55% y dos tercios de los franceses en contra de la intervención. Por supuesto que las opiniones varían en función de si es una intervención que cuente o no con la intervención de la ONU, lo cual por el momento no estaba planteado, también en función de si es Francia sola, con lo cual la mayoría en contra es aún más alta. Pero en fin, globalmente la posición que ha mantenido el presidente francés no goza de un respaldo en la opinión pública por el momento, por lo menos, mayoritario. Y digo la decisión del presidente y no el Gobierno porque en esto el Gobierno ni pincha ni corta, es una decisión estrictamente personal del presidente con sus ministro más allegados en estos asuntos, como Fabius, el ministro de Relaciones Exteriores, y el ministro de Defensa.

EC – ¿Cómo se observa entonces ahora este paso, este nuevo liderazgo que Francia juega en estas horas, cuando acaba de anunciar en esta conferencia de prensa que va a ser el país que lleve al Consejo de Seguridad la propuesta rusa divulgada ayer para que Siria ponga su armamento químico bajo control de la comunidad internacional? Todos hemos visto cómo cambió el asunto en el día de ayer, las vueltas que tuvo, y cómo a partir de lo que en principio fue un comentario sin mayores intenciones del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en Londres, Rusia aprovechó la volada y terminó generando esta iniciativa. Ahora es Francia quien a su vez da un paso muy rápido y se pone al frente, llevando el asunto al Consejo de Seguridad.

RM – Sí, en realidad los rusos le hicieron un enorme favor a Francia en este asunto porque le permite zafar de una posición muy incómoda que era la de estar a la espera de lo que decidiera el Congreso de Estados Unidos. De modo que por ese lado la reacción francesa muy rápida también traduce el alerta permanente frente a cualquier acontecimiento que le permitiera recuperar una iniciativa que estaba entre paréntesis hasta tanto no se diera el voto en Washington.

Por otro lado, lo que permite esto también es devolverle en cierta medida a los rusos lo que los rusos han estado bloqueando, la actitud de bloqueo de los rusos durante un cierto tiempo, porque al retomar los puntos y llevarlos a una declaración que se somete al Consejo de Seguridad lo pone entre la espada y la pared, lo pone en la casi obligación de votarla. Con un elemento que es muy importante: la declaración se va a presentar bajo el capítulo VII, lo cual quiere decir sencillamente que va a tener como uno de sus elementos la autorización para recurrir al uso de la fuerza en caso de que Siria no cumpla con las condiciones que están establecidas allí.

EC – Allí te pido una precisión. Este punto, la posibilidad de que efectivamente exista un ataque si Siria no cumple con esta nueva propuesta, ¿venía en el paquete lanzado ayer por Rusia?, ¿de dónde salió, cómo se ha redactado esta moción?

RM – En el paquete ruso hasta donde yo sé no estaba. De hecho hay varias cosas en la declaración que no estaban, porque lo que hace este proyecto, que en estos momentos deben estar corrigiéndole las últimas comas, es retomar la propuesta rusa y agregar algunas cosas. Por ejemplo la obligación de llevar a los responsables del ataque con armas químicas del 21 de agosto frente a alguna instancia penal internacional, alguna corte penal internacional, eso no estaba en la posición rusa. En fin, hay algunos elementos que están añadidos a los dos principales que contenía la proposición inicial, a saber: la aceptación por parte de Rusia del control internacional del arsenal químico y su destrucción posterior.

La posibilidad de recurrir al uso de la fuerza viene dada por el marco en que esta declaración se va a presentar. Alguien como Gonzalo Pérez del Castillo va a explicar esto seguramente con mucha mayor pertinencia que yo, pero de acuerdo a lo que he podido ver, ese famoso capítulo VII lo que hace precisamente es autorizar el uso de la fuerza en caso del no cumplimiento de las condiciones que establezca una declaración aprobada en esos términos. Lo cual es ahora un problema para los rusos, salvo que uno adhiera a la teoría del complot y piense que todo esto estaba negociado de antemano ya con los rusos.

EC – Todo puede ser, ¿no?

RM – Sí, son especulaciones que no han tardado mucho en correr por acá por lo menos.

EC – Para terminar, en esta primera consideración, porque todo esto está muy fresco y muy cambiante. ¿Qué ambiente se puede palpar hoy por lo menos en los medios de comunicación franceses? No digo entre la gente, es muy temprano para tener esa otra medición, pero, ¿qué se dice en los medios, la posibilidad del ataque militar contra Siria se ha diluido, ya estamos cambiando, vamos a otro escenario?

RM – Sí, eso es muy claro, lo que aparece es que la posibilidad del ataque tal como estaba planteado con la inminencia de días ha quedado por el momento en el congelador. Lo que se puede traducir más allá de los datos meramente informativos en el tono general de las cosas es, en primer lugar, satisfacción por el hecho de contar de nuevo con un margen de maniobra, y alivio en la medida en que a muy poca gente le gustaba la perspectiva de una intervención militar con consecuencias muy inciertas.

EC – También es cierto, y lo acotan varios oyentes con sus mensajes, que en estos últimos días se había ido generando en distintas partes del mundo una presión muy fuerte en contra de la solución bélica y en búsqueda de una solución política, que no es fácil, pero que sin duda iba a ser menos dañina, sobre todo para los sirios.

RM – Sí, por supuesto, yo creo que a esa situación general responde la sensación de alivio que uno podía ver incluso en las declaraciones del ministro de esta mañana. El clima general hacía cada vez más complicado lanzarse sin más a una aventura militar y lo que ocurrió en las últimas 24 horas es que la discusión del tema sirio vuelve a estar fundamentalmente, por lo menos por un tiempo, enmarcada en términos diplomáticos.

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