Cómo ven los refugiados sirios en territorio turco las idas y vueltas de la comunidad internacional sobre el conflicto
Contacto con Ana Jerozolimski, corresponsal de En Perspectiva en Medio Oriente, desde Turquía.
(emitido a las 9.20 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Siria y la posibilidad de un ataque militar han estado como principal preocupación de todos en estos últimos días. Pero por lo visto ahora los vientos han cambiado. Esa alternativa, la de un ataque que venía impulsando Estados Unidos desde ayer se ha ido licuando.
En una corrección significativa del tono bélico empleado en los últimos días [el presidente estadounidense] Barack Obama declaró ayer que está dispuesto a considerar seriamente la propuesta de Rusia surgida accidentalmente, en una jornada que algunos califican como de "caos diplomático", para que Siria ponga bajo control de la comunidad internacional su arsenal químico a cambio de que Estados Unidos renuncie a atacar ese país. Como primera consecuencia de este repentino cambio de posición, el Senado de Estados Unidos aplazó la votación que tenía previsto celebrar este miércoles sobre la autorización del ataque. Aunque el presidente estadounidense añadió que para que esa iniciativa pueda tener éxito es preciso mantener la actual presión militar, sus palabras parecían ir bastante más lejos del escepticismo con el que la idea había sido inicialmente recibida ayer, en horas de la mañana en Uruguay, en Washington.
En declaraciones a seis diferentes canales de la televisión estadounidense Obama comentó que sigue adelante con su plan de dirigirse hoy a la nación y de solicitar al Congreso autorización para una limitada intervención militar en Siria, pero por primera vez desde el comienzo de esta crisis admitió la posibilidad de una solución negociada. "Si podemos hacerlo sin recurrir al uso de la fuerza, yo lo prefiero", dijo el presidente en una de las entrevistas de ayer, la que concedió a CNN.
De todos modos advirtió que la propuesta rusa no será fácil de concretar y adelantó que uno de los problemas será el de "cómo vamos a estar seguros de que podemos verificar que Siria en efecto ha entregado todo su arsenal militar".
Ese es el contexto, lo que ha cambiado en las últimas horas, pero mientras tanto la parte humana de este drama, ¿cómo sigue? Nuestra corresponsal en Medio Oriente, Ana Jerozolimski, está desde ayer recorriendo la frontera entre Turquía y Siria, sobre todo para conocer cómo están allí los miles y miles de refugiados sirios que se han ido desplazando en los últimos meses.
Tuvimos ayer ya tu primera crónica, Ana.
Vamos a ubicarnos, hablamos de la frontera entre Siria y Turquía, es la frontera norte de Siria, al este la frontera es con Irak, al sur con Jordania, al oeste con Líbano. La frontera con Turquía es bien larga, ¿cómo se la vive desde el lado turco?
ANA JEROZOLIMSKI:
Me encuentro en este momento en uno de los puntos más cercanos a la frontera, es medio surrealista el paisaje porque estoy en el centro de recuperación "Queridos sirios", donde reciben tratamiento fisioterapéutico, enfrente tengo un paisaje hermoso, las montañas, y me dicen aquí estos jóvenes con los que he estado hablando que eso es Siria, o sea, a 200 metros de donde estoy en este instante veo montes que son de Siria y del otro lado hay aldeas habitadas, y también hay guerra. He visto completamente la localidad de Reyhanli, una de las ciudades sobre la frontera entre Turquía y Siria.
Y para trazar un hilo entre el tema político que mencionaste al comienzo y el humano al que nos dirigíamos, un ejemplo de una conversación hace un rato. Yo estaba entrevistando a un chico de 20 años, Mohamad se llama, que era miembro del Ejército de Siria Libre, una fuerza armada de oposición al régimen de Bashar al Assad compuesta más que nada por soldados del Ejército sirio que desertaron a raíz de la situación. Él estaba estudiando leyes, no era parte del Ejército, pero cuando vio que varios de sus amigos morían baleados en protestas que él sostiene que al principio eran pacíficas y no violentas, decidió que tenía que hacer algo. Dejó los estudios, se sumó al Ejército de Siria Libre y en uno de los enfrentamientos fue baleado cerca de la columna vertebral. Está ahora en silla de ruedas, no pierde la sonrisa, es optimista respecto a su futuro. Es una cuestión de enfoque, la dimensión humana de cada uno. Estaba hablando con él y me comentaba sobre esta propuesta rusa de ayer, alrededor nuestro estaban su familia, el fisioterapeuta al que tuve la suerte de entrevistar en español porque trabajó cinco años en Alicante, y la siria circasiana que te cité ayer, que está en Turquía hace 10 meses. Alrededor había diferentes personas que escuchaban la entrevista, y cuando yo mencioné lo de la propuesta rusa, eso de que el arsenal químico de Al Assad sea puesto bajo control internacional, varios de los que nos rodeaban hicieron un gesto como diciendo "es una broma, por favor, le van a creer algo a Bashar al Assad, de eso no va a salir nada". Es un ejemplo de la combinación entre la política y lo que siente aquí la gente que se ve afectada por esta realidad.
EC ¿Sigue llegando gente, el movimiento en la frontera se mantiene, están ingresando todavía sirios que buscan refugio del lado turco?
AJ Sí, sin duda, no lo dudo. Vine aquí para entrevistar en un centro de refugiados, es un edificio propiedad de un sirio que vive en Arabia Saudita que puso a un turco local como director para que esté presente en este centro de recuperación. Ayer, poco antes de salir En Perspectiva y poco después de nuestra conversación, estuve del otro lado de la frontera por donde podemos decir sinceramente que los caminos están abiertos, paramos el coche con el cual estábamos viajando con el chofer turco y la siria circasiana como traductora porque veíamos, ya no en las montañas, en la parte de la planicie, a escasos 100 metros de donde estábamos que venían, el chofer turco decía: "Están viniendo, en estos momentos están entrando". Una pareja con bolsas sobre la espalda estaba llegando de Siria y a lo largo de esa parte de la frontera en dos o tres oportunidades paré porque me di cuenta de que lo que había ahí era una familia de refugiados que acababan de entrar, recién llegados. No como los que están hace meses sin hacer nada, ni trabajar ni nada, sino que estaban entrando buscando la forma de ubicarse en algún lado con los bolsos, con los niños llevando bolsas en un estado terrible. El chofer turco me decía: "Como yo tengo acá cultivos de olivos, de tomates, de algodón, vengo mucho acá y todos los días hay cientos de sirios que entran". Yo no vi cientos, he estado en un punto a lo largo de algunas horas y no se trata de una cifra oficial, pero él reiteraba que todos los días entran grandes cantidades. El hecho es que la medida no son solo los campamentos de refugiados como yo comentaba ayer, sino también los que están en la zona de la frontera, en diferentes localidades a lo largo de la extensa frontera entre Turquía y Siria.
EC Para terminar, una respuesta breve a esta pregunta: ¿también están entrando a Turquía en este momento personas que temen el ataque militar por ejemplo de Estados Unidos o de otros países?, ¿ese es otro motivo para escapar?
AJ No me parece, en lo que yo he recabado. Aunque a todos les pregunto sobre el ataque se van por la situación en la que están viviendo en su país, cuando sienten ya que es un peligro concreto, pero eso no quita que el ataque sea un tema. Se van por la situación en Siria cuando tienen la oportunidad de salir, no porque piensen que sea inminente el ataque. En general hay críticas al mundo en general, no solo a Estados Unidos, porque no ha hecho nada hasta ahora, esa es una frase que repiten mucho, aunque también hay opiniones diversas acerca del ataque.
Una de estas familias que vi ayer cuando me acerqué una mujer de la familia que después resultó que tenía 25 años y era la hermana de un exsoldado del Ejército de Siria Libre con el que vino también aquí con todos los hijos, los primos, toda la familia, tratando de ser respetuosa, cautelosa, "me permite que le saque una foto", ella enseguida me dijo: "saca lo que quieras", y cuando le pregunté de Estados Unidos me dijo: "que lo maten, que lo maten ya, que así no podemos seguir", evidentemente se refería a Al Assad. Por otro lado en el centro de refugiados que está en Reyhanli un joven sirio me decía: "Ahora ya no tiene sentido el ataque, tendrían que haberlo hecho hace tiempo, tendrían que haberlo atacado a Bashar al Assad, pero ahora él con tanta espera se reorganizó, sacó sus tropas, sacó las armas químicas de donde las tenía bien guardadas y colocó las posiciones estratégicas cerca de los civiles y por lo tanto ahora pueden correr riesgo también los civiles. Tendrían que haberse acordado de atacarlo antes, cuando no se podía preparar".
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