Italia después de la liberación de las cooperadoras
Desde Roma, Mario Lubetkin
(Emitido a las 08.28)
EMILIANO COTELO:
Las dos cooperantes italianas liberadas ayer martes en Irak después de tres semanas de secuestro, llegaron ayer por la noche a Roma. Simona Torreta y Simona Pari fueron recibidas por el primer ministro Silvio Berlusconi, también por sus familiares, en medio de escenas de verdadero júbilo.
"Estamos bien y nos han tratado con respeto", dijeron a su llegada a Roma.
Simona Pari y Simona Torreta aterrizaron hacia las 23 y 15, hora local, en el aeropuerto de Giampino, donde se dieron cita, además de Berlusconi, su vicepresidente Gianfranco Fini, el alcalde de Roma Walter Beltroni y líderes de la oposición como Francesco Rutelli.
Estamos hablando de las dos jóvenes de 29 años integrantes de la organización Puente a Bagdad, una ONG contraria a la guerra de Irak. Saludaron a sus allegados a bordo del Falkon 20 de la Cruz Roja Internacional que las trasladó a Roma, del que descendieron sonrientes y aparentemente relajadas, antes de caminar hacia la terminal tomadas de la mano.
Ataviadas con un vestido blanco hasta los pies, "las dos Simonas", como se las conoce en Italia, posaron con amabilidad para los fotógrafos y pronunciaron palabras tranquilizadoras. "Estamos bien y nos han tratado con respeto", insistieron en sus declaraciones.
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Vamos a dialogar con Mario Lubetkin, periodista uruguayo director general de la agencia Interpress Service, en Roma. Italia siguió muy de cerca el secuestro de las dos Simonas, ¿no?
MARIO LUBETKIN:
Sí. Te diría que una fase en crecimiento después del secuestro, por múltiples razones. Primero porque no se entendía quién lo hizo, por qué se hizo, había demasiadas claves contradictorias, incluso solamente siguiendo el desarrollo de toda esta nueva industria del secuestro que se aceleró en forma notable en los últimos seis meses en todo Irak. En los últimos días la tensión era muy grande.
EC - ¿La gente, la sociedad estaba realmente conmovida, era tema de conversación habitual?
ML - Los medios de comunicación lo trataban con mucha fuerza. Quiero destacar dos elementos. Primero, que es la primera vez, después de años de choque entre el gobierno de derecha y la oposición de centroizquierda, que se ponen de acuerdo en algo, y este algo fue tratar con mucho cuidado el tema del secuestro y decidir pasos conjuntos sobre cómo había que movilizarse; incluso dieron señales en clave política interna.
Segundo, las dos secuestradas, las dos Simonas, no eran favorables al gobierno de Berlusconi, no fueron enviadas dentro del proyecto sustentado por la cooperación oficial italiana sino que representaban a una ONG claramente opositora y pacifista, que no se llama "Un puente hacia Bagdad", sino "Un puente hacia...", porque está en otras zonas del mundo y vive con el financiamiento de la gente, con la suscripción popular. Las jóvenes estaban desarrollando una acción de trabajo a nivel de reconstrucción de escuelas, de generar serenidad a los niños afectados, a los huérfanos, etcétera, por lo tanto impactó notablemente la razón, fue como tocar al ciudadano mismo. Por eso las escenas de felicidad que se sienten hoy son realmente impactantes.
EC - Supongo que las escenas de la llegada de las dos Simonas al aeropuerto de Roma fueron seguidas por televisión en directo, que hubo trasmisiones especiales a esos efectos...
ML - Hubo muchas directas y muchos momentos emblemáticos. La directa cuando Berlusconi hace el anuncio por televisión, la directa cuando el presidente Ciampi hace una valoración, la directa cuando el presidente de la Cámara de Diputados, que en ese momento era un parlamentario opositor, lo anuncia y todo el Parlamento se pone de pie para aplaudir, de todas las bancadas, lo que mostraba emblemáticamente el estado de ánimo que había con respecto a esto.
Pero se ve hoy en los reportes de los periodistas, que dicen: "Finalmente una buena noticia", "Este es un gran día para Italia". Te cuento una anécdota: ayer jugaban Roma-Real Madrid y cortaron la trasmisión directa de la previa del partido para anunciar esto y hubo expresiones de júbilo por parte de los propios jugadores de la Roma, que incluso quisieron salir al Bernabeu con un cartel especial expresando su felicidad por el acontecimiento; algo que después la UEFA prohibió. Imagínate de qué niveles estamos hablando.
EC - Pasada esa efusividad, ese alivio en la sociedad italiana por el destino de estas dos jóvenes, ¿qué ha logrado pasarse en limpio? ¿Quiénes secuestraron a las dos Simonas?, ¿cómo se resolvió el secuestro?
ML - Creo que hay que dejar pasar unos días para tratar de entenderlo. Pero empiezan a aparecer algunas señales con mucha claridad. En los primeros diez días realmente no se sabía quién las había secuestrado; se sabía que era un grupo muy bien organizado, un comando muy bien organizado, muy profesional, con un jefe, autos potentes, muy bien vestidos, con códigos militares. Fueron los mismos que secuestraron a los dos estadounidenses que mataron y al inglés cuya vida corre riesgo, y que en cualquier momento se puede terminar de definir hacia un lado o hacia el otro.
Era un cambio de calidad en la forma de los secuestros del último período, era claramente otra cosa, pero nunca se terminó de entender qué significaba. Esto agregado al hecho de que continuamente, de muchos sitios que tienen relación con la guerrilla, con la resistencia o con terroristas en Irak empezaban a llegar señales muy contradictorias de qué estaba pasando con las dos Simonas.
Empezó a haber luz la semana pasada y eso a nivel público empezó a surgir cuando un diario kuwaití pasó a ser el puente de diálogo entre los secuestradores y los negociadores de esto. Porque efectivamente hay que sacar la conclusión de que esto fue una negociación; todavía falta conocer los detalles de esa negociación.
EC - ¿Qué se reclamaba inicialmente?
ML - Nunca estuvo claro, porque públicamente todos los mensajes que llegaban vía Internet se demostraban falsos, por lo tanto esa parte nunca estuvo clara. Ni estaba claro si ellas y los dos iraquíes -recordemos que eran cuatro, dos jóvenes italianas y dos jóvenes iraquíes que trabajaban con ellas en la gestión social de estas escuelas- habían sido secuestrados por uno de estos nuevos grupos de la industria del secuestro para hacer fondos o por un grupo claramente político.
Las versiones que tenemos al día de hoy son las siguientes. Primero, que en los últimos días hubo claramente una negociación entre el gobierno italiano, los servicios secretos y este grupo, con la participación del gobierno provisorio de Irak. Segundo, que se pagó una cifra muy importante; algunos hablan de un millón de dólares o mucho más. Tercero, aparentemente en esto también habría participado el gobierno provisorio encabezado por Allawi, que le habría dado a este grupo de secuestradores la seguridad de un futuro protagonismo en la política. En otras palabras: si esto es así, estamos hablando de grupos políticos organizados del partido Baas, el partido en parte desmembrado, en parte reorganizado, del ex presidente Sadam Hussein.
EC - Tú remarcabas que todo el espectro político italiano se unió en el manejo de esta crisis.
ML - Sí. Fue un hecho notable, incluso líderes considerados radicales en este país, que han crecido mucho en su votación en el último período, como el líder del grupo Refundación Comunista, Fausto Bertinotti, que siempre fue uno de los más duros con el gobierno, dijo una frase muy emblemática: "Primero las liberamos y después seguimos discutiendo sobre la paz y la guerra". Así fueron consecuentes todos los líderes políticos de un bando y otro. Quedó remarcado sobre todo porque el nivel de enfrentamiento entre el polo de centroderecha y el de centroizquierda en los últimos tres años ha sido extremadamente duro.
EC - Después de liberadas las dos Simonas, después de pasado lo más dramático de este caso, la permanencia de las tropas italianas en Irak, ¿está siendo revisada?
ML - No, para nada; es una de las posiciones de principio de este gobierno. No olvidemos que este gobierno, tras la caída de Aznar, dejando la alianza estratégica que Bush tiene con el primer ministro británico Blair, es el más cercano a sustentar las posiciones del gobierno Bush. Aparte se ha tratado de posicionar de esta forma, por tanto es el tercero en línea detrás de los británicos en el respaldo al gobierno Bush. En ningún momento se ha hablado del retiro de tropas ni estuvo en hipótesis tal variante, absolutamente.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón