Internacionales

El presidente José Mujica dará su discurso esta tarde en la Asamblea General de la ONU con varios temas en su lista

Contacto con Gonzalo Sobral desde Nueva York, enviado especial de El Espectador en el viaje del presidente José Mujica a Estados Unidos.


(emitido a las 7.49 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Estamos en diálogo con Gonzalo Sobral desde Nueva York, el enviado especial de El Espectador en el viaje del presidente José Mujica.

Vamos en dos partes a la charla contigo. Empecemos por un repaso y algo de análisis a propósito de la agenda de ayer del presidente José Mujica, sobre la cual tú fuiste informando a lo largo del día aquí en El Espectador. ¿Por dónde empezamos?

GONZALO SOBRAL:
Comenzamos por la primera reunión de la mañana con el magnate de origen húngaro George Soros, que duró 45 minutos en la oficina de la delegación uruguaya ante Naciones Unidas (ONU). Charla de la cual los dos salieron muy conformes, básicamente Soros quería interiorizarse un poco más del proceso de la ley de legalización de marihuana. Recuerden que a través de una de sus fundaciones, la Open Society, Soros ha apoyado esta iniciativa en Uruguay, de hecho financió un pedazo muy grande de una campaña televisiva que con referentes del mundo artístico, social y político se vio en Uruguay hace algunos meses. Él quiso interiorizarse respecto a esto, de hecho él tenía una información cruzada respecto a lo que pasaba con las internaciones compulsivas, no sabía que eso no tenía nada que ver con la ley y que eran casos que pasaban por la órbita del Ministerio de Salud Pública de momento y demás. Pero entendía que Uruguay es un buen "laboratorio" para el mundo y que este tipo de iniciativas son las que pueden sacar adelante al mundo de las drogas. Él decía que la lucha contra el narcotráfico hay que darla también en este campo, que cree que este es el campo más importante.

EC – ¿Estuvo sobre la mesa la posibilidad de que Soros, vía Monsanto, termine participando del mercado nuevo de marihuana legal?

GS – No, eso no estuvo sobre la mesa y el presidente Mujica lo había aclarado en la conversación que habíamos mantenido en el avión. Él entiende que Uruguay, vía el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), tiene que hacer investigaciones respecto a qué tipo de plantas se puede plantar en nuestro país, por lo tanto Mujica habría descartado de plano la semilla de Monsanto. Eso ayer no estuvo sobre la mesa.

EC – La Open Society, que es una de las organizaciones apoyadas o impulsadas por Soros, ofreció apoyo para programas educativos en Uruguay que tengan el objetivo de combatir el consumo de drogas y otras adicciones, ese fue otro de los temas.

GS – Sí, ese también fue otro de los temas. Son ese tipo de charlas que aquí comienzan y que después hay responsables dentro del Gobierno que tendrán que continuar con eso. De hecho el presidente de la Junta Nacional de Drogas, el prosecretario de la Presidencia Diego Cánepa, ayer terminada esa reunión fue a la tarde a reuniones particulares dentro de Open Society.

EC – Por otro lado el presidente Mujica se reunió con su colega de Colombia, Juan Manuel Santos.

GS – Sí, en una reunión que tuvo lugar en la residencia del embajador colombiano aquí en la ciudad de Nueva York. Se extendió por unos 40 minutos y tuvo una importante cobertura, no solo de prensa uruguaya y colombiana, sino de prensa internacional, si repasas los grandes diarios hoy la mayoría reparan en esta reunión. Ese encuentro tiene que ver con la pacificación de Colombia, que enfrenta por lo menos dos frentes diferentes a nivel de pacificación si hablamos de guerrilla. Por un lado está el enfrentamiento con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), histórico grupo nacido ya hace casi 60 años, de extracción original del viejo Partido Liberal, posterior al Bogotazo, y que en un momento llegó a dominar una porción importantísima del territorio colombiano. Esas negociaciones ya llevan su tiempo, el garante a nivel internacional es el Estado noruego. Uruguay en los últimos meses participó, de manera lateral, con el viaje de Mujica a Cuba hace unos meses, al aniversario de la toma del cuartel Moncada, donde se reunió con referentes de las FARC, y hubo algún tipo de contacto más. Pero es un contacto lateral, de alguna manera Mujica personalmente apoya el proceso de paz pero Uruguay ahí no se ofrece como garante.

Hay un segundo frente de guerra civil que es el del Ejército de Liberación Nacional, que nació más recientemente, tiene que ver con un movimiento del gobierno de hace décadas de armar a campesinos para que se enfrentaran con la guerrilla y que finalmente se termina convirtiendo en un grupo guerrillero que también combate al gobierno. Con este, conocido como el ELN, es que Mujica se ofrece para poder mediar, le hace su oferta al presidente Santos, le ofrece Montevideo como sede y Uruguay como país garante de esas conversaciones. Cuando salieron los dos presidentes y conversaron con los periodistas que allí estábamos Mujica explicó esta situación, dice que a él le duele muchísimo –ya nos lo había explicado en el viaje en el avión– que la guerra civil más antigua de occidente se produzca en nuestro continente y que realmente nadie está pendiente de ella, como que miramos para el costado y eso está pasando allí. El presidente Santos agradeció la oferta de Mujica, dijo que él personalmente la acepta pero que esto tiene dos partes, los que están en conflicto: por un lado el Estado y por otro el ELN, por lo cual sostiene que sería el ELN quien a partir de esta oferta del presidente Mujica debería decidir si la acepta y si acepta a Uruguay como país garante en este sentido.

Un dato importante que hay que tener en cuenta es que Santos está en período preelectoral entonces el presidente Mujica decía que hay que ser cuidadoso con los períodos porque a veces los tiempos apremian para poder encontrar soluciones. Y está en período preelectoral con unas chances muy altas de ser reelecto, y por primera vez en muchas décadas pasaría que un presidente en Colombia podría ser reelecto sin que en el medio hubiera una reforma constitucional. Entonces por allí también hay factores políticos que juegan en el entorno de estas conversaciones de paz.

EC – Hubo otras reuniones ayer, estuvo con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, participó en la noche en esa recepción que ofreció el presidente Barack Obama a los jefes de las delegaciones de los países que participan en la Asamblea General de la ONU, y podríamos seguir, porque estuvo muy movido el día.

GS – Sí, estuvo realmente movido, esas fueron las últimas actividades que el presidente realizó durante la jornada de ayer. Para el caso, las dos absolutamente protocolares, de hecho la reunión con Ban Ki-moon se extendió por unos pocos minutos y ni siquiera podía acceder la prensa, solamente se tomaron registros fotográficos. Igual hoy al mediodía después de la primera parte de oratoria hay un almuerzo y en la mesa de Ban Ki-moon va a estar sentado el presidente Mujica.

Hoy comienza a las 9.00 la parte oratoria de la Asamblea General de la ONU, hablan los presidentes durante 15 minutos, hay un corte a las 13.00 en el que se va a realizar ese almuerzo, y continúa en la tarde, que es cuando le toca hablar al presidente Mujica. Brasil es quien históricamente comienza estas deliberaciones y Dilma Rousseff prometió y reconfirmó que va a hablar del tema del espionaje estadounidense y quien le sigue en la lista de oradores, también históricamente, es Estados Unidos, que Obama prometió que va a hablar del tema de Siria, pero quizás le termine contestando algo a Dilma Rousseff. A partir de ahí los países están en el orden en el cual se fueron anotando, a Uruguay le tocó el número 13.

EC – ¿Y de qué va a hablar Mujica? Algo ya hemos anticipado, pero quizás ayer has podido obtener más datos.

GS – Él sigue reiterando lo mismo, sigue con su listita de apuntes porque no quiere olvidarse de nada. Va a hablar sobre el tema del espionaje, la situación en Cuba y en Colombia; sobre el tema de la marihuana, el consumo, la reforma de la ONU... Va a ser todo un ejercicio, seguramente lo vamos a estar escuchando en directo por Espectador.com, porque de acuerdo a los retrasos que pueden producirse en la tarde esto sería entre las 17.00 y las 18.00 de Montevideo. Allí veremos cómo hace para colocar en esos 15 minutos, puede haber alguno más pero no muchos, la cantidad de temas que el presidente Mujica pretendía.

EC – Hablando de las actividades de las últimas horas, en particular de la participación de Mujica en esta recepción ofrecida por el presidente Obama anoche a las delegaciones. Se especulaba con la posibilidad de que en esa ocasión hubiera por lo menos un primer encuentro entre Mujica y la presidenta argentina, Cristina Fernández, por este asunto pendiente con la planta de UPM en Fray Bentos, el pedido de aumento de la producción, ¿supiste algo al respecto?

GS – No. De eso se habló ayer durante toda la tarde, nos cruzábamos llamados y mensajes de texto periodistas uruguayos y argentinos presentes aquí en Nueva York, porque ellos tenían el dato de que la reunión se iba a producir. De hecho Cristina Fernández llegó en la jornada de ayer pero hoy en cuanto habla en la ONU se vuelve, entonces la especulación era que la reunión iba a ser ayer sí o sí, que podía ser en la instancia de la cena, que quizás pudiera ser antes. Finalmente de esa reunión no se ha sabido nada. Sí ayer Cristina Fernández se reunió con Dilma Rousseff, y después habló con la prensa argentina. Dijo que daba su apoyo a Dilma en el reclamo de espionaje y agregó: "porque de última nos han estado espiando a todos".

EC – Otros apuntes a propósito de la jornada de ayer, ¿dónde almorzó el presidente Mujica?

GS – El presidente Mujica ayer tuvo un almuerzo absolutamente protocolar porque tenía que ver con una reunión preparada por el presidente Obama con una fundación de asistencia civil que él maneja. Además eso se produjo en el medio de un movimiento que después lo llevó al presidente Mujica a reunirse con un grupo de sindicalistas estadounidenses. Cuando alguien piensa en sindicatos estadounidenses piensa en corporaciones que tienen edificios muy grandes en Washington y no, en este caso eran sindicatos básicamente de trabajadores de servicios hispanos residentes en la ciudad de Nueva York, por lo cual se dio allí un diálogo bastante particular entre ellos.

EC – Y por otra parte, ¿tuvo tiempo para tomar aire, caminar, dio alguna vuelta?

GS – Sí, eso fue el domingo de noche y la verdad que se puede titular como lo hizo Espectador.com: Mujica fue un éxito en Broadway. Recuerden que el viaje comenzó en la madrugada del domingo, el presidente Mujica llegó a la ciudad de Nueva York más o menos 13 horas después, con una escala de 40 minutos en Panamá, con poco trajinar, lo único que había hecho en el avión cuando se paró fue venir a conversar con los periodistas. Con lo cual después de descansar, como le indica siempre su doctora que es lo necesario para el presidente, se le planteó la posibilidad de saludar a los funcionarios de la delegación uruguaya frente a la ONU y después salir a recorrer un poco la ciudad. Ahí él dijo de ir hasta Broadway que por lo menos iba a ver gente. De hecho había miles de personas allí, eso fue sobre las 22.00. Lo insólito que sucedió fue que las pocas cuadras que pudieron caminar básicamente Mujica era reconocido por argentinos que se arrimaban y lo saludaban, argentinos no que estaban de paseo sino que residen aquí y que fundamentalmente le pedían para sacarse fotos con él. Entonces a partir de esos apuntes es que por ahí estaba el título de Espectador.com ayer que decía que el presidente Mujica fue un éxito en Broadway.

***