Fin de una era

Luego de 20 años en la escena política, Silvio Berlusconi fue expulsado del Parlamento italiano

Contacto con Mario Lubetkin, corresponsal de En Perspectiva en Roma, sobre este episodio que marcará la vida política de Silvio Berlusconi y de Italia.

(emitido a las 8.43 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Esta semana el Parlamento italiano le dijo arrivederci a Silvio Berlusconi. Después de 20 años ubicado en la primera línea de la política de su país, el ex primer ministro ya no será senador de la República ni podrá volver a serlo en los próximos seis años.

La expulsión llegó este miércoles con la aplicación de una norma anticorrupción conocida como Ley Severino que veta la presencia en el Parlamento de personas condenadas a más de dos años de cárcel. Hasta ahora "Il Cavaliere"; había sido enjuiciado en una treintena de ocasiones, pero siempre había logrado salir absuelto. El caso que lo hizo caer es conocido como el caso Mediaset, por el que fue condenado a cuatro años de prisión por fraude fiscal, prisión que no deberá pasar entre rejas.

El miércoles, mientras la cámara alta definía su situación, Berlusconi se rodeaba de sus seguidores y sentenciaba que aquel era un día de luto para Italia.

"Con esta sentencia, que grita venganza ante Dios y los hombres, parte del Senado ha abierto un procedimiento para mi expulsión. Para llevarme a esta votación que se está llevando a cabo han dado un golpe de Estado a la ley", decía Berlusconi.

"Hoy es un día de luto para la ley, para el derecho y para la democracia. Sabemos bien que ninguno de nosotros puede estar tranquilo sobre sus derechos, sus bienes, su libertad. No creo que con esto hayan vencido definitivamente la partida de la democracia y la libertad. Nosotros no nos retiraremos a ningún convento: estamos aquí, estáis aquí, estaremos aquí", advertía Berlusconi.

¿Se terminó una época en la política italiana?, ¿es el final de Berlusconi? Charlaremos de estos temas con Mario Lubetkin, director general de la agencia Inter Press Service, colaborador de En Perspectiva en Roma.

¿Cómo se llegó a esta situación límite?

MARIO LUBETKIN:
Ha sido la suma de juicios que Berlusconi fue teniendo a lo largo de este período de la cual no pudo salir y no pudo resolver el juicio que tenía sobre fraude fiscal. Más allá de que en este momento él tiene otra serie de juicios abiertos, el más grave es el de tener relaciones con menores de edad.

EC – ¿Pero cuáles son las particularidades del caso Mediaset, el que hace caer a Berlusconi?

ML – Este caso tiene que ver con sus empresas de televisión, de la cual él era el responsable desde el punto de vista jurídico, y los mecanismos que esa empresa hacía como para lograr evasiones fiscales de todo tipo, sobre todo en relación a la distribución de películas extranjeras. Este es un largo proceso que empezó hace muchísimos años y culminó después de tres fases, concluyendo en su condena. Los otros juicios que tiene no son de aspectos fiscales sino de relaciones con menores, de compra de votos para la caída del gobierno previo… en fin, es una larga lista de variantes que la Justicia sigue adelante a pesar de este juicio y condena.

EC – ¿Cuáles son los efectos de esta expulsión sobre Berlusconi?, para empezar pierde la inmunidad y por lo tanto, ¿qué puede ocurrirle en esos otros expedientes judiciales que están abiertos?

ML – Él no puede ser detenido porque tiene más de 70 años y existen mecanismos de ley por los cuales una parte de la condena es suspendida y el resto, que es de un año, lo tiene que hacer en prisión domiciliaria o en trabajos sociales. Él optaría por los trabajos sociales, pero es un tema que se va a saber dentro de unos meses.

Además quería señalar lo siguiente: lo que pasó el otro día en el Parlamento fue una decisión de carácter político, pero de cualquier manera él hubiera perdido sus derechos políticos una vez que la Justicia hubiera fallado definitivamente, y le hubiera impedido aplicarlos de cualquier manera. O sea, el Parlamento se adelantó a lo que la Justicia va a fallar dentro de unas semanas, que es la imposibilidad de un parlamentario procesado de seguir en el Parlamento. Lo que pasó el otro día es algo simbólico, es el cierre de una fase de 20 años y el inicio de otra que tiene muchos signos de interrogación acerca de cómo va a ser.

EC – ¿Qué pasa con la salida de Berlusconi del Senado en cuanto a su incidencia en el funcionamiento del actual gobierno?

ML – El impacto político se dio un poco más allá de lo esperado. Primero, durante el proceso de salvataje desesperado que él trató de hacer en el último período -con frases como "golpe de Estado";, que tenían las peculiaridades de la caída de un gran emperador- se encontró en una situación por la cual su partido se fraccionó en dos partes y se creó un nuevo grupo político que se llama Nuevo Centroderecha, que está en una posición no de enfrentamiento al gobierno sino de coparticipando con él. Esto es importante porque Berlusconi pensaba que tenía como su gran instrumento en defensa en la fase final de este proceso el hecho de que él determinaba la caída o no del Gobierno. Al dividirse su partido político de centro derecha el ya perdió la incidencia porque los parlamentarios que se retiraron, que son unos de 30 en cada una de las cámaras, pueden darle los votos necesarios al gobierno de [Enrico] Letta para que se mantenga. Por lo tanto Berlusconi se debilitó notablemente en todo este proceso de caída.

El presidente [Giorgio] Napolitano anunció ayer la necesidad de que haya una nueva votación de confianza al Gobierno tras la salida del grupo de Berlusconi, que será la próxima semana, y es un capítulo importante para entender sin Berlusconi cuán fuerte es el Gobierno para llevar adelante las gestiones como se lo plantea hasta finales del 2014, cuando termine la presidencia italiana de la Unión Europea e inmediatamente después se pase al proceso electoral.

Por lo tanto hay un efecto, que será la próxima semana cuando se vote nuevamente si el Gobierno tiene los números suficientes como para seguir gobernando. Los números teóricos están todos y la incidencia de Berlusconi desde ese punto de vista es muy menor.

EC – Dice Berlusconi: "Nosotros no nos retiraremos a cualquier convento", o sea, su expulsión del Parlamento no significa que se retire de la actividad política, ¿qué cabe esperar?

ML – Esa es una de las grandes intrigas del futuro, la centroderecha aquí tiene una base de votación que supera el 30%, la centroizquierda tiene otro tanto. El punto es quién va a liderar la centroderecha en el próximo período, porque una de las grandes fuerzas que tenía Berlusconi, si bien se decía que no era un buen gobernante, nadie ponía en discusión que era un gran marketinero de la política y que tenía una fuerza extraordinaria cuando se trataba de campañas electorales. Pero el hecho de que no va a poder encabezar las próximas -sobre todo las elecciones europeas que son dentro de un año y las próximas elecciones políticas- pone en cuestión quién va a ser el líder de la centroderecha para el futuro. Eso es clave para entender cómo va a ser el posicionamiento de la centroderecha en la cual Berlusconi se moverá de atrás, pero no tendrá la fuerza y la incidencia del ciudadano que vota a Berlusconi al Parlamento.

EC – De todos modos estará de por medio el poderío económico de Berlusconi, el dinero que él puede poner en juego, y el sistema de medios de comunicación que controla, ¿no?, canales de televisión, diarios, revistas, editoriales.

ML – Correcto, pero centralizados sobre su figura, no sobre la de otro. La gran pregunta es si él va a tener la capacidad de trasladar todo su poder a otra figura que todavía no se sabe cuál es, porque su delfín, Angelino Alfano, el actual ministro del Interior, fue el que lideró la división con él y creó este otro grupo de centroderecha. Alfano es el que apuesta que ante la ausencia de Berlusconi y ante el vacío de líderes de centro derecha sea él quien ocupe en pocos meses el espacio para ser el nuevo líder de la centroderecha. Si él hace eso va a tener un enfrentamiento muy grande con Berlusconi y por lo tanto hay que entender qué va a surgir en estos próximos meses del liderazgo de la centroderecha en este país. O sea, hay un cambio de calidad sustancial, hay un cuestionamiento del Gobierno que se resuelve en los próximos días, pero sobre todo hay un gran tema de liderazgo de los equilibrios políticos de este país que solo se sabrá en los próximos meses y que hoy es un gran signo de interrogación.

EC – ¿Se terminó una época en la política italiana?

ML – De eso no hay duda. La pregunta es qué nueva época se está abriendo.

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