A los 95 años falleció Nelson Mandela, símbolo de la reconciliación y padre de la nación sudafricana
Contacto con Salim Fayad, periodista colombiano residente en Sudáfrica. Colaborador de En Perspectiva.
(emitido a las 7.50 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Es difícil encontrar una personalidad que despierte a lo largo y ancho del mundo una admiración casi total, como la que logró concitar Nelson Mandela.
Ganador del premio Nobel de la Paz, primer presidente de la Sudáfrica democrática, el símbolo máximo de la lucha contra el apartheid; pero también esa figura gigante que después de 27 años en prisión le tendió la mano a quienes lo habían oprimido y los sumó a una transición política histórica que supo liderar seduciendo y comprendiendo a todos.
"Quedará por siempre como una mancha indeleble en la historia de la humanidad el mero hecho de que el crimen del apartheid tuviera lugar. Quedará por siempre como una acusación y un desafío a todos los hombres y mujeres de conciencia el hecho de que tardáramos tanto tiempo en ponernos en pie para decir 'Ya basta'".
Así hablaba Mandela sobre el régimen que logró derrotar en la reunión especial contra el apartheid de las Naciones Unidas realizada en 1990, poco después de que él recobrara la libertad.
Su muerte, ocurrida ayer, no fue algo inesperado; estaba muy viejito, hacía varios meses que se encontraba seriamente enfermo. Sin embargo, todo el mundo se conmovió cuando se divulgó la novedad. Sobre todo y en primer lugar se conmovió Sudáfrica, ese país por cuya democracia Mandela luchó por más de seis décadas y donde ha representado -e incluso hoy sigue representando- la esperanza para millones de personas.
¿Cómo vive Sudáfrica las horas posteriores a la muerte de Mandela? Vamos a conversar con Salim Fayad, periodista colombiano que vive en Sudáfrica y a quien encontramos esta mañana, casi mediodía en la ciudad de Johannesburgo.
SALIM FAYAD:
Es un día triste. Aquí en Sudáfrica, Johannesburgo, hay una atmósfera realmente conmovedora, por decir lo menos, después del anuncio que se hizo anoche sobre la muerte del ex mandatario Nelson Mandela.
EC Â Yo mencionaba la noticia de la muerte de Mandela. De algún modo era algo que se aguardaba desde el mes de junio, por lo menos. Ahora que ocurrió, ¿cómo has visto las reacciones de la gente?
SF Â Sí, es cierto, él estuvo hospitalizado desde el 6 de junio, estuvo casi tres meses en una clínica en Pretoria, luego fue trasladado a su casa donde también permaneció en cuidados intensivos. Aunque cada semana había reportes -una frase que ya era trillada aquí- el anuncio oficial era que estaba crítico pero estable, sin dejar muy claro lo que eso significaba. Sin embargo la noticia anoche nos tomó a todos por sorpresa. De hecho había algunos medios escépticos que no se atrevieron a ir hasta la casa de Mandela sino hasta última hora porque creyeron que iba a ser simplemente otro anuncio rutinario. Pero desde antes que el anuncio fuera oficial por Twitter empezaron a circular rumores de que había muerto. A pesar de que era una noche fría, a las 23.00 empezaron a llegar varios cientos de personas frente a la casa de Nelson Mandela. Y cuando el presidente, Jacob Zuma, hizo el anuncio a las 23.30 el silencio fue absoluto. Durante varios minutos no se escuchó ni el viento soplar, había cientos de personas, decenas de medios de comunicación, cientos de policías también y no se escuchó nada; la gente estaba en shock por completo, muy emocionada. Hasta que empezaron a llegar familias y vecinos con velas, flores, familias que se notaba que estaban durmiendo y salieron de sus camas, empezaron a llegar hasta que eventualmente hubo una multitud de más de mil personas. No solo estaban llorando, fue interesante ver que la reacción era como de celebración, de celebrar la vida y la obra de Mandela, de agradecerle a quien llaman el padre de la nación. El ambiente se volvió casi festivo: banderas, cantos revolucionarios, el himno sudafricano; todo esto ya era como un ambiente de celebración por su obra.
EC Â Interesante lo que estás contando, me lleva a preguntarte si eso es lo habitual, ¿cómo es la cultura de la muerte en Sudáfrica, cómo es un velatorio, un entierro?, ¿hay este tipo de expresiones que nos estás contando o esto es una excepción?
SF Â Es una excepción en la medida en que había más celebración que lágrimas. Cuando muere alguien acá la gente está muy triste. Pero por lo general todas las celebraciones están también permeadas por la cultura del canto, del baile, mujeres que ululan, que baten las palmas, todo es muy rítmico pero va siempre acompañando un llanto. En el caso de Nelson Mandela las canciones que se cantaban no eran fúnebres, tristes, sino que recordaban la lucha contra el apartheid, eran canciones que estimulaban la lucha revolucionaria, la igualdad racial y social. Eran canciones muy estimulantes, en ese sentido era excepcional lo que se vivía anoche en la casa de Nelson Mandela.
EC Â ¿Eran solo negros quienes estaban frente a la casa de Mandela?, ¿quiénes están homenajeando hoy a Nelson Mandela?
SF Â No, en lo absoluto, toda la nación llora; Nelson Mandela es un ícono de la nación sudafricana más allá de ideologías políticas, de cuestiones y diferencias raciales y sociales. Aunque Mandela fue siempre un miembro del Congreso Nacional Africano, actual partido de Gobierno, para todos los partidos políticos Mandela es un símbolo de reconciliación y es el padre de la nación. No solo para negros, también para los blancos, los mestizos, personas de descendencia india -que hay muchísimas acá-, también para inmigrantes europeos y también para inmigrantes de otros países de África. Johannesburgo tiene una población muy grande de migrantes de diferentes países y anoche frene a la casa de Nelson Mandela estuve hablando con personas del Congo, Etiopía, Nigeria, Camerún, todos con velas, cantando, aunque no fuera su lucha la que ellos vivieron, reconocen a Mandela como un líder panafricano, no solamente sudafricano.
EC Â ¿Cuán integrada está la sociedad sudafricana hoy?
SF Â Hay muchas críticas al respecto, la sociedad aún está muy dividida, sobre todo en términos económicos. Asumo que la pregunta tiene que ver con la integración racial, es cierto que ya no hay leyes de segregación, sin embargo desmontar la estructura que el apartheid construyó sistemáticamente durante 50 años es muy difícil. Antes por ley había un barrio donde solo vivían negros y otro a cinco kilómetros donde solo vivían blancos; esa ley ya no existe, pero las estructuras se mantienen porque la gente que vivía en el barrio de negros aún carece de servicios público y de oportunidades para trabajar y los blancos siguen disfrutando de los mismos privilegios que tenían antes de que cayera el apartheid. Así que la integración ha sido muy lenta, la verdad sea dicha, y a nivel económico las desigualdades son enormes. Desde hace años que Sudáfrica es el país más desigual del mundo junto con Brasil y eso tiene muchas complicaciones. De hechos es una de las críticas que se le hace a Mandela -es un líder y un ícono de reconciliación pero no es un santo tampoco y no está exento de críticas- es que gracias a su obra se logró la igualdad racial en términos legales y políticos, tanto que el Gobierno actual es negro, pero la desigualdad económica se ha mantenido exactamente igual a como estaba durante la época del apartheid.
EC Â Y del otro lado, los blancos, que antes eran los dominadores, ¿hoy se sienten cómodos dominados por la mayoría negra?
SF Â Sí, claro que hay minorías que opinan lo contrario, hay grupos de ultra derecha que todavía dicen que se están preparando militarmente para un eventual genocidio blanco; pero estos son rumores infundados. También hubo algunos miembros de la prensa internacional que empezaron a reportar que cuando muriera Nelson Mandela el país se sumiría en una guerra civil. Esto no es cierto. Y con respecto a tu pregunta, el hecho de que el Gobierno actual sea negro es -incluso para los blancos- un paso a favor de la igualdad y el desarrollo social.
EC Â Es mediodía en Sudáfrica, las 12.01, ¿dónde te encontramos en este instante? ¿Qué estás haciendo?, ¿Cuáles son las principales expectativas en este momento?
SF Â En este momento estoy en Johannesburgo, muy cerca de la casa de Nelson Mandela, dirigiéndome para allá nuevamente. No solo frente a su casa sino también en otros puntos simbólicos se está reuniendo mucha gente, como el barrio de Soweto donde era su casa cuando él era perseguido por la justicia. Estoy recorriendo un poco la ciudad, donde se está reuniendo la gente.
Sobre las expectativas actuales, la gente está muy conmovida, todavía algo confundida. Aunque Nelson Mandela no estaba en la vida pública desde el 2004 su presencia era un símbolo muy poderoso de reunión. Ahora se está esperando que el Gobierno sudafricano indique cuál va a ser la logística para su velación y su eventual entierro. Se ha dicho que en este momento el presidente Jacob Zuma está reunido con la cúpula del Congreso Nacional Africano, el partido de Gobierno, para decidir cuál será esa logística; y se ha dicho también que en los próximos diez días el cuerpo de Nelson Mandela será velado en cámara ardiente en la ciudad de Pretoria, la sede del Gobierno, y luego se le rendirá un homenaje a gran escala en el estadio de FNB, un estadio muy importante en Johannesburgo. Su entierro se hará en la ciudad de Qunu, donde Mandela creció y donde pidió ser enterrado.
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Foto: EFE