(emitido a las 7.52 Hs.)

EMILIANO COTELO:
La capilla ardiente de Nelson Mandela abrió hoy por tercer y último día en la sede del Gobierno en Pretoria, donde los ciudadanos tendrán la última oportunidad de despedirse de él antes de su traslado a Qunu, la aldea del sureste de Sudáfrica donde será sepultado.

Como en los días anteriores el cortejo fúnebre volvió a trasladar los restos de Mandela desde el Hospital Militar de Pretoria hasta el edificio de los Union Buildings, como se conoce a la sede del Ejecutivo. Estuvo escoltado por una guardia motorizada.

Muchos ciudadanos, que ya formaban colas kilométricas a primera hora de la mañana, saludaron con júbilo el paso del cortejo fúnebre que ya llegó a la sede del Gobierno sobre las 8.00 hora local.

Como cada día desde el miércoles, la primera jornada de velatorio, el nieto del ex presidente Mandla Mandela escoltó el féretro de su abuelo durante todo el trayecto. No en vano: de acuerdo con la tradición de la rama thembu del pueblo Xhosa, al que pertenece Mandela, un hombre adulto de la familia debe acompañar el cuerpo hasta el entierro.

Una banda militar volvió a interpretar el himno nacional poco antes de que llegara el coche fúnebre a la sede del Gobierno. A continuación varios militares trasladaron el ataúd hasta depositarlo en el altar erigido en el centro del patio de los Union Buildings. Después de que las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia presentaron sus respetos ante el féretro de Mandela, comenzó el desfile de ciudadanos que en profundo silencio y a paso rápido dieron un sentido adiós a su héroe nacional. El público tendrá hoy la última oportunidad para despedirse del ícono de la lucha contra el apartheid, será hasta las 17.30 hora local. Las autoridades en Pretoria estimaron en más de 20.000 las personas que lograron acceder a la capilla ardiente durante la jornada de ayer y para hoy esperan una afluencia todavía mayor.

Los restos de Mandela van a ser trasladados mañana a la aldea de Qunu donde el ex presidente pasó su infancia y donde, según manifestó, quería ser enterrado.

A una semana del fallecimiento de Nelson Mandela nos trasladamos hasta Pretoria para saludar al embajador de la República Oriental del Uruguay en Sudáfrica, Daniel Castillos.

Usted hace poco tiempo que está en Sudáfrica y le toca encontrarse nada menos que con este acontecimiento para la vida de ese país. ¿Cuáles han sido sus impresiones en estos días?

DANIEL CASTILLOS:
Yo llegué aquí a principios del mes de julio como nuevo embajador en la República en Sudáfrica y la verdad que -como usted muy bien señalaba- estamos viviendo un acontecimiento de esos que deja huella y que marcan la trayectoria existencial de cualquier persona. Es un privilegio estar aquí en estos momentos y ver la manifestación de sentido homenaje, de dolor pero con alegría y reconocimiento del pueblo sudafricano y del mundo en general a una figura realmente icónica como fue la del ex presidente Mandela.

EC – ¿Cómo es el ambiente por estas horas en Pretoria si miramos a la gente?

DC – Por más esperado que era este desenlace que se preveía que iba a suceder, por el muy delicado estado de salud estos últimos meses del ex presidente Mandela, debo decir que la población todavía está bajo estado de shock por la pérdida del que consideran el padre fundador de la nueva democracia y de la nueva república sudafricana. Hay un sentimiento que se percibe de profundo respeto, de sentida congoja y a la vez se podría decir hasta casi de cierta orfandad, pero a la vez también de un gran agradecimiento a su lucha, a todo lo que él hizo por la reconciliación y por la libertad y la construcción de la democracia en Sudáfrica, que lo convirtieron en un referente que indudablemente trasciende las fronteras del país y que así fue y es reconocido internacionalmente.

EC – ¿Y cómo es esa mezcla de dolor y alegría de la que todos hablan?

DC – El pueblo sudafricano tiene una forma de celebrar y homenajear la partida de sus seres queridos muy musical, muy colorida, no es una tradición como la cristiana o como la nuestra, que es más de recogimiento. Ustedes recordarán que cuando el presidente [Jacob] Zuma anunció el fallecimiento de Mandela había en las afueras de la residencia del ex presidente en Johannesburgo una cantidad de jóvenes, muchos de ellos cantando, con velas. Creo que la mejor imagen del legado de Mandela fue ver a esa multitud de jóvenes blancos y negros juntos honrando y celebrando la vida. Yo me quedo con muchas de las frases del discurso en el estadio Soccer City del presidente [estadounidense], Barack Obama, cuando mencionó en un momento que estamos celebrando una vida heroica, y creo que ese es el sentimiento que uno percibe aquí por las calles de todo el país.

ROMINA ANDRIOLI:
¿En qué tipo de actos conmemorativos ha participado usted y la delegación uruguaya por estos días?

DC – La primera actividad importante fue lo que aquí llamaron el memorial, el funeral oficial que se realizó en el estadio Soccer City, donde se jugó la final de la copa del mundo del 2010, con la presencia de una nutrida representación de las más altas autoridades de distintos países. Había más de 50 jefes de Estado y mandatarios, reyes, príncipes, primeros ministros; y también otras autoridades: cancilleres, viceministros, como fue nuestro caso. Estuvimos presentes acompañando al subsecretario de Industria, Energía y Minería, Edgardo Ortuño, que vino como representante especial del presidente para esa actividad del martes. A partir del miércoles en los edificios del Union Building, la sede del Poder Ejecutivo aquí en Pretoria, se abrió la capilla ardiente con los restos de Mandela; estuvimos con el subsecretario Ortuño en la línea de saludo preparada para todos los altos dignatarios extranjeros para presentar los respetos y los honores de rigor ante el féretro de Mandela. Después hubo un almuerzo ofrecido por el presidente de la República de Sudáfrica, Jacob Zuma, en la sede de la cancillería a todas las autoridades presentes; allí con el subsecretario Ortuño pudimos presentarle personalmente los respetos y las condolencias del presidente [José] Mujica y del Gobierno uruguayo. Y en el día de ayer también estuvo participando en la capilla ardiente el canciller Luis Almagro -vino especialmente a esa actividad- que también tuvo oportunidad de saludar personalmente al nieto de Mandela, Mandla Mandela, que estaba custodiando, como indica la tradición tribal, el féretro de su abuelo.

Han sido días muy intensos, como se imaginará, con grandes organizaciones logísticas porque ha sido un reto para las autoridades sudafricanas poder acoger durante una semana a un número muy importante de mandatarios y dignatarios extranjeros para estos distintos actos que concluyen el próximo domingo con el funeral.

RA – ¿Usted participará de esos actos?

DC – Sí, en Qunu. Va a ser una ceremonia más de carácter tribal siguiendo las tradiciones de la tribu a la que pertenecía Mandela, más de carácter familiar. Ahí no se prevé que haya participación, salvo algunos casos muy puntales, de mandatarios extranjeros, sino más bien de la familia y miembros de la tribu de origen de Mandela.

RA – Para terminar, ¿cómo es la relación bilateral entre ambos países hoy en día?

DC – Estamos en un excelente nivel, hay un muy buen diálogo político con el Gobierno de Sudáfrica, una visión compartida y muchos puntos en común en los principales temas de la agenda internacional. Hay un flujo de intercambio comercial importante, estamos trabajando para tratar de profundizarlo y diversificarlo tratando de explorar posibilidades para otros productos, incluso también para la atracción de inversiones sudafricanas a nuestro país. Y una línea de trabajo en la cual estamos apostando mucho es intensificar la cooperación en una perspectiva sur-sur, no solamente a nivel bilateral sino pensando en alguna posibilidad de colaboración entre Uruguay y Sudáfrica para prestar cooperación en terceros países.

EC – ¿En qué se traduciría esa cooperación sur-sur?

DC – Estamos explorando. Sudáfrica tiene en el ámbito de la producción minera un desarrollo muy importante con empresas muy grandes y además con un desarrollo de las capacidades institucionales en el Gobierno sudafricano muy importante para la gestión y el manejo de proyectos. Estamos trabajando -así como se ha hecho con algún otro país como Australia- para intercambiar cooperación pensando en el sector de la minería. Hay otros sectores, por ejemplo en lo que se refiere a la cooperación a nivel de Gobiernos municipales, no a nivel nacional, en la cual hemos detectado algunas áreas en las cuales Uruguay puede proporcionar know how y asistencia a Pretoria en todo lo referido a políticas de descentralización, de saneamiento y en materia de transporte. Hemos encontrado una muy buena respuesta.

En lo que se refiere a algunos proyectos que podemos trabajar en conjunto está pensado sobre todo en temas vinculados a tratamientos de agua, potabilización y demás, en países del entorno, algunos de los cuales están en situaciones de conflicto, como puede ser el caso de la Republica Democrática del Congo donde nosotros tenemos un importante número de tropas en la operación a cargo de las Naciones Unidas y Sudáfrica también tiene una presencia importante. Estamos explorando esas distintas posibilidades.

RA – Usted comentaba recién la posibilidad de que se concreten inversiones de Sudáfrica en nuestro país, ¿por dónde pueden pasar las posibilidades en ese sentido?

DC – Yo identificaría dos rubros fundamentales, como lo mencionaba anteriormente, por el lado de los proyectos vinculados al sector minero y también en materia de agro industrias. Sudáfrica es un país productor de alimentos como Uruguay y ahí puede haber un potencial de asociación entre empresas uruguayas y sudafricanas con un potencial más que interesante, sobre todo pensando en utilizar Sudáfrica como plataforma de inserción en los países del cono sur africano.

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Foto: EFE