Rusia

Uruguayos se destacaron en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014

Los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi no contaron con participación deportiva uruguaya. Sin embargo, algunos uruguayos formaron parte del despliegue artístico que tuvo lugar el domingo en la ceremonia de clausura. Hugo Gargiulo, escenógrafo principal del espectáculo, y Facundo Ponce de León, de la productora Mueca Films, encargada de documentar ese proceso creativo, fueron los representantes "olímpicos" uruguayos en Rusia. En Perspectiva conversó con ambos a propósito de esta experiencia, cómo dieron con la organización de Sochi y lo que supuso para ellos trabajar allí. Entre varias impresiones, Gargiulo aseguró que "es tanta la adrenalina" por el gran acontecimiento que después "es difícil entender la real dimensión de lo que uno hizo".

(emitido a las 8.52. hs.)

EMILIANO COTELO:
En Uruguay no nieva. Seguramente esa sea una de las razones que explican la ausencia de atletas de nuestro país en los Juegos Olímpicos de Invierno que acaban de terminar en la ciudad de Sochi, en Rusia. Sin embargo, los uruguayos estuvimos representados allí por una delegación bastante particular: nuestros "artistas olímpicos" de invierno.

Este domingo millones de televidentes alrededor del mundo pudimos disfrutar la ceremonia de clausura de este evento multideportivo. Un megaespectáculo que tuvo lugar en el flamante Fisht Olympic Stadium, que duró más de dos horas, que contó con la participación de más de 25.000 artistas, técnicos y voluntarios, que requirió 10.000 disfraces y 45.000 elementos escenográficos creados especialmente para la ocasión.

Detrás de la creación y producción de esta puesta en escena estuvo la Compagnia Finzi Pasca, que acá conocemos bien por varias de sus obras, la más reciente "La veritá", y que tiene a varios uruguayos en su equipo. Entre ellos, nada menos que quien ofició de escenógrafo principal en esta oportunidad, Hugo Gargiulo.

Pero Hugo no fue el único compatriota en Sochi. También se encontraba una productora uruguaya, la Mueca Films, de los hermanos Juan y Facundo Ponce de León, que estuvo registrando el espectáculo y el trabajo de la Compagnia para un documental sobre la figura de Finzi Pasca.

En representación de la Mueca Films, tenemos en el teléfono a Facundo Ponce de León.

¿Cómo se presenta Sochi en estas horas?

FACUNDO PONCE DE LEÓN:
Curiosamente la temperatura es bien templada, casi primaveral. En este momento estoy paseando entre las carpas de los ensayos, tengo apenas una remera y una campera. Y Sochi amaneció un poco más vacía, ahora que se viene la apertura de los Paralímpicos, que es el próximo 7 de marzo, se fue bastante gente. Acá en la villa hay un poco menos movimiento que en los últimos cuatro, cinco días antes de la clausura, que era verdaderamente una locura de gente.

Después del día de pausa ayer, estamos empezando a poner todas las baterías en la apertura de los Juegos Paralímpicos de Invierno. Estamos acá desde el 12 de enero, después de haber trabajado para la clausura de los Juegos Olímpicos, que fue el pasado domingo.

EC - ¿Cuántos uruguayos en total formaron parte del espectáculo del domingo?

FP de L - Hugo Gargiulo fue el escenográfo principal de toda la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, junto con Daniele y […] fueron las tres figuras de la compañía Finzi Pasca que estuvieron coordinando toda la ceremonia. Después estaba Chiqui Barbé, que también es uruguaya, que estuvo en todo el segmento de circo, que fue un momento de la clausura, y un poco también en la organización y en la logística de los movimientos de la compañía acá en Sochi. Y después Nacho Echeverría, mi hermano Juan y yo, que éramos los encargados de documentar, de espiar todo lo que estaba pasando.

Es un espionaje particular, porque de hecho muy pocas veces se dan estos permisos y a muchas de las miles de personas que trabajaban acá les costaba mucho ver que alguien estuviese filmando lo que generalmente no se filma. De hecho, hasta el domingo a las 20 horas era completamente confidencial cualquier cosa que tuviera relación con la ceremonia de clausura.

EC - ¿Aparte de la transmisión televisiva oficial generada por la propia organización de los Juegos Olímpicos de Invierno, estaban ustedes realizando este otro trabajo, ocupándose del backstage, de cómo se armaba y cómo se vivía esa clausura, pero por fuera de lo que el público veía?

FP de L - Efectivamente, en el clásico backstage o detrás de escena del día de la ceremonia, pero sobre todo de la preparación para llegar a la ceremonia. Para que se hagan una idea, acá hay tres o cuatro carpas, cada una del tamaño más o menos de una cancha de fútbol, ahí se ensayan todas las coreografías, se montan todos los elementos escenográficos. En todo ese proceso también estuvimos registrando lo que estaba pasando.

EC - A partir de lo que estuviste siguiendo con este equipo de cámaras, ¿cuál es el balance? ¿Cómo se sienten después de haber pasado por esta prueba gigantesca, seguramente agotadora? ¿Quedaron conformes?

FP de L - Sí… conformes estamos, pero lo primero que a uno le surge es lo inconmensurables que son estas cosas. Habíamos hecho una experiencia con "La veritá", la última de la Compagnia que estuvo en el Sodre, y allí uno podía estar en todo lo que pasaba y después elegir dónde poner el ojo, dónde poner la cámara, dónde poner la pregunta. Acá es imposible, es tan inmenso esto que hay un momento en que además de agotarse físicamente, uno se siente desbordado por la cantidad de elementos: el sonido, las luces, la escenografía, el vestuario, el maquillaje, los 25.000 voluntarios, las tres casas productoras que están atrás. Es todo tan inmenso que hay un balance de inconmensurabilidad del asunto. Pero aun así tenemos algunos momentos que creo que reflejan lo que fue esta aventura de la clausura.

EC - Y la Compagnia Finzi Pasca en sí misma, ¿quedó conforme con su trabajo, con lo que montó, con el resultado, con lo que terminó ocurriendo?

FP de L - Sí, sí, sí. Quedó conforme, pero fue un festejo muy cortito porque hoy se arranca de vuelta con la apertura. Es un trabajo en dos partes, terminó el primer tiempo y fuimos al vestuario; volvimos bien, vamos ganando, pero hay que jugar el segundo tiempo, que es la apertura de los Juegos Paralímpicos.

EC - La Compagnia Finzi Pasca ya estaba vinculada a Rusia y su cultura. Pienso en el espectáculo "Donka, una carta a Chejov", una producción teatral creada por Finzi Pasca en 2010 para los 150 años del nacimiento de ese escritor ruso que tuvo buena repercusión en la propia Rusia. Supongo que ahí aparece uno de los vínculos. Pero ¿cómo llegaron hasta los Juegos Olímpicos de Invierno? ¿Cómo consigue una compañía quedar seleccionada para ser quien lleve a la práctica un desafío como ese?

FP de L - Quizás Hugo pueda responder con más precisión a la pregunta. Lo de "Donka" es cierto, también hay una vinculación de Daniele (Finzi Pasca) con […], un famoso director ruso que tiene su incidencia en cómo se gestiona la cultura acá en Rusia. Además hay una vinculación de la Compagnia con Film Master, que es la empresa productora con la cual hicieron ya las Olimpíadas de Invierno de Turín 2006. Entonces lo de Turín, más la vinculación con Rusia, más la vinculación con "Donka", con […], todo eso explica que hayan sido invitados como creadores de la ceremonia.

EC - Hay por lo menos un antecedente, Finzi Pasca había sido elegido por los organizadores de los Juegos Olímpicos de Invierno de Turín 2006, ya se había fogueado en este tipo de emprendimiento.

FP de L - Efectivamente.

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EC - ¿Cómo le fue a Uruguay en los Juegos Olímpicos de Invierno 2014 que acaban de terminar en Sochi, Rusia? De eso estamos conversando en En Perspectiva.

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EC - Incorporamos al diálogo a Hugo Gargiulo, nacido en Montevideo en 1965, actor, director, escenógrafo principal en la ceremonia de clausura de estos Juegos Olímpicos y además en el trabajo que ahora se va a redondear para la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos, ambos en Sochi.

En primer lugar, ¡felicitaciones! Recién le preguntaba a Facundo si el equipo había quedado satisfecho con el resultado final del domingo. Ahora te lo consulto a ti, mucho más involucrado en la organización y en la puesta en escena.

HUGO GARGIULO:
Sí, quedamos muy contentos, objetivamente todo lo que habría podido funcionar mal funcionó bien, todo salió como en las mejores previsiones. En estas cosas se siente como en una especie de gran comilona, uno no digiere ese día lo que pasa, pasa tan rápido la ceremonia, es tanta la adrenalina que genera que después es difícil entender la real dimensión de lo que uno hizo. Digo "uno" para decir mi gran equipo de gente.

EC - Un gran equipo de gente… ¿Cómo graficas la dimensión de la cosa?

HG - Sobre todo los voluntarios. Es difícil cuantificarlos exactamente, pero son más de 5000 personas, 3000 niños que se visten. A nivel de creadores y de equipo técnico, centenares de personas… En fin, es una cosa muy, muy grande, es una gran máquina que se mueve en perfecta coordinación.

EC - Un espectáculo como el del domingo es por un lado monumental, pero además tiene que funcionar en dos dimensiones muy distintas: tiene que poder ser apreciado por el público que está en el estadio y al mismo tiene que ser una gran producción para la televisión. ¿Cómo se logra esa combinación?

HG - Exactamente, es un espectáculo vivo. Claro, en el estadio hay 40.000 personas, que por una parte son muy importantes, pero la audiencia de miles de millones o por lo menos de más de mil millones de personas seguramente es el público al que va más dirigida. Uno trata de ir pensando las cosas en esas dos dimensiones, sobre todo cuando llega el director televisivo se lo trata de guiar a las imágenes que el director y el escenógrafo imaginaron, tratar de buscar los mejores ángulos, los mejores planos para que el que el hilo conductor de la televisión sea lo más semejante al hilo conductor del espectáculo vivo.

EC - ¿Cuántos meses de trabajo requirió este espectáculo?

HG - Es difícil decir dónde empieza uno. En mi caso, pasé un año trabajando en esto para las dos ceremonias. Empezaron las primeras reuniones en marzo, enseguida hay que empezar a diseñar, a visualizar, a confrontar con la parte técnica, redimensionar, volver a cambiar cosas. Es un trabajo largo, pero evidentemente las ceremonias en sí son una cosa que empiezan a pensarse mucho antes. Se hizo un estadio especialmente pensado y creado para generar esta ceremonia, un estadio además que creo que para un espectáculo en vivo de este tipo es el más grande jamás hecho, con una tecnología particular que permite volar escenografía y personas en dimensiones realmente muy importantes.

EC - Todas las instalaciones para las competencias deportivas fueron construidas especialmente. Sochi vivió una verdadera revolución en los preparativos para estos Juegos Olímpicos de Invierno, en especial este estadio olímpico. Justamente, me impresionó ver cómo ese estadio funcionaba desde el punto de vista práctico como si fuera un teatro. Estamos hablando de un estadio semicerrado, eso permitía que desde el techo, con una estructura de cables, ustedes subieran y bajaran decenas de elementos de escenografía con una velocidad, con una seguridad admirables, como si aquello fuese la parrilla de un teatro común y corriente.

HG - Sí, es multiplicado por varias decenas lo que es un teatro tecnológicamente avanzado. Nos permite hacer viajar cosas desde uno de los hangares –la sala de este espacio–, que es lo que alberga las salidas y las entradas de todos los elementos que se usan, que son realmente enormes, se puede tener ahí dentro un avión.

EC - ¿Dónde están ubicados esos hangares, esos depósitos de escenografía?

HG - Están anexados a la estructura principal del estadio, hay un hangar hacia el norte y otro hacia el sur. Son la parte neurálgica para mover todo lo que es necesario mover en escena.

EC - Pero están afuera del estadio.

HG - Afuera pero conectados con lo que serían las patas del teatro, solo que en este caso son de centenares de metros.

EC - ¿Cómo se hace durante el espectáculo para llevar una de esas enormes piezas de escenografía desde uno de esos hangares hasta el techo del estadio para que después baje y termine en la cancha? ¿Se la lleva por afuera, se la lleva por adentro?

HG - Hay muchas cosas que durante el montaje se mueven en grandes carros, motorizados algunos, otros empujados a tracción humana. La mayor parte de la escenografía fue pensada para usar este sistema de vuelo. Queda ya enganchada al sistema que la hace prácticamente volar sobre el escenario, sobre el palco.

EC - Hay varias de esas piezas que en principio están allá arriba colgadas a la espera del momento en que les toca bajar.

HG - Sí, exacto. En algunos casos hay que desenganchar algunas para enganchar otras, depende de la logística de la escena. Pero en general buscamos que todo esté ya en su lugar y solo tenga que hacer un viaje.

EC - El espectáculo se titulaba "Reflexiones sobre Rusia" y estaba dedicado a destacar la cultura de ese país y sus principales exponentes en la música, el ballet, las artes plásticas, la literatura, el circo. ¿Esa fue una directiva que recibieron de la organización de los juegos o fue una iniciativa de ustedes?

HG - Fue una propuesta creativa de cómo encarar. Es parte de la escritura, la codirectora artística escribió un script del espectáculo, es una visión de cómo ve un europeo o un occidental en general la cultura rusa, cómo fuimos influenciados, porque la música rusa, el arte ruso, los escritores rusos de alguna manera han contribuido y han movilizado una parte de la vanguardia de la cultura occidental. Es como una visión de lo que nos llegó y cómo fue filtrado a través de la visión de un occidental.

EC - Parecería una tendencia en este tipo de espectáculos, en Juegos Olímpicos. Pienso en lo que ocurrió en Londres hace muy poco, también en esa ocasión los británicos optaron por mostrarse en todo su desarrollo y despliegue cultural.

HG - Sí, también los chinos… El país anfitrión trata de hacer ver al mundo cuál es su cultura. Un espectáculo de estas características llega a una gran cantidad de países y de gente, entonces es una ocasión para no perder la oportunidad de contar la historia y la cultura del país. Al mismo tiempo, se hace no de una manera muy didáctica, sino filtrando imágenes que de algún modo sean espectaculares de ver.

***

EC - En uno de los números del espectáculo del domingo, el pianista solista, Denis Metsuev, se ubicaba en el centro de la cancha, pero está rodeado por más de 60 pianos de cola con sus correspondientes músicos, que además se movían para acá y para allá en una coreografía aparte. En otro número, se instalaban en la cancha dos grandes bocas de teatro con sus cortinados evocando a los dos ballets legendarios, Bolshoi y Mariinski, acompañados por la correspondiente araña de luces, enorme, que colgaba sobre los bailarines. Hugo, ¿tú fuiste el creador de todos esos elementos que ambientaron el espectáculo?

HG - Sí. Por eso digo, fue un año duro de diseño y sobre todo de integrar esta cosa a la parte técnica y a la posibilidad como tiempos, como facilidad de montaje, que fuera lo más semejante posible a lo que se había escrito y soñado hacer.

EC - Enseguida retomamos la conversación, quizás en busca de algunos secretos de esas maravillas que vimos el domingo.

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EC - ¿Cómo se hace para producir, para llevar a la práctica un espectáculo de grandes dimensiones como el que vimos el domingo en el cierre de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, Rusia? ¿Cómo es la experiencia de un grupo de uruguayos que estuvieron absolutamente involucrados en ese proyecto y en su concreción? De eso estamos conversando con Hugo Gargiulo, escenógrafo, y con Facundo Ponce de León, esta vez en su condición de realizador audiovisual.

***

EC - Hugo, te traslado una pregunta que llega de la audiencia: "¿Qué pasó con el anillo que no se abrió?".

HG - Esa es una pregunta para el escenógrafo de la apertura, con el cual no tengo nada que ver. Probablemente fue un problemita técnico.

EC - Pero la pregunta también tiene que ver con el espectáculo de cierre, porque hubo un momento en el que por lo menos parecía que uno de los anillos no se abría.

HG - Justamente, eso fue una de las cosas de la apertura que dieron la vuelta al mundo, el anillo que no se abrió. A los 10 minutos ya estaban las camisetas con este logo; generó mucha polémica e hirió un poco la sensibilidad de los rusos y de quien había puesto tanta energía en este magnífico espectáculo. De hecho la idea fue retomar en la coreografía ese error para reírse de eso.

EC - Esa es la explicación: en el espectáculo del domingo incluyeron una broma a propósito de lo que había ocurrido en la apertura. Por un lado impresiona que se lo tomaran con humor, pero ¿cómo es la organización de un espectáculo así? ¿Qué margen de reacción tienen ustedes como para hacer un cambio en el guion en pocos días? Esto no estaba previsto hace seis meses.

HG - No, pero un cambio coreográfico es algo que se puede probar en cinco o seis días. De hecho, cuando la clausura llega al estadio tiene muy poquito tiempo para probarse. El estadio estuvo ocupado todo este tiempo con la ceremonia de apertura y hubo que correr. Pero incorporar este error era parte de las cosas de último minuto, y creo que funcionó muy bien, por lo menos los rusos lo apreciaron.

EC - ¿Tú y tu equipo tenían miedo el domingo? ¿Temblaban pensando en que podía ocurrir algún error de verdad, por ejemplo una falla técnica?

HG - Seguramente, seguramente podían suceder muchas cosas. Podía no prenderse el calderón al final, una de las mascotas podía tener un problema… En Turín, que era nuestra experiencia –no como escenógrafo, pero participé como asistente de Daniele–, había una escena en la que entraba un Fiat del que salían muchos personajes, y pinchó en medio de la cancha, o sea que después había que sacarlo. Es lo que tiene el espectáculo vivo, hay que incorporar ese día el imprevisto.

EC - Otro de los prodigios del espectáculo fueron las tres grandes mascotas que tuvieron a su cargo la parte final: un oso polar, una liebre y un leopardo de las nieves. ¿Qué altura tenían estos bichitos?

HG - Ocho metros.

EC - Eran tres grandes robots. Era impactante la movilidad que mostraban los tres en los brazos, las manos, las cabezas, los ojos y los párpados. ¿Cómo se los manejaba?

HG - Se llaman animatronics, se manejan con dos personas dentro, y también hay elementos pregrabados, está todo computarizado.

EC - ¿Hay movimientos programados por computadora y otros que se agregan sobre la marcha desde dentro mismo de ellos?

HG - Sí, hay dos personas que manejan desde dentro, desde la base del objeto. Todos los movimientos más sutiles, como movimientos de la cara, está grabado de antes y se manda en el momento en que lo decide el operador.

EC - ¿Esas mascotas hay que construirlas especialmente?

HG - Sí, por supuesto. Eso no fue diseño mío, fue algo que ya estaba, era parte de la idea original de esta ceremonia, y se usaron también en la apertura. Fueron construidas en Australia por un grupo de especialistas que se dedican a hacer este tipo de grandes animatronics, sobre todo para el cine, para esas imágenes con dinosaurios, gorilas, ese tipo de animales en el cine.

EC - Facundo, de todo lo que se pudo observar, ¿dónde se queda esa cámara o ese equipo de cámaras que ustedes tenían registrando el espectáculo para el audiovisual en el futuro, dónde pudo aprovechar mejor su posición privilegiada? ¿Qué destacarías de toda la extensión que tuvo la ceremonia de cierre?

FP de L - Estaba escuchando lo que conversaban con Hugo, y por suerte buena parte de esas preguntas están respondidas en ese detrás de escenas. Fuimos a ver cómo se ponían las personas adentro de las mascotas, cómo era el control remoto que las manejaba. Me puso contento, sentí que algunas de esas dudas que tiene un espectador van a ser evacuadas con esta memoria de creación que estamos haciendo.

El día de la ceremonia el lugar para estar desde nuestro punto de vista son las cabinas de control. Nos fuimos moviendo –filmamos los tres ese día, Juan, Nacho y yo– de una a otra, cada tanto íbamos hasta la tribuna a robar una reacción del público, algún aplauso, pero el lugar desde donde vimos la ceremonia fueron las cabinas de control.

EC - De la audiencia, más de un oyente recuerda tus orígenes, Hugo: "Gargiulo nació en Teatro Uno de Montevideo con Restuccia y Germinara". ¿Cómo te ves en ese salto fenomenal que ha tenido tu carrera desde las épocas del Teatro Uno, vaya si minimalista, a esto otro tan espectacular y grandioso como una ceremonia de cierre de los Juegos Olímpicos?

HG - Estoy muy contento, aunque no es una cosa que uno digiere rápidamente. Me siento la misma persona con un poco más de experiencia. Cosas grandes hemos hecho varias, seguramente esta en este momento es un ápice. Veremos qué es lo que sigue.

EC - Pero el contraste es enorme, ¿no?

HG - El contraste es grande, sí. Uno mira de la llanura, después se encuentra delante de las montañas, empieza a subirlas y después tiene la montaña de la llanura… En fin, es un viaje en el cual uno va encontrando y resolviendo las situaciones a medida que se van dando. Es difícil decir "ah, quiero hacer esto en la vida", me levanto hoy y digo "voy a hacer una ceremonia olímpica"… Evidentemente no es algo que uno se programe. Sucede, van sucediendo encuentros, van sucediendo cosas que son realmente extraordinarias y que te hacen avanzar. Así que, agradecido a la vida por esta oportunidad.

EC - Facundo, ¿podés anticiparnos algo sobre el espectáculo que viene ahora en la apertura de los Juegos Paralímpicos?

FP de L - No se puede. Simplemente es tratar de retratar esa cuestión del espíritu olímpico, en los Paralímpicos late todavía muy fuerte esta cosa de competencia, pero también de fraternidad y de superación de límites. Eso va a ser como un leitmotiv de lo que se va a estrenar más tarde.

EC - Un abrazo, que tengan mucha suerte y ¡felicitaciones de nuevo! Ya no solo las mías, tengo a varios que se suman, por ejemplo…

CONRADO HUGHES:
Un abrazo a los dos, espectacular la ceremonia y fantásticos los cuentos. Espero que tus papás me inviten a un asado para tener alguno más sabroso. Me estoy refiriendo a los Ponce.

FP de L - Un abrazo a todos, ya falta poco para volver. Nos vinimos el 12 de enero y el 10 de marzo ya estamos de vuelta en Uruguay.

EC - Además de Cony, están aquí Daniel Supervielle, María Simón y Daniel Chasquetti.

MARIA SIMÓN:
¡Felicitaciones! Lo considero un logro de ellos en primer lugar y del teatro uruguayo.

EC - Vamos a despedirlos con un aplauso.

(Aplauso.)

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Transcripción: María Lila Ltaif

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