Avión desaparecido

Malaysia Airlines admite que avión llevaba baterías de iones de litio

Malaysia Airlines admite que avión llevaba baterías de iones de litio
EFE

El CEO de la empresa, Ahmad Jauhari, reconoció que el avión desaparecido el 8 de marzo transportaba baterías de iones de litio, un material inflamable. Hace cuatro días lo había negado. De esta manera, cobra vida la hipótesis de que el avión pudo haberse incendiado.

Jauhari dijo en una conferencia de prensa que el avión llevaba "algunas baterías de iones de litio, que no son baterías grandes y que están aprobadas por la ICAO (Organización de Aviación Civil Internacional)".

"Las compañías aéreas hacen esto todo el tiempo y no sólo Malaysia Airlines. Estos bienes son trasladados en aviones de muchas líneas aéreas como carga", agregó.

Los investigadores sospechan que se pudo haber generado un incendio en la bodega, que habría destruido los sistemas de comunicación de la aeronave, generando que los pilotos decidieran desviar la trayectoria del vuelo para realizar un aterrizaje de emergencia, informó el Daily Mail.

La Administración Federal de Aviación, responsable de la regulación de todos los aspectos de la aviación civil en Estados Unidos, informó que el traslado de baterías de iones de litio fueron las responsables de más de 140 incidentes en aeronaves desde marzo de 1991 hasta febrero de 2014.

Diálogo entre torre de control y los pilotos. El diario The Telegraph publicó la comunicación que habrían tenidos los pilotos con la torre de control previo a la desaparición.  La transcripción comienza con las instrucciones de la torre de control a los pilotos y dura unos 54 minutos.
Las últimas palabras son del copiloto Fariq Abdul Hamid, de 27 años de edad: "Muy bien, buenas noches". Nunca hubo un diálogo sobre un incidente.
 
El avión Boeing 777-200 de Malaysia Airlines desapareció del radar unos 40 minutos después de despegar de Kuala Lumpur con rumbo a Pekín y desde entonces no se sabe nada de él ni se han encontrado restos.

Lo que sí se sabe es que el avión cambió de rumbo y llegó al Estrecho de Malaca, pero a partir de ahí no hay rastro.

Sus ocupantes eran 153 chinos, 50 malasios (12 forman la tripulación), siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que embarcaron con pasaportes robados a un italiano y un austríaco.