EEUU: Voto anticipado en plena campaña
Desde Boston, Roberto Porzecanski
(Emitido a las 09.14)
EMILIANO COTELO:
Nos instalamos en Estados Unidos para detenernos en una novedad que entre ayer y anteayer sorprendió a más de uno de nuestros oyentes y precipitó varias consultas a la producción de En Perspectiva.
En plena la campaña electoral de Estados Unidos, cuando faltan aún dos semanas para los comicios, hay gente que ya esta votando, se está cumpliendo el voto anticipado.
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¿Qué origen tiene? ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Cuáles son sus inconvenientes?
Vamos a conversarlo con nuestro corresponsal Roberto Porzecanski, que está en Boston, Massachussets. ¿Cómo esto del voto anticipado?
ROBERTO PORZECANSKI:
Efectivamente, en Estados Unidos hay dos maneras de votar antes del día de las elecciones: presentándose en la oficina de votación de manera anticipada o votando por correo. En el caso del voto por correo, el llamado "voto ausente", en la mayoría de los casos puede ser solicitado sin necesidad de justificación y es en general utilizado por personas que no viven en el estado en el que están registradas para votar, estén o no dentro de Estados Unidos.
Quienes por razones de comodidad no quieran tener que ir a votar el 2 de noviembre, un martes, también pueden utilizar este sistema de votación por correo o pueden, como decíamos antes, presentarse en la oficina de votación. De todos modos cuándo puede comenzar a votarse por anticipado, qué sistemas están disponibles y quiénes son elegibles para hacerlo son variables que cambian de estado a estado.
EC - Ah, cambia de estado a estado.
RP - Claro: la ley electoral es básicamente regida por los estados. Un ejemplo que llama mucho la atención es el del estado de Oregon, en la costa oeste del país, donde desde 1998 solamente se puede votar por correo.
EC - ¿Cuál es la racionalidad detrás de este sistema?
RP - Existen varias razones. En primer lugar, como decíamos, esto posibilita a quienes están ausentes votar de todas maneras en el estado en que están registrados, algo para nada menor, ya que dónde uno vota no es neutro en Estados Unidos.
Existen también otras razones. Por un lado se cree que esto estimularía, aumentando la comodidad y la flexibilidad del sistema, que aumente el número de personas que concurren a votar. De todos modos no hay demasiada evidencia de que este sistema efectivamente estimule la participación. Recordemos que la participación es un tema clave aquí, donde la votación no es obligatoria y los bajos niveles de participación preocupan mucho.
De todos modos, aunque no aumente los niveles de participación, el sistema es cada vez más popular entre los votantes.
EC - ¿Qué más podemos agregar a propósito del voto anticipado?
RP - Por otro lado esto permite que quienes tengan dudas -esta es una de las racionalidades importantes que están detrás del sistema- acerca de cómo funciona el sistema de votación puedan tener un trato más personalizado con los funcionarios electorales yendo a la oficina antes de tiempo, evitando las congestiones del 2 de noviembre, y así no cometer errores y votar a quienes realmente quieran votar. Este argumento resuena mucho con lo que pasó hace cuatro años en Florida.
EC - Sí, claro: el caso de Florida es el que inmediatamente viene a la cabeza cuando uno piensa en la posibilidad de cometer errores, o de evitarlos, de votar con más tranquilidad.
RP - Claro. Pero el sistema tiene desventajas. La más evidente es que los ciudadanos pueden votar cuando la historia aún no se ha definido. En el estado de Iowa, por ejemplo, la votación anticipada fue habilitada inclusive antes del tercer debate presidencial. Los críticos del sistema dicen que no es imposible que haya un acontecimiento muy significativo en la campaña en el período entre que el voto anticipado se permite y el 2 de noviembre. Una desventaja adicional es que el votante, al enviar el voto por correo, pierde la privacidad de la cabina de votación.
También hay quienes han argumentado que este sistema puede facilitar el fraude, aunque respecto de este tema las opiniones son encontradas. De hecho, las campañas de Bush y de Kerry han incentivado a los votantes a utilizar este sistema y en los distintos Estados han tratado de sacarle el mayor jugo posible para su beneficio, en algunos casos, por ejemplo, ofreciéndose a hacerse cargo del envío por correo de los votos.
EC - Pero esto del voto anticipado, ¿es un fenómeno nuevo? Te lo pregunto porque alguna gente piensa que es una respuesta de esta elección 2004 ante los problemas que se dieron en la anterior, como el caso de Florida que mencionábamos recién, etcétera.
RP - No; no es un fenómeno nuevo, pero sí un fenómeno que ha crecido en importancia en los últimos años. Como decíamos, la posibilidad de votar por anticipado, ya sea personalmente o por correo, es algo que determina la ley de cada estado. Este año 31 estados, representando al 54 por ciento de la población de Estados Unidos, permiten a sus ciudadanos votar anticipadamente. Es una diferencia importante respecto de lo que pasaba hace 25 años, cuando también estaba permitido votar por anticipado pero era muy breve la lista de justificaciones que permitía adelantar el voto.
EC - Repito el dato: 31 estados permiten a sus ciudadanos votar por adelantado. Entonces, ¿qué dimensión termina teniendo este fenómeno?
RP - Por ejemplo, en el año 2000 de acuerdo a los votos emitidos el día de la elección en el estado de Iowa Bush venció a Gore por más de 7.200 votos, sin embargo una ventaja de 11.000 en los votos por correo le dio el estado a Gore. Estos votos pueden ser definitorios, en particular en varios estados clave en esta elección. Siguiendo con el estado de Iowa -un estado clave del que vamos a estar escuchando hablar mucho el 2 de noviembre- se estima que este año será de un 25 por ciento el porcentaje de ciudadanos que voten de manera anticipada. Sin duda un aspecto muy importante de la elección.
EC - Si te parece, seguimos en contacto la semana que viene para continuar examinando la marcha de la campaña electoral en Estados Unidos, ¿de acuerdo?
RP - Con mucho gusto. La semana que viene podemos seguir hablando de algunas particularidades del sistema electoral estadounidense, un sistema que, quizás para sorpresa de muchos, es muy caótico. No son pocos los que aquí dicen, con argumentos muy convincentes, que lisa y llanamente no están dadas las condiciones para garantizar una elección limpia.
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Edición: Jorge García Ramón