Las llamadas órdenes ejecutivas y otros instrumentos similares con valor legal le permitirán evitar a un poder legislativo hostil, como el que ha tenido desde el 2011 cuando el Partido Republicano tomó el control de la Cámara baja.

Según el diario El País de Madrid, a menos de tres años del final de su segundo mandato Obama podrá impulsar su agenda legislativa en base a la firma de decretos y al impulso de activistas y ciudadanos que lo animan a gobernar sin alianzas el tiempo que le queda en el sillón de la Casa Blanca.

Obama ya había manifestado que de ser necesario usaría "su bolígrafo y su teléfono" en alusión a los instrumentos necesarios para rubricar leyes unilaterales.

Diversos politólogos estadounidenses manifestaron que la medida de promoción de las políticas gubernamentales desde el ejecutivo, cuando no tienen apoyo parlamentario, si bien no es bien vista, no es nueva y se pueden ver antecedentes desde la presidencia de George Washington.