La emisión estará destinada a financiar al Tesoro y vencimientos de letras del Banco Central, y será por entre 80 y 100.000 millones de pesos argentinos. El Gobierno recurre a esta medida ante la falta de dólares externos por el default y con urgencia por reactivar la economía.

Con esto casi triplicaría la expansión monetaria con respecto a los últimos dos meses de 2013. El Ministerio de Economía rechaza que esto pueda impactar en los precios, pero varios analistas privados estiman que podría sumarle presión a la inflación, que está en un 35% anual, y sobre la cotización de dólar paralelo, que este lunes arrancará la semana en el entorno de los 15 pesos.

El diario Perfil informa este domingo que esta medida ahondará aún más la pulseada que existe entre el ministro Axel Kicillof y el presidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega. Mientras el primero es partidario de darle más aire al consumo, el segundo es más propenso a subir las tasas para restringir la inflación  y evitar así una mayor devaluación.